“Loco, cortenla de hablar de River, en serio, basta. Qu’e les pasa? Viven pendientes de River. Su equipito no les llena el alma? Hablen de que son hinchas de su hinchada pero no le rompan las pelotas mas a River..... o hay envidia?
Vamos por partes. Nos gusta hablar del Jugador Nro. 12 porque estamos muy orgullosos de cómo fue, es y será su comportamiento en las tribunas. En esto no nos interesa incluir a los barras porque en ese sumundo, sabido es que hay otros códigos. La gente de Boca, la que forma el Jugador Nro. 12 es única e incomparable y hasta motivo de admiración a nivel mundial.
Segundo tema. No es que vivimos pendientes de River, en todo caso vivimos pendientes en desenmascarar sus mentiras. Póngase un poco en nuestro lugar. Si Boca estuviera en la B y sale un Roncaglia a decir “si estuviéramos en la A, pelearíamos el campeonato”, ¿qué haría usted aparte de descostillarse de risa?
Las cargadas son parte del folclore. Que aparezca un fantasma del descenso hasta en las playas de Copacabana es inevitable.
Vamos hombre, póngase en nuestro lugar. Trate de entendernos. ¿No puede? Lo vamos a ayudar.
Supongamos que en la temporada 2011/12 el que peleaba por no ir a la Promoción era Boca. Supongamos que durante las últimas siete fechas no pudo ganar un solo partido y llegó a la fecha 19 con el agua al cuello. Supongamos que en esa última fecha jugaba con Lanús, perdía 2 a 1 en la Bombonera y sus hinchas lo silbaban y le tiraban piedras y palos en la despedida. Supongamos entonces por un instante, que Boca debía jugar la Promoción.
Supongamos que el miércoles 22 de junio Boca estaba jugando contra Belgrano en Barrio Alberdi y perdiendo 2 a 0 su DT, Falcioni, miraba con los ojos llenos de lágrimas. Supongamos que la barra de Boca hacía un agujero en el alambrado e invadía el campo de juego. Supongamos que esos 4 o 5 barras de Boca que invadían el campo de juego le pegaban un empujón a Matías Caruzzo y una patada voladora a Cellay.
Supongamos que para el domingo 26 de junio, a Boca se lo habilitaba a jugar con público en la Bombonera aunque no lo mereciera. Supongamos que se ponía en ventaja a los 5 minutos con una media vuelta de Palermo. Supongamos que en el entretiempo las cámaras de seguridad de la Bombonera registraban que un grupo de 7 u 8 barras entraban al camarín de Pezzotta a apretarlo para que cobrara un penal. Supongamos que Belgrano le empataba en el segundo tiempo y que Pezzotta finalmente cobrara ese penal suplicado y que Palermo, en el arco de Casa Amarilla, tiraba una masita abajo y al medio para que Olave ataje. Supongamos que a los 44 minutos el árbitro tenía que suspender el partido, Boca se iba al descenso y en tribunas y plateas se desataba un verdadero escándalo. Supongamos a plateistas de Boca rompiendo las butacas y tirándolas al campo de juego. Supongamos que la gente ubicada en las populares bajara al playón e intentara ingresar a los pasillos internos para destrozar la Bombonera. Supongamos que el barrio de La Boca fuera saqueado e incendiado. Imagínese usted viendo por televisión a los hinchas de Boca rompiendo su estadio.
Supongamos que ya con el descenso consumado, a las 48 horas sale Angelici y dice “que la B es económicamente más rentable”. Supongamos que a Boca vuelven dos ex jugadores bastante o muy queridos por la gente. Podrían ser Palacio y Tévez.
Arranca la temporada 2012/13 y supongamos que su River es una maquinita que no pierde nunca. Toma la punta del campeonato y cada vez le saca más ventaja al resto. La vuelta olímpica empieza a estar cada vez más cerca. Mientras tanto supongamos que Boca en la B, con Tévez y Palacio, hace una buena campaña pero no puede ganarle nunca a los que pelean la punta. Supongamos que Boca pierde con Aldosivi haciendo de local en cancha de San Lorenzo. Supongamos que River sigue ganando en la A y lleva un invicto de más de 25 fechas. Supongamos que pese a eso, muchos medios de comunicación trata de imponer que Boca en la B juega mejor que el River puntero holgado en la A. ¿Cómo se sentiría usted? Y que esos medios de comunicación también dicen que la B es más competitiva que la A, que los equipos están mejor preparados y que los jugadores de la B deberían ser tenidos en cuenta por Sabella para ser convocados a la selección Argentina.
Supongamos que encima sale Tévez y dice “este Boca en la A, seguro pelearía el título”. Al otro día sale Palacio y dice “este Boca no tiene nada que envidiarle a River”. Supongamos que sale el DT de Boca, imaginemos un 5 ex jugador, supongamos a Sebastián Battaglia, y dice “hoy día la B se parece mucho al Calcio italiano”. Mientras tanto River saca 9 puntos de ventaja pero Olé, Fox y La Corpo entera dice que River es un puntero mediocre y Boca es fútbol champagne. Pero supongamos que el primer fin de semana de diciembre pasa algo histórico. Supongamos que Boca pierde 1 a 0 contra, un equipo que se llame River Unidos, y al día siguiente, su River le gana 3 a 0 a Banfield en el Monumental y se corona campeón invicto del fútbol argentino. Supongamos que salga Olé y diga que ese River salió campeón pero que no juega a nada.
Llega el verano. A días de los dos superclásicos de verano, sale Palacio y dice “si le llegamos a ganar en River en Chaco, se les viene la noche”. Supongamos que ese superclásico en Chaco se juega y arranca con Boca a todo vapor durante los primeros 5 minutos. Pero en la primer llegada de River, tira un centro Keko Villava y Pavone de cabeza pone el 1 a 0. Supongamos que Boca se desespera. Supongamos que Tevez explota, se hace echar, insulta al árbitro y hasta le arroja un puntapié. Ya en el segundo tiempo, supongamos que River liquida el partido y su gente, mucha más que la de Boca en el estadio, es una fiesta.
Supongamos que para que no suspendan a Tévez, Boca organiza amistosos contra Talleres de Remedios de Escala en la Bombonera. Supongamos que se juega el segundo superclásico en Mendoza y vuelve a ganar River, esta vez 1 a 0 con gol de Keko Villalva. Supongamos que vuelven a salir jugadores de Boca, supongamos un Schiavi y dice “no merecimos perder”. Y sale el DT Battaglia y dice “fuimos superiores a River”. Y se suma Palacio y dice “tuvimos mala suerte. River se metió todo atrás y nos ganó jugando al contragolpe”.
Supongamos que Boca va a la cancha de Almirante Brown, empata 1 a 1 y sale el DT Battaglia a quejarse de que el pasto estaba alto. Supongamos que River arranca el Clausura ganando y que Boca empieza la segunda rueda en la B sin todavía poder despegarse del resto. Mientras tanto supongamos que River empata su primer partido de Libertadores en Venezuela, y por un cruce de jugadores y DT en el vestuario, se dice que “River vive horas dramáticas”. Tévez y Palacio se empujaron e insultaron durante un partido contra Chacarita pero el que "vive una crisis interna" es River.
Al mismo tiempo, supongamos que River nuevamente toma la punta del campeonato. Supongamos que le gana a Estudiantes 3 a 0 en La Plata y que como juega la Libertadores, supongamos por un instante que RIver va a Brasil, le gana 2 a 0 a Fluminense y asegura su clasificación a los octavos de final.
Supongamos que Boca contrató a un delantero francés, que simpatice con sus colores, haya jugado un Mundial y tenga jerarquía. Supongamos que es Titi Henry. Supongamos que también contrató a un ex jugador con roce internacional. Supongamos Fabián Vargas. Pero supongamos que Boca sigue jugando mal en la B. Con Henry, Vargas, Tévez y Palacio la cosa tampoco anda. Y supongamos que Boca visita a Atlanta en cancha de Vélez con Henry, Vargas, Palacio y Tévez. Y ese Atlanta que iba último en los promedios del descenso, le gana a Boca 1 a 0. Supongamos que el árbitro le regala un penal a Boca y Palacio lo tira afuera. Y supongamos que la gente de Boca esa tarde silba a Tévez, lo insulta y hasta le llega un botellazo desde la platea.
¿Supuso todo eso? Bueno, ahora vuelva a la realidad. Díganos si no le gustaría que, aunque sea, pase un cuarto de todo eso que supusimos. Póngase en nuestro lugar. Sáquese las plumas e inténtelo. Sólo le pedimos que nos entienda.
http://lapassucci.blogspot.com.ar/2012/04/supongamos-un-par-de-cosas.html
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