¿QUIÉN ERA EL SUICIDADO AL QUE LLORAN LOS DEMÓCRATAS?
NO MURIÓ COMO DEBERÍA HABER MUERTO EL FISCAL
JUDÍO DEL ESTADO SIONISTA EN LA PATRIA ARGENTINA
ALBERTO NISMAN DEBERÍA HABER SIDO FUSILADO O AHORCADO POR INFAME TRAIDOR A LA PATRIA
POR DOMINGO SCHIAVONI (periodista profesional independiente, Matrícula Nº 12.239, Ley Nº 12.908, Ministerio de Trabajo de la Nación, año 1986)
Tuve la oportunidad de conocer a este deleznable personaje que anoche se pegó un tiro en su coqueto departamento de uno de los lujosos edificios construídos para malandras, rufianes y mafiosos de variado pelaje pero de impecable traje blanco, en Puerto Madero, Ciudad Autónoma de Buenos Airs (capital nacional del cinismo). Ha sido tanta mi indignación ver -a lo largo de lo que va de la jornada- cómo había gente que creía que se había muerto en un accidente nada menos que el General Belgrano (algunos hasta llegaron a improntar su nombre, en un gesto evidente de ignorancia o zoncera, en la bandera nacional), o tal vez que el muerto era otra vez ese gran fiscal nunca designado que fue Don Mariano Moreno, que decidí bajo mi absoluta responsabilidad, infringir con imprescindible coraje la orden de los médicos que, por temor a una afasia, me impiden hoy -internado como estoy en un sanatorio- escribir en una computadora o escuchar o leer noticias. Era menester echar algo de luz sobre la podredumbre.
La primera vez que vi -y debí penosamente saludar- a este siniestro personaje fue en 2002, cuando vino integrando una generosa y bulliciosa comitiva nacional, acompañando a su ex colega fiscal Federico Luis Lanusse, designado por entonces interventor federal en Santiago del Estero por el gobierno del presidente Néstor Kirchner, a raíz del caos político en que se había sumido esta provincia a raíz del alevoso asesinato de dos jovencitas, al que no resultaron ajenos ciertas figuras del gobierno de entonces. La segunda fue, también por pura casualidad, en el amplio hall del aeropuerto de Ezeiza, cuandp yo me aprestaba con otros colegas a tomar un vuelo al Oriente Medio, y él otro a Nueva York, donde iba a reunirse -en visita no oficial y hasta clandestina- con el Consejo Mundial Judío, el nombre de fantasía con que opera en el mundo el pérfido gobierno sionista mundial.
Para ese entonces yo ya conocía en qué andaba Nisman. Estaba a cargo de la investigación del atentado a la Amia, siendo juez federal de la causa el doctor Galeano, luego destituído, cuando el gobierno argentino acababa de firmar con Irán una carta acuerdo -de carácter legal internacional- para que el país musulmán prestara toda la colaboración posible y necesaria a la investigación de aquel horroroso suceso. Nadie -o muy poca gente- sabía por entonces porqué Nisman (que es judío) se oponía tan ferozmente a ese acuerdo, al punto de llegar a polemizar en forma pública con el mismísimo Congreso de la Nación.
Un gran analista político internacional argentino, el compañero y amigo Adrián Salbuchi, ya había denunciado internacionalmente en varios medios importantes que el fiscal había recibido, a poco del atentado, una generosísima suma de dinero bajo poncho (una vulgar coima, si se quiere entender más claro), de parte del ex presidente Carlos Menem (entonces en funciones) y de su ministro del Interior Carlos Corach, generosísimo óbolo al que sumó su aporte nada menos que el entonces todavía presidente de la AMIA, el financistra Beraja, hoy preso y condenado por la quiebra fraudulenta del llamado Banco Mayo. ¿Y cuál había sido la moneda de canje de tan singular regalo? Pues que Nisman se abocara celosamente a investigar exclusivamente lo que por entonces se llamó "la pista iraní" del atentado, y desdibujara totalmente la posibilidad de una "pista argentina", que es donde a la postre estaban los verdaderos responsables de este clásico atentado de bandera falsa: ¡el propio zionconismo argentino, del cual Beraja era agente con grado de comandante!
Por entonces el fiscal Nisman, que ya había comenzado a ser mirado con cierto justificado recelo por la presidente Cristina Fernández de Kirchner, ya habia realizado por lo menos una docena de viajes a Estados Unidos, donde -según investigaron colegas norteamericanos, como Ray Suller y Frank Stiner, del USAToday- se reunia en forma secreta y clandestina con califcados agentes de la CIA, a quienes informaba de sus malandanzas, y de quienes recibía, también, generosos estímulos "en verde" para que continuara con esa gestión. Fue en uno de esos viajes en que entró a tallar en forma directa en el manejo de la investigación el Consejo Judío Mundial, que también -violando una cultura ancestral en la raza- adornaba al fiscal argentino con jugosos estipendios ilegales, por lo que éste, al regresar al país, no solía ni reclamar ni rendir viáticos de estadía ni de transporte.
Por ese entonces, otro patriota nacionalista argentino, el doctor Juan Gabriel Labaké, era el abogado defensor de los ciudadanos de origen iraní Alberto Kanoore Edul y Alberto Jacinto Kanoore Edul, arbitrariamente procesados por la Justicia Argentina en el caso del ataque terrorista contra la sede de la AMIA en julio 1994. Con todos los elementos institucionales jugando en su contra, Labaké sacó conclusiones muy rápidas y certeras: tras pasar por siete juzgados, generar legajos que totalizan más de un millón de fojas, con aberraciones que incluyen a un Juez Federal (Juan José Galeano) pagando u$s 400.000 en coimas (a Telleldin), provistos y coordinados por operadores del Estado de Israel en la Argentina (notablemente, la DAIA bajo la presidencia del hoy preso Rubén Beraja y su hoy quebrado Banco Mayo) para armar la mentira de la (inexistente) van “Trafic” blanca que permitiera inculpar a la policía bonaerense y, por extensión, a Siria y, por extensión a Hezbollah y, por extensión, a Irán, hoy llegamos al punto vergonzoso en que una “Justicia” deplorable y traidora (juez Canicota Corral y fiscales Nisman/Martinez Burgos), imponen todas las arbitrariedades necesarias para promover intereses y objetivos inmorales en nuestro país de una potencia extranjera: el Estado de Israel.
Vamos concluyendo. En cualquier país decente, a ésto se lo llamaría “Traición a la Patria”. En esta Argentina Colonia, se lo llama “Justicia” y “Memoria”... Toda la mentira urdida en torno al atentado de la AMIA, que ha colocado a la Argentina en una posición endeble y comprometida a nivel internacional -amén de que el gobierno Kirchner haya agredido gratuita a insolentemente a un país con el que manteníamos buenas relaciones (la República Islámica de Irán)- se basa sobre la existencia de una supuesta Renault “Trafic” blanca que habría sido utilizada como coche-bomba. Dado que la existencia de ese vehículo resulta clave para avalar la tesis oficial, a principios de agosto el Dr. Labaké había solicitado al Fiscal Nisman se adopten medidas para verificar su pre-existencia al terrible atentado de julio 1994. De esa “Trafic” blanca no se halló prácticamente nada salvo por algunos trozos y el block del motor (convenientemente hallado por un oficial israelí entre los escombros de la calle Pasteur 633, que (muy convenientemente) ¡portaba el número de fabricación!.
El Dr. Labaké manifestó / solicitó a Nisman, entre otras cosas:
1. Que hay sobradas sospechas de que jamás existió dicha “Trafic” que el fiscal Nisman asegura usaron los terroristas como coche-bomba;
2. Que la temeraria afirmación de que el atentado se hizo con ese coche-bomba es la base de la acusación contra los defendidos, señores Kanoore Edul;
3. Que, asimismo, la República de Irán ha rechazado los exhortos en los que se pidió la extradición de 8 diplomáticos y gobernantes suyos, entre otros motivos, por considerar que no existe prueba alguna de la existencia de la “Trafic” o de otro coche-bomba en dicho atentado;
4. Por ello, el Dr. Labaké solicitó a Nisman se proceda a excavar hasta 4 metros en el sitio donde se aduce estalló el coche-bomba, ya que el perito de parte Comandante (R) Osvaldo Laborda, afirma que los restos de la Traffic quedaron enterrados ahí por efecto de la explosión; y que
5. Tal como hizo la Corte Suprema de Justicia de la Nación con gran éxito, en el caso de la Embajada de Israel, se solicite a la Academia Nacional de Ingeniería designe tres de sus mejores especialistas en explosivos a fin de que efectúen una pericia científica para determinar dónde se produjo realmente la explosión en la AMIA: si afuera con un coche-bomba, o adentro del edificio.
Esta solicitud, de haber sido atendida por el hoy llorado suicida Nisman, habría resultado vital para la Causa Amia. Si se excavara en el lugar de los hechos y NO se hallaran los restos de la “Trafic”, entonces quedaría comprobado la NO existencia del supuesto coche-bomba, con lo que también se esfumaría la inexistente "pista" o “conexión iraní” armada por la SIDE, el fiscal Nisman y el "residual" gobierno Menem en base a “inteligencia” provista en octubre 2006 por los servicios de inteligencia de EE.UU. (CIA) y del Estado de Israel (Mossad), y que tanto desean “probar” el propio Estado de Israel, la AMIA, la DAIA, la CIA, el Departamento de Estado de EE.UU., las organizaciones sionistas locales y extranjeras, y los grandes multimedios locales.
Cobraría, entonces renovada fuerza la mucho más plausible CONEXIÓN ISRAELÍ. O sea, que la voladura de la AMIA (y de la Embajada en 1992), cobran una dimensión totalmente nueva y verosímil cuando se las inserta dentro del marco de las luchas intestinas del propio Estado de Israel en los años '90, que culminaron menos de 16 meses después del atentado a la AMIA con el asesinato del primer ministro Isaac Rabin en noviembre 1995, a manos de un terrorista judío de la ultraderecha sionista (Amir Ygal). A partir de entonces, se produjo el desplazamiento del laborismo más moderado en el gobierno israelí, que desde entonces ha quedado firmemente en manos de elementos extremistas de la ultra derecha fundamentalista, racista y violenta de los partidos Likud (Netanyahu) y Kadima (Sharon – Olmert), entre otros.
Contra todas estas evidencias hiperprobadas, el fiscal Alberto Nisman -ejemplarmente suicidado en nombre de su honorabilidad- ha decidido por decreto que la explosión en la AMIA se produjo afuera del edificio, y con un coche-bomba “Trafic”. De esta manera, Alberto Nisman ha debido regresar al oscurantismo dogmático y a Torquemada para resguardar la “historia oficial”… ¿Qué mejor, entonces, que zafar de la encrucijada -nuestro gobierno ya le había negado incuso viáticos para continuar viajando al exterior- que aparecer ante la gilada como un Quijote anticorrupción, comprometido nada menos a la propia presidente de la Nación en causas que nunca fueron ni son ni serán de su incumbencia? ¿Y a meses de las elecciones? ¿Y con la piel de los argentinos erizada de impaciencia e incertidumbre?...
Me gustaría despedir a Nisman en esta evocación de su republicana probidad, citando los últimos párrafos de la réplica que le mereció al doctor Labaké la negativa a su pedido de investigación. Creo que demuestran cabalmente qué escoria se ha ido a pasear desde anoche en la barca de Caronte:
"La sospecha es ineludible: ¿el señor fiscal está persiguiendo y discriminando a mis defendidos por ser ellos descendientes de árabes y de religión musulmana? Desconozco la religión que profesa el señor fiscal, pero hay dos datos de mucha envergadura, que son de público y notorio conocimiento y por demás sugestivos al respecto: en 2007 el señor fiscal asistió como “invitado especial” a la Asamblea Anual del “American Jewish Committee” (de activa militancia sionista y pro-Israel) para informar sobre la marcha de la investigación de esta causa; y en 2008 viajó a Tel Aviv (Israel) para rendir cuentas de la investigación nada menos que al presidente de la Suprema Corte de Justicia del ese Estado extranjero.
"Vale la pena recordar que el Estado de Israel nada tiene que ver ni hacer en la investigación judicial del atentado a la AMIA, pues esa mutual es una entidad argentina, constituida y registrada según la ley argentina, todos los muertos en el atentado eran argentinos y el delito se produjo en territorio argentino. Ante esa evidencia incontrastable, ¿cómo explica el señor fiscal los dos viajes suyos al exterior mencionados, y los dos informes rendidos ante políticos y funcionarios oficiales extranjeros? Y, además, ¿no es ello prueba muy sólida y, a la vez, explicación clara de la parcialidad anti-árabe y anti-musulmana con que está actuando el señor fiscal?
Lo dicho demuestra que el señor fiscal sufre de filias y fobias muy fuertes, que lo llevan a medir a tirios y troyanos con distinto rasero. A la SIDE le perdona todo, hasta el límite de la ilegalidad y del incumplimiento de deberes y del encubrimiento. Al American Jewish Committee y a la Corte de Israel le rinde pleitesía. Mientras a mis defendidos, que son argentinos descendientes de árabes y de religión musulmana, les niega hasta la más elemental investigación. ¿Actúa o no guiado por sus filias y sus fobias personales, ideológicas, étnicas, religiosas y/o políticas el señor fiscal en esta causa?
"Afortunadamente, el TOF3, la Cámara de Casación y la Corte Suprema no establecieron también por decreto que el sol gira alrededor de la tierra, porque en ese caso el señor fiscal ya habría condenado nuevamente a Galileo Galilei a morir en la hoguera de la discriminación por motivos religiosos y/o étnicos. Por todo lo dicho, solicito que se revea la negativa del señor fiscal y se efectúen las indispensables y sensatas investigaciones mencionadas. Lo solicito, en realidad, sólo por llenar una formalidad, pues no creo que nada en el mundo haga actuar al señor fiscal según la lógica, la razón y el Derecho, mientras deba rendir cuentas de su conducta al American Jewish Committee y a la Corte Suprema de Israel. El señor fiscal sabe, como todo el mundo, que ésos no perdonan, y menos a los suyos".
Claramente, gracias a los Caballos de Troya a los que hemos franqueado el ingreso por ceguera e ignorancia, nuestra afligida Argentina hoy no sólo es una colonia financiera de la usura internacional, sino también una colonia política del sionismo y del propio Estado de Israel.
© DOMINGO SCHIAVONI - BUENOS AIRES - SANTIAGO DEL ESTERO
NO MURIÓ COMO DEBERÍA HABER MUERTO EL FISCAL
JUDÍO DEL ESTADO SIONISTA EN LA PATRIA ARGENTINA
ALBERTO NISMAN DEBERÍA HABER SIDO FUSILADO O AHORCADO POR INFAME TRAIDOR A LA PATRIA
POR DOMINGO SCHIAVONI (periodista profesional independiente, Matrícula Nº 12.239, Ley Nº 12.908, Ministerio de Trabajo de la Nación, año 1986)
Tuve la oportunidad de conocer a este deleznable personaje que anoche se pegó un tiro en su coqueto departamento de uno de los lujosos edificios construídos para malandras, rufianes y mafiosos de variado pelaje pero de impecable traje blanco, en Puerto Madero, Ciudad Autónoma de Buenos Airs (capital nacional del cinismo). Ha sido tanta mi indignación ver -a lo largo de lo que va de la jornada- cómo había gente que creía que se había muerto en un accidente nada menos que el General Belgrano (algunos hasta llegaron a improntar su nombre, en un gesto evidente de ignorancia o zoncera, en la bandera nacional), o tal vez que el muerto era otra vez ese gran fiscal nunca designado que fue Don Mariano Moreno, que decidí bajo mi absoluta responsabilidad, infringir con imprescindible coraje la orden de los médicos que, por temor a una afasia, me impiden hoy -internado como estoy en un sanatorio- escribir en una computadora o escuchar o leer noticias. Era menester echar algo de luz sobre la podredumbre.
La primera vez que vi -y debí penosamente saludar- a este siniestro personaje fue en 2002, cuando vino integrando una generosa y bulliciosa comitiva nacional, acompañando a su ex colega fiscal Federico Luis Lanusse, designado por entonces interventor federal en Santiago del Estero por el gobierno del presidente Néstor Kirchner, a raíz del caos político en que se había sumido esta provincia a raíz del alevoso asesinato de dos jovencitas, al que no resultaron ajenos ciertas figuras del gobierno de entonces. La segunda fue, también por pura casualidad, en el amplio hall del aeropuerto de Ezeiza, cuandp yo me aprestaba con otros colegas a tomar un vuelo al Oriente Medio, y él otro a Nueva York, donde iba a reunirse -en visita no oficial y hasta clandestina- con el Consejo Mundial Judío, el nombre de fantasía con que opera en el mundo el pérfido gobierno sionista mundial.
Para ese entonces yo ya conocía en qué andaba Nisman. Estaba a cargo de la investigación del atentado a la Amia, siendo juez federal de la causa el doctor Galeano, luego destituído, cuando el gobierno argentino acababa de firmar con Irán una carta acuerdo -de carácter legal internacional- para que el país musulmán prestara toda la colaboración posible y necesaria a la investigación de aquel horroroso suceso. Nadie -o muy poca gente- sabía por entonces porqué Nisman (que es judío) se oponía tan ferozmente a ese acuerdo, al punto de llegar a polemizar en forma pública con el mismísimo Congreso de la Nación.
Un gran analista político internacional argentino, el compañero y amigo Adrián Salbuchi, ya había denunciado internacionalmente en varios medios importantes que el fiscal había recibido, a poco del atentado, una generosísima suma de dinero bajo poncho (una vulgar coima, si se quiere entender más claro), de parte del ex presidente Carlos Menem (entonces en funciones) y de su ministro del Interior Carlos Corach, generosísimo óbolo al que sumó su aporte nada menos que el entonces todavía presidente de la AMIA, el financistra Beraja, hoy preso y condenado por la quiebra fraudulenta del llamado Banco Mayo. ¿Y cuál había sido la moneda de canje de tan singular regalo? Pues que Nisman se abocara celosamente a investigar exclusivamente lo que por entonces se llamó "la pista iraní" del atentado, y desdibujara totalmente la posibilidad de una "pista argentina", que es donde a la postre estaban los verdaderos responsables de este clásico atentado de bandera falsa: ¡el propio zionconismo argentino, del cual Beraja era agente con grado de comandante!
Por entonces el fiscal Nisman, que ya había comenzado a ser mirado con cierto justificado recelo por la presidente Cristina Fernández de Kirchner, ya habia realizado por lo menos una docena de viajes a Estados Unidos, donde -según investigaron colegas norteamericanos, como Ray Suller y Frank Stiner, del USAToday- se reunia en forma secreta y clandestina con califcados agentes de la CIA, a quienes informaba de sus malandanzas, y de quienes recibía, también, generosos estímulos "en verde" para que continuara con esa gestión. Fue en uno de esos viajes en que entró a tallar en forma directa en el manejo de la investigación el Consejo Judío Mundial, que también -violando una cultura ancestral en la raza- adornaba al fiscal argentino con jugosos estipendios ilegales, por lo que éste, al regresar al país, no solía ni reclamar ni rendir viáticos de estadía ni de transporte.
Por ese entonces, otro patriota nacionalista argentino, el doctor Juan Gabriel Labaké, era el abogado defensor de los ciudadanos de origen iraní Alberto Kanoore Edul y Alberto Jacinto Kanoore Edul, arbitrariamente procesados por la Justicia Argentina en el caso del ataque terrorista contra la sede de la AMIA en julio 1994. Con todos los elementos institucionales jugando en su contra, Labaké sacó conclusiones muy rápidas y certeras: tras pasar por siete juzgados, generar legajos que totalizan más de un millón de fojas, con aberraciones que incluyen a un Juez Federal (Juan José Galeano) pagando u$s 400.000 en coimas (a Telleldin), provistos y coordinados por operadores del Estado de Israel en la Argentina (notablemente, la DAIA bajo la presidencia del hoy preso Rubén Beraja y su hoy quebrado Banco Mayo) para armar la mentira de la (inexistente) van “Trafic” blanca que permitiera inculpar a la policía bonaerense y, por extensión, a Siria y, por extensión a Hezbollah y, por extensión, a Irán, hoy llegamos al punto vergonzoso en que una “Justicia” deplorable y traidora (juez Canicota Corral y fiscales Nisman/Martinez Burgos), imponen todas las arbitrariedades necesarias para promover intereses y objetivos inmorales en nuestro país de una potencia extranjera: el Estado de Israel.
Vamos concluyendo. En cualquier país decente, a ésto se lo llamaría “Traición a la Patria”. En esta Argentina Colonia, se lo llama “Justicia” y “Memoria”... Toda la mentira urdida en torno al atentado de la AMIA, que ha colocado a la Argentina en una posición endeble y comprometida a nivel internacional -amén de que el gobierno Kirchner haya agredido gratuita a insolentemente a un país con el que manteníamos buenas relaciones (la República Islámica de Irán)- se basa sobre la existencia de una supuesta Renault “Trafic” blanca que habría sido utilizada como coche-bomba. Dado que la existencia de ese vehículo resulta clave para avalar la tesis oficial, a principios de agosto el Dr. Labaké había solicitado al Fiscal Nisman se adopten medidas para verificar su pre-existencia al terrible atentado de julio 1994. De esa “Trafic” blanca no se halló prácticamente nada salvo por algunos trozos y el block del motor (convenientemente hallado por un oficial israelí entre los escombros de la calle Pasteur 633, que (muy convenientemente) ¡portaba el número de fabricación!.
El Dr. Labaké manifestó / solicitó a Nisman, entre otras cosas:
1. Que hay sobradas sospechas de que jamás existió dicha “Trafic” que el fiscal Nisman asegura usaron los terroristas como coche-bomba;
2. Que la temeraria afirmación de que el atentado se hizo con ese coche-bomba es la base de la acusación contra los defendidos, señores Kanoore Edul;
3. Que, asimismo, la República de Irán ha rechazado los exhortos en los que se pidió la extradición de 8 diplomáticos y gobernantes suyos, entre otros motivos, por considerar que no existe prueba alguna de la existencia de la “Trafic” o de otro coche-bomba en dicho atentado;
4. Por ello, el Dr. Labaké solicitó a Nisman se proceda a excavar hasta 4 metros en el sitio donde se aduce estalló el coche-bomba, ya que el perito de parte Comandante (R) Osvaldo Laborda, afirma que los restos de la Traffic quedaron enterrados ahí por efecto de la explosión; y que
5. Tal como hizo la Corte Suprema de Justicia de la Nación con gran éxito, en el caso de la Embajada de Israel, se solicite a la Academia Nacional de Ingeniería designe tres de sus mejores especialistas en explosivos a fin de que efectúen una pericia científica para determinar dónde se produjo realmente la explosión en la AMIA: si afuera con un coche-bomba, o adentro del edificio.
Esta solicitud, de haber sido atendida por el hoy llorado suicida Nisman, habría resultado vital para la Causa Amia. Si se excavara en el lugar de los hechos y NO se hallaran los restos de la “Trafic”, entonces quedaría comprobado la NO existencia del supuesto coche-bomba, con lo que también se esfumaría la inexistente "pista" o “conexión iraní” armada por la SIDE, el fiscal Nisman y el "residual" gobierno Menem en base a “inteligencia” provista en octubre 2006 por los servicios de inteligencia de EE.UU. (CIA) y del Estado de Israel (Mossad), y que tanto desean “probar” el propio Estado de Israel, la AMIA, la DAIA, la CIA, el Departamento de Estado de EE.UU., las organizaciones sionistas locales y extranjeras, y los grandes multimedios locales.
Cobraría, entonces renovada fuerza la mucho más plausible CONEXIÓN ISRAELÍ. O sea, que la voladura de la AMIA (y de la Embajada en 1992), cobran una dimensión totalmente nueva y verosímil cuando se las inserta dentro del marco de las luchas intestinas del propio Estado de Israel en los años '90, que culminaron menos de 16 meses después del atentado a la AMIA con el asesinato del primer ministro Isaac Rabin en noviembre 1995, a manos de un terrorista judío de la ultraderecha sionista (Amir Ygal). A partir de entonces, se produjo el desplazamiento del laborismo más moderado en el gobierno israelí, que desde entonces ha quedado firmemente en manos de elementos extremistas de la ultra derecha fundamentalista, racista y violenta de los partidos Likud (Netanyahu) y Kadima (Sharon – Olmert), entre otros.
Contra todas estas evidencias hiperprobadas, el fiscal Alberto Nisman -ejemplarmente suicidado en nombre de su honorabilidad- ha decidido por decreto que la explosión en la AMIA se produjo afuera del edificio, y con un coche-bomba “Trafic”. De esta manera, Alberto Nisman ha debido regresar al oscurantismo dogmático y a Torquemada para resguardar la “historia oficial”… ¿Qué mejor, entonces, que zafar de la encrucijada -nuestro gobierno ya le había negado incuso viáticos para continuar viajando al exterior- que aparecer ante la gilada como un Quijote anticorrupción, comprometido nada menos a la propia presidente de la Nación en causas que nunca fueron ni son ni serán de su incumbencia? ¿Y a meses de las elecciones? ¿Y con la piel de los argentinos erizada de impaciencia e incertidumbre?...
Me gustaría despedir a Nisman en esta evocación de su republicana probidad, citando los últimos párrafos de la réplica que le mereció al doctor Labaké la negativa a su pedido de investigación. Creo que demuestran cabalmente qué escoria se ha ido a pasear desde anoche en la barca de Caronte:
"La sospecha es ineludible: ¿el señor fiscal está persiguiendo y discriminando a mis defendidos por ser ellos descendientes de árabes y de religión musulmana? Desconozco la religión que profesa el señor fiscal, pero hay dos datos de mucha envergadura, que son de público y notorio conocimiento y por demás sugestivos al respecto: en 2007 el señor fiscal asistió como “invitado especial” a la Asamblea Anual del “American Jewish Committee” (de activa militancia sionista y pro-Israel) para informar sobre la marcha de la investigación de esta causa; y en 2008 viajó a Tel Aviv (Israel) para rendir cuentas de la investigación nada menos que al presidente de la Suprema Corte de Justicia del ese Estado extranjero.
"Vale la pena recordar que el Estado de Israel nada tiene que ver ni hacer en la investigación judicial del atentado a la AMIA, pues esa mutual es una entidad argentina, constituida y registrada según la ley argentina, todos los muertos en el atentado eran argentinos y el delito se produjo en territorio argentino. Ante esa evidencia incontrastable, ¿cómo explica el señor fiscal los dos viajes suyos al exterior mencionados, y los dos informes rendidos ante políticos y funcionarios oficiales extranjeros? Y, además, ¿no es ello prueba muy sólida y, a la vez, explicación clara de la parcialidad anti-árabe y anti-musulmana con que está actuando el señor fiscal?
Lo dicho demuestra que el señor fiscal sufre de filias y fobias muy fuertes, que lo llevan a medir a tirios y troyanos con distinto rasero. A la SIDE le perdona todo, hasta el límite de la ilegalidad y del incumplimiento de deberes y del encubrimiento. Al American Jewish Committee y a la Corte de Israel le rinde pleitesía. Mientras a mis defendidos, que son argentinos descendientes de árabes y de religión musulmana, les niega hasta la más elemental investigación. ¿Actúa o no guiado por sus filias y sus fobias personales, ideológicas, étnicas, religiosas y/o políticas el señor fiscal en esta causa?
"Afortunadamente, el TOF3, la Cámara de Casación y la Corte Suprema no establecieron también por decreto que el sol gira alrededor de la tierra, porque en ese caso el señor fiscal ya habría condenado nuevamente a Galileo Galilei a morir en la hoguera de la discriminación por motivos religiosos y/o étnicos. Por todo lo dicho, solicito que se revea la negativa del señor fiscal y se efectúen las indispensables y sensatas investigaciones mencionadas. Lo solicito, en realidad, sólo por llenar una formalidad, pues no creo que nada en el mundo haga actuar al señor fiscal según la lógica, la razón y el Derecho, mientras deba rendir cuentas de su conducta al American Jewish Committee y a la Corte Suprema de Israel. El señor fiscal sabe, como todo el mundo, que ésos no perdonan, y menos a los suyos".
Claramente, gracias a los Caballos de Troya a los que hemos franqueado el ingreso por ceguera e ignorancia, nuestra afligida Argentina hoy no sólo es una colonia financiera de la usura internacional, sino también una colonia política del sionismo y del propio Estado de Israel.
© DOMINGO SCHIAVONI - BUENOS AIRES - SANTIAGO DEL ESTERO
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