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lunes, 24 de marzo de 2014

"Reflexiones de hace varios años que me parece que a pesar del tiempo transcurrido no han perdido actualidad

"Reflexiones de hace varios años que me parece que a pesar del tiempo transcurrido no han perdido actualidad
23 de Marzo de 2009 a la(s) 12:13
Escrita el 28 de marzo de 2005 como Carta de lectores a La Nación y que no fue publicada 

Señor Director :
En 1976 algunos amigos me acusaban de "Gorila" por desear fervientemente que el golpe que se anunciaba no se produjera.
29 años después sigo lamentando que se haya producido.
Como cada 24 de marzo me surgen preguntas cuya respuesta honesta creo que sería útil encontrar.
1.) Si hay continuidad en la responsabilidad del Estado por acciones realizadas por los sucesivos gobiernos, hayan sido éstos legítimos o no ¿ porqué no hay continuidad en el tiempo de la responsabilidad de los partidos políticos que han gobernado o participado del poder aunque estén representados por distintas personas ?
2.) Si el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional no hubiera existido ¿ quiénes se hubieran tenido que responsabilizar por el desorden que imperaba en el país en ese entonces ?
3.) Si las Fuerzas Armadas justificaron su accionar antisubversivo en un decreto del gobierno constitucional, ¿ qué necesidad había de derrocarlo para después cumplir sus órdenes ?
4.) ¿ A quienes benefició políticamente la ruptura del orden institucional que, aunque precariamente, existía el 24 de marzo de 1976 ?
5.) ¿ Es verdad que el "Terrorismo de Estado" comenzó con el golpe ?
6.) ¿ Qué responsabilidad les cabe a mis nietos, que todavía no nacieron, en lo ocurrido en todos estos años para que se tengan que hacer cargo de cuestionables indemnizaciones, que se agregan a los US$ 1.600.000.000.- ( mil seis cientos millones de dólares ) ya pagadas, otorgadas a sólo algunas seleccionadas víctimas de lo que por acción u omisión, hicimos posible varias generaciones de argentinos ?
7.) ¿ Existirá la posibilidad de que creemos un partido nacional que defienda impúdicamente los principios que le dieron razón de ser a la República Argentina ?

Marcelo Jaroslavsky
email : mjaroslavsky@tutopia.com

Escrita el 18 de marzo de 2006 como Carta de lectores a La Nación y que no fue publicada

Señor Director :
El inesperado feriado propuesto por el presidente y disciplinadamente votado por ambas Cámaras no obstante su, en mi opinión, impertinencia (Según el viejo diccionarios Kapeluz consultado : impertinencia : importunidad enfadosa / de: impertinente : que no viene al caso), puede, no obstante, ser la oportunidad para reflexionar sin miradas sesgadas, las que sin duda les costarán más a algunos que a otros, sobre los hechos de las últimas décadas y los tiempos por venir.
Por ejemplo :
1.) A los legisladores de 1976 sobre por qué no usaron el mismo instrumento recientemente empleado por los de la Ciudad de Buenos Aires, para liberarnos, por las vías institucionales, de una presidente a todas luces inepta.
2.) A todos en general sobre si es lo mismo estar dispuesto a dar la vida por las propias ideas que estar decidido a matar para imponerlas.
3.) Pensemos si no representa un adelanto que la interna peronista se resuelva, aunque manipulando las leyes electorales, en las urnas en vez de hacerlo a los tiros como en los ´70 como en Ezeiza ó asesinando a los enemigos internos como hacían los Montoneros y la Triple A comandada por el secretario privado del autotitulado "León Herbíboro".
4.) Considerar si no es mucho más conducente para alcanzar la definitiva reconciliación entre los argentinos recuperar el pasado respetando la verdad en vez de manipular la memoria para autojustificarse.
Hace 153 años bajo el lema " Ni vencedores, ni vencidos", pudieron configurar la Argentina moderna que ya varias generaciones de argentinos hemos logrado casi destruir.
Ojalá que la conmemoración del 24 de marzo nos motive para alcanzar el reencuentro ya impostergable.

Marcelo Jaroslavsky
mjaroslavsky@arnet.com.ar

Escrito durante un debate sobre el peronismo que tuvo lugar en la página del Foro Republicano el 9 de julio de 2007

Como dije en mi anterior escrito, el peronismo sigue existiendo gracias a los que diciéndose no peronistas viven especulando con captar votos peronistas mediante pactos que no se si calificarlos de espurios ó estúpidos.
Muchos de los que escriben en este foro se la pasan reivindicando un pasado vergonzoso durante el cual se violaron todos los principios que los liberales pretendemos defender.
En mi opinión a sectores de las fuerzas armadas y al peronismo, que esos sectores siempre apañaron, les debemos la guerrilla y la lamentable manera en que fue combatida cuando se les fue de las manos. Quien haya leído los libros de Jean Larteguy sobre las guerras coloniales francesas no podrá dejar de reconocer su símil en la metodología utilizada en la Argentina.
Yo estaba encargado de un campo en Santiago del Estero cuando se llevó adelante el Operativo Independencia a cargo del general Acdel Vilas a quien, si la memoria no me falla, los peronistas en alguna época lo reivindicaban como un héroe propio. Parece que con el tiempo pasó a ser políticamente inconveniente ese reconocimiento.
Fue durante el Operativo Independencia que se produjo el cambio de la edad a los conscriptos que pasaron a ser incorporados a los 18 años.
Mi mujer daba cátedras en un colegio secundario en Pinto un pueblo que quedaba a 45 km del campo donde vivíamos.
Dado el cambio de edad de reclutamiento ocurrió que ex alumnos de Ana fueron enviados al monte en Tucumán donde cubrían períodos de 3 meses. Yo tuve oportunidad de hablar especialmente con uno que me contó cómo operaba el Ejército durante ese operativo. Luego de superar una etapa en la que había sectores del monte donde no se animaban a entrar, comenzó el Operativo y me contaba este chico que no tomaban prisioneros. A los que tomaban los torturaban hasta que contaban hasta lo que no sabían y después los mataban.
Esa misma metodología se usó en todo el país, no sólo en Tucumán.
Con esto quiero decir que el problema de los desaparecidos, que empezó en el gobierno peronista con López Rega y siguió con los métodos represivo utilizados por las Fuerzas Armadas que para perfeccionar sus desatinos produjeron el golpe de marzo de 1976 que sirvió para darle sobre vida a un peronismo agotado por su corrupción intrínseca y su incapacidad de funcionar institucionalmente.
Qué hacer con el peronismo no sería un dilema si hubieran dejado que se autodestruyera.
Pasó lo que pasó y el peronismo sigue en las mismas : una parte lo sigue a Kirchner y el resto sigue buscando la manera de volver al poder. 
Como hace más de 50 años el problema es el mismo y los oportunistas siguen dándole de comer.
Los que nos sentimos liberales en primer lugar le debemos respeto a cada uno de nuestros conciudadanos sin importar su condición. Es una profunda contradicción filosófica pretender captar votos alquilados por algún puntero o caudillo.
El problema de los verdaderos liberales es que existen límites éticos en los procederes políticos aceptables. "

Marcelo Jaroslavsky

Montoneros: los verdaderos responsables de la dictadura

Montoneros: los verdaderos responsables de la dictadura
CAUSAS Y (DESASTROSAS) CONSECUENCIAS

En la Argentina, el pasado siempre está en debate, por lo tanto, cada época, cada generación, debe establecer su vínculo con el pasado.


Seguramente hay un pasado que está allí y que tendremos que dar cuenta de él.
Al comienzo de la democracia, con Alfonsín, se leyó la dictadura de una manera; y se la leyó pensando que aquellos que habían sido víctimas de la dictadura habían sido inocentes ciudadanos que no tenían ninguna otra posibilidad que ser carne de cañón de esa dictadura, y se hizo invisible lo que había sido la lucha social, la lucha política, la lucha sindical, las militancias de los años 60 y 70 de quienes no eran terroristas, porque era necesario, simplemente, mostrar el núcleo de criminalidad de los militares haciendo abstracción de todas las cosas.
 Según Karl Marx, la historia se da dos veces, la primera como tragedia y la segunda como comedia, o como farsa. Ojala en la Argentina se repita la frase de Marx, y que estemos frente a una farsa, la de este gobierno, y no de una tragedia, porque es precisamente este gobierno el que está creando las condiciones de una nueva violencia y de una apropiación terrorista de la memoria de los derechos humanos.
Ese es un punto de debate central, porque fueron precisamente los terroristas, a través de una acción militar, la operación del domingo 5 de octubre de 1975, cuando la organización guerrillera Montoneros realizó un ataque al Regimiento de Infantería de Monte 29, de Formosa, lo que determinó el comienzo de la guerra y lo que derivó en el golpe militar del 24 de marzo de 1976.
No fueron ni los intereses monopólicos, ni el establishment, ni el imperialismo norteamericano, ni la situación de América Latina, ni el golpe de estado en Chile, ni las impunidades genocidas de la derecha argentina, no. La dictadura militar fue el producto de una generación loca, de una generación que no entendía nada y que quería hacer una especie de revolución abstracta, y los militares intentaron, con todos sus excesos, poner orden en una casa desordenada.
Este es un debate fundamental, es un litigio por el pasado, que no es solo el litigio en torno a los años de la dictadura o la figura progresista.
Hoy, ser progresista frente Astiz es muy fácil; hoy cualquiera puede denunciarlo, pero el problema es cómo discutir más en profundidad, cómo se ha liquidado la democracia y los intereses sociales y populares en el país a lo largo de gran parte de la historia.
Si no hubiese existido esa generación de “jóvenes idealistas” adoradores del Che, que estaban convencidos de que había que imponer, sea como sea, por la fuerza, matando a quien sea, un régimen comunista al mejor estilo cubano, no hubiese existido ninguna dictadura ni ningún “proceso de reorganización nacional”.

Pablo Dócimo

domingo, 23 de marzo de 2014

Frases celebres sobre los años 70

Frases célebres sobre los años ‘70

 


1.- “Mi hermana no era una chica ingenua quien peleaba por el boleto estudiantil. Ella era toda una militante convencida. En el departamento donde cayó se guardaba el arsenal de la UES de La Plata”. Jorge Falcone - Montonero, sobre el tema de la famosa “noche de los lápices” y la muerte de su hermana Claudia, montonera (la UES, Unión de Estudiantes Secundarios, era el brazo de Montoneros en las escuelas secundarias).
2.- “Tenemos que derrotarlos. No tenemos que olvidar lo que pasó. Si estamos aquí es porque no nos han vencido”. Estela de Carlotto, presidente de “Abuelas de Plaza de Mayo”.
3.- “El ejército Montonero aniquila!!”. Parte de Guerra, 29/6/1977.
4.- “Nos equivocamos. Debimos matar a López Rega y no a Rucci”. Miguel Bonasso (alias “Cogote”), Oficial Montonero, hoy Diputado Nacional.
5.- “El General Videla me dio una excelente impresión. Se trata de un hombre culto, modesto e inteligente. Me impresionó la amplitud de criterio y la cultura del Presidente”. Ernesto Sábato - Escritor y ex-Presidente de la CONADEP.
6.- “Creo que para lograr la patria socialista vamos a tener que matar a no menos de un millón de personas.” - Roberto “Roby” Santucho, Comandante en Jefe del ERP, a su hermano Asdrúbal, oficial del ERP.
7.- “El objetivo perseguido por estos grupos minoritarios es el pueblo argentino, y para ello llevan a cabo una agresión integral. La decisión soberana de las grandes mayorías nacionales de protagonizar una revolución en paz y el repudio unánime de la ciudadanía, harán que el reducido número de psicópatas que va quedando sea exterminado uno a uno por el bien de la República.” - Juan Domingo Perón, Presidente de la Nación (julio, 1973).
8.- “Es imprescindible por encima de todo mantener vivo nuestro odio y aumentarlo hasta el paroxismo. Odio como factor de lucha, odio intransigente al enemigo, odio capaz de llevar al hombre más allá de sus límites naturales y transformarlo en una fría, selectiva, violenta y eficaz máquina de matar.” - Ernesto “Che” Guevara, guerrillero internacional, asesino y genocida.
9.- “Cuidado con sacar los pies del plato, porque entonces tendremos el derecho a darles con todo. No admitimos la guerrilla” - Juan Domingo Perón, Presidente de la Nación, (Agosto, 1973) a los líderes de montoneros.
10.- “Nosotros no queríamos un régimen democrático en la Argentina. Nos proponíamos un Estado socialista y estábamos convencidos de que un Estado socialista sólo podía ser conquistado por la fuerza de las armas” - Luis Mattini (alias de Arnoldo Kremer), segundo jefe del ERP.
11.- “Nosotros creíamos que tirándole al “viejo” [Perón] un fiambre sobre la mesa íbamos a poder negociar en mejores condiciones” - Mario Firmenich, Comandante de Montoneros, septiembre de 1974 (sobre el asesinato de Ignacio Rucci, Secretario General de la CGT).
12.- “Hacían falta armas para Tucumán, nosotros queríamos formar una fuerza militar capaz de derrocar al poder real.” - Enrique Gorriarán Merlo, Oficial del ERP, sobre el ataque a la guarnición de Azul en enero de 1974.
13.- “El aniquilar cuanto antes este terrorismo criminal es una tarea que compete a todos los que anhelamos una patria justa, libre y soberana.” - Juan Domingo Perón - Presidente de la Nación (enero, 1974).
14.- “Nosotros vamos a proceder de acuerdo con la necesidad, cualesquiera sean los medios. Si no hay ley, fuera de la ley también lo vamos a hacer violentamente. Porque a la violencia no se le puede oponer otra cosa que la propia violencia.” - Juan Domingo Perón - Presidente de la Nación (octubre 1973), con relación a la guerrilla.
15.- “Obviamente Montoneros tenía un objetivo, la construcción del socialismo, y este objetivo no tenía nada que ver con el objetivo que tenía Juan Perón.” - Miguel Bonasso, alias “Cogote”, oficial montonero y hoy diputado nacional.
16.- “Verbitsky participó en un episodio militar que en su momento conmocionó al país, el atentado con explosivos al Edificio Libertador cuyos resultados fueron catastróficos ya que no hubo víctimas militares, sino civiles inocentes.” - Juan Manuel Zverko, montonero, en declaración judicial.
17.- “Es determinación del Gobierno no dejar de hacer absolutamente nada de lo que esté dentro de nuestras facultades y nuestro poder de decisión, hasta alcanzar su más completo exterminio.” - Tomás Vottero, Ministro de Defensa (diciembre, 1975, con referencia a la guerrilla).
18.- “General, ¿van a dar el golpe? Si van a hacer lo que yo pienso, háganlo lo antes posible.” - Ricardo Balbín, Unión Cívica Radical al General Videla (diciembre, 1975).
19.- “Si las Fuerzas Armadas vienen a poner orden y estabilidad, bienvenidas sean!” - Jorge Antonio, dirigente justicialista (20 de marzo, 1976).
20.- “Las Fuerzas Armadas no hicieron más que aceptar un pedido general, tácito y/o expreso, de la ciudadanía para encarar con su intervención una crisis de supervivencia de la Nación que las instituciones formales y las organizaciones civiles demostraron ser incapaces e impotentes de resolver.” - Jorge Paladino, Secretario General del Partido Justicialista (mayo, 1976).
21.- “La tortura es una anécdota. Cualquiera es capaz de torturar en una situación extrema. Si ellos hubieran peleado con el Código bajo el brazo, perdían la guerra.” - Rodolfo Galimberti, Oficial Montonero.
22.- “La delación es el óxido que destruye una organización clandestina. Si no existiera la posibilidad de la delación, no sería posible destruir una organización clandestina.” - Mario Firmenich, Comandante Montonero.
23.- “Habrá habido alguno que otro desaparecido que no tenía nada que ver; pero la inmensa mayoría eran militantes y la inmensa mayoría eran montoneros. A mí me hubiera molestado muchísimo que mi muerte fuera utilizada en el sentido que un pobrecito dirigente fue llevado a la muerte.” - Mario Firmenich, Comandante Montonero (marzo, 1991).
24.- “Coincido con Videla. Fue una guerra.” - Mario Firmenich, Comandante Montonero.
25.- “Los subversivos no son delincuentes sino combatientes, integrantes de un Ejército Revolucionario del Pueblo, alzado en armas en rebelión abierta, en operaciones; en síntesis, fue una guerra.” - Raúl Alfonsín, ex-Presidente de la Nación.
26.- “General, el país necesita un baño de sangre para purificarse.” - Ernesto Sábato, escritor, ex-presidente de la CONADE, al General Videla , mayo, 1976.
27.- “Necesariamente ha de coincidirse en que la privación de la libertad impuesta al beneficiario de este recurso encuentra su legitimidad en la misma Constitución Nacional indudablemente reformada por el Estatuto para el Proceso de Reorganización Nacional, el que constituye una norma de idéntica jerarquía que la contenida en el art. 23 de aquélla, en cuanto faculta al Poder Ejecutivo Nacional para arrestar personas a su exclusiva disposición, en tanto las circunstancias excepcionales por las que atraviesa el país así lo aconsejen.” - Julio Strassera, Fiscal Federal nombrado por la Junta Militar el 23 de abril de 1976 y luego Fiscal en el Juicio a los Comandantes, al rechazar un recurso de habeas corpus presentado por los familiares de Jorge Cepernic (Montonero) detenido por el Gobierno Militar.
28.- “Para nosotras la legalidad no existe. Ni siquiera pagamos impuestos.” - Hebe de Bonafini, presidente de “Madres de Plaza de Mayo”; entrevista en internet, enero 5, 2007.
29.- “Considerando: Que el país padece el flagelo de una actividad terrorista y subversiva que no es un fenómeno exclusivamente argentino”; “... Que tal internacionalización dificulta en gran medida la total represión del terrorismo y el proceso de pacificación argentino, lo que exige tomar medidas tendientes a ese objetivo.” - Considerandos Decreto 2452/75 del Poder Ejecutivo Nacional de proscripción de la banda Montoneros.
30.- “Bueno... nosotros también teníamos que matar a alguien.” - Hebe de Bonafini, presidente de “madres de plaza de Mayo”, al disertar sobre la fuga de Trelew (1972) de jefes terroristas y en respuesta a un alumno primario que le hizo notar que en la huída habían matado a un guardia cárcel.
31.- “Mi tarea ese día consistía en atravesar todo Buenos Aires trasladando en un “rapiflet” el mimeógrafo y un abultado paquete de originales de “Evita Montonera” hasta una parroquia de la calle Estomba. Tiempo después el grupo de sacerdotes que me recibieron, conocidos hoy como víctimas de la intolerancia religiosa, sumaron sus nombres a la vasta nómina de mártires montoneros” - Ernesto Jauretche, oficial primero montonero, Revista “3 Puntos”, 20/04/2000, sobre los sacerdotes palotinos muertos en Belgrano.
32.- “Los pueblos tenemos el derecho a la violencia si queremos una revolución. Ya lo dijo Fidel: una revolución sin armas no es una revolución, es una cagada. El pueblo estará feliz cuando la revolución esté en marcha.” - Hebe de Bonafini (26/06/2003).
33.- “Nuestra estrategia consiste en la toma del poder por el pueblo a través de la lucha armada. Este objetivo presupone previamente la eliminación de las organizaciones políticas, económicas y administrativas del régimen y el aniquilamiento físico de sus fuerzas de represión.” Montoneros, “Manual de Táctica Urbana”.
34.- “Tira mierda contra todos como si él meara agua bendita.” - Rodolfo Galimberti, oficial montonero, refiriéndose a Horacio Verbitsky, alias “el perro”, oficial montonero.
35.- “Tu hijo fue un guerrillero y tenés que estar orgullosa de eso!” - Hebe de Bonafini a otra “madre de Plaza de Mayo” que sostenía que su hijo “no había hecho nada”.
36.- “Es verdad; formábamos parte de una organización que mataba y ponía bombas.” - Miriam Lewin, montonera, luego periodista de investigaciones de Canal 13, a quien su propio padre calificó de “puta y guerrillera”.
37.- “El 17 de junio volví a entrar a la casa. A las 18:40 horas pedí permiso para ir al baño donde puse en marcha el mecanismo de tiempo de la bomba. Después entré al dormitorio de los padres de María Graciela y la coloqué debajo de la cama, del lado que ocuparía el Jefe de Policía. Pero al salir volví sobre mis pasos y la corrí un poco hasta ubicarla justo donde apoyaría la cabeza; a ver si todavía fallaba!” - Ana María González, 18 años, terrorista montonera, al relatar a una revista española el asesinato del General Cesáreo Cardozo.
38.- “... 1.- Que reitera su más terminante repudio a la violencia criminal que está asolando el país con diversas formas de terrorismo y guerrilla en perjuicio de toda la población; intimidación pública; atentados domiciliarios y callejeros, a menudo causantes de víctimas inocentes; asesinatos de miembros de las Fuerzas Armadas, de Seguridad y de Policía; ejecuciones masivas, sistemáticas y sádicas de civiles; asaltos insensatos a unidades militares, con una espantosa secuela de víctimas.” - Declaración de la Cámara de Diputados de la Nación tras el asalto al Regimiento 29 de Infantería de Formosa por Montoneros (28 muertos); Diario de Sesiones 1974, pág. 4920.
39.- “Nadie puede ya dudarlo. La guerra revolucionaria se ha generalizado en la Argentina. Todo el país está en guerra y se trata de una guerra total y en todos los dominios.” - Roberto Santucho en “Estrella Roja”, publicación oficial del ERP, 1975.
40.- “El único y verdadero terrorismo es el que se ejerce desde el Estado.” - Hebe de Bonafini, presidente de “madres de Plaza de Mayo”.
41.- “La inmensa mayoría de los argentinos rogaba casi por favor que las fuerzas armadas tomaran el poder. Todos deseábamos que se terminara ese vergonzoso gobierno de mafiosos” - Ernesto Sábato, escritor, ex -presidente de la CONADEP, tras la asunción del Gobierno Militar en marzo de 1976.
42.- “A la clase obrera y al pueblo argentino: Comunicamos que en el día de la fecha la Unidad Levit-Rubel de la Compañía Guillermo Pérez del ERP procedió a cumplir la orden de ajusticiamiento del Director de la fábrica de carrocerías Fiat Concord, Ingeniero Pedro Rota” - Parte de Guerra del ERP, 04/05/1976.
43.- “Tuvimos actitudes soberbias, como cuando le entregamos la lista de ministros a Cámpora y a Perón.” - Nilda Garré, montonera, actual Ministra de Defensa de la Nación, ex-concubina de Juan Manuel Abal Medina, fundador de montoneros.
44.- “El primer objetivo de la revolución popular en el continente es la toma del poder mediante la destrucción del aparato burocrático-militar del Estado y su reemplazo por el pueblo armado para cambiar el régimen social y económico existente. Dicho objetivo es solo alcanzable mediante la lucha armada.” - De la Declaración Final de la Reunión de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS), La Habana, Cuba, 1967. Firmaron por Argentina: John William Cooke, Roberto Quieto, Norma Arrostito, Fernando Abal Medina. Asistieron todos los jefes máximos de las posteriores guerrillas terroristas ERP y Montoneros.
45.- “Llegado el año 1969, el movimiento, aprovechando toda su experiencia de lucha, comienza a pasar a la ofensiva. Es el comienzo de la guerra por el poder” - Publicado en “Cristianismo y Revolución” de septiembre de 1971, órgano de prensa de Montoneros, dirigido por el montonero Juan García Elorrio.
46.- “Para ir destruyendo paulatinamente la fuerza oponente se necesita construir un ejército popular de carácter regular. Ese es el objetivo al que se dirige la iniciación de la guerrilla rural. La actividad de ésta debe asegurar la existencia de unidades que disputen el terreno y logren, en determinado lapso, la existencia de bases de apoyo y posteriormente zonas liberadas.” - Revista “El Combatiente”, órgano oficial del ERP, junio de 1974.
47.- “Tu hermana y vos eran montoneros convencidos? Sí. Nadie nos usó y nadie nos pagó. No fuimos perejiles como dice la película de Héctor Olivera, que yo mismo asesoré hasta done pude. Fuimos a la conquista de la vida o la muerte.” - Pregunta de la periodista montonera Viviana Gorbato y respuesta de Jorge Falcone, montonero, sobre él mismo y su hermana Claudia Falcone, montonera, muerta en la llamada “Noche de los Lápices”.
48.- “Cuando se dio la película, yo fui llevado en andas con Pablo Díaz, el sobreviviente, del cine al Obelisco. Allí dije que mi hermana estaba en la clandestinidad con documento trucho, que respondía a una orgánica revolucionaria. Esto puso a todos nerviosos. No querían escuchar esas cosas. Mi hermana no era una Caperucita Roja a la que se tragó el lobo. Era una militante revolucionaria.” - Jorge Falcone, montonero, hermano de Claudia Falcone, sobre el día del estreno de la película “La Noche de los Lápices” de Héctor Olivera
49.- “El cobarde asesinato constituye un acto de salvajismo perpetrado por las fuerzas apátridas e integradas por cobardes mercenarios que atentan contra la Patria y su pueblo”. - Comunicado Conjunto del Comando Superior Justicialista y del Consejo Nacional Justicialista, tras el asesinato del Gral. Cáceres Monié y su esposa por montoneros (diciembre, 1975).
50.- “Los partidos Unión Cívica Radical, Revolucionario Cristiano, Popular Cristiano, Línea Popular, Comunista, Socialista Popular, Intransigente y Socialista Democrático, manifiestan su más enérgica protesta a estas acciones y en especial su condenación al hecho incalificable de la muerte del Gral. Cáceres Monié y su esposa”. - Declaración Conjunta tras el asesinato de los nombrados por montoneros (diciembre, 1975).
51.- “Perón perdió la serenidad y se colocó sin simulaciones a la cabeza de la cruzada contrarrevolucionaria, haciendo de la lucha antiguerrillera el centro de la política gubernamental” - Roberto Santucho, comandante en jefe del ERP, en Revista “El Combatiente”, órgano de prensa del ERP (30/1/74).
52.- “Se Formó la Junta Coordinadora Revolucionaria, Integrada por el ERP de Argentina, Tupamaros de Uruguay, el ELN de Bolivia y el MIR de Chile.” - Título de la Editorial de la Revista “El Combatiente”, órgano de prensa del ERP, firmada por Benito Urteaga, oficial del ERP (13/2/74).
53.- “Es auspicioso que el primer acto que realizamos sea para restablecer el pleno ámbito de la libertad en la Argentina y para contribuir a la pacificación nacional”. Fernando de la Rúa, senador nacional y luego Presidente de la República, al votar la extemporánea Ley de Amnistía el 27 de mayo de 1973, tras la asunción presidencial de Cámpora, y que liberó a los terroristas presos en Devoto.
54.- “Si uno se preocupa por las vidas no hace política. Hacer política es preocuparse por el poder, no por las vidas.” - Mario Firmenich, Comandante de Montoneros.
55.- “El guerrillero urbano no es un mero espectador agazapado en la especulación de los hechos sociales y políticos, sino que su misión radica también en sabotear la producción para ayudar al proceso de deterioro económico general.” - “Minimanual del Guerrillero Urbano” de Carlos Marighela, terrorista brasilero; lectura obligatoria de los miembros de ERP y Montoneros.
56.- “Las modalidades de acción que el guerrillero urbano puede llevar a cabo son las siguientes: asaltos, incursiones o invasiones, ocupaciones, emboscadas, táctica de calle, huelgas, robo de armas y municiones, rescate de presos, ajusticiamientos, secuestros, sabotajes, terrorismo, propaganda armada y guerra de nervios.” - “Minimanual del Guerrillero Urbano” de Carlos Marighela, terrorista brasilero fundador de la Alianza de Liberación Nacional (ALN), grupo guerrillero urbano que operó en Brasil.
57.- “El compañero ametralladorista remata con un tiro a la cabeza, retorna al auto. Inmediatamente, el compañero le dispara a quemarropa un escopetazo y otro tiro de gracia con un revólver calibre 38”. - Parte de Guerra del ERP, “Ejecución de Oficialidad Enemiga”, 1/12/74, sobre el asesinato del Capitán Humberto Viola en Tucumán.
58.- “Se ha olvidado en el extranjero que cuando los militares argentinos lanzaron su campaña contra el terrorismo en marzo de 1976, la sociedad y el Estado estaban al borde del colapso, que el terrorismo comenzó al final del año 1961 y había alcanzado proporciones que hacen aparecer los secuestros en Alemania Occidental y los disparos a las piernas de Italia como juegos de niños contra la sociedad.” - De un Artículo publicado en el diario “Times” de Londres sobre la situación argentina, noviembre de 1977.
59.- “Hoy a la mañana fui a La Tablada. Quienes estuvimos allí asistimos a un espectáculo estremecedor. Era una pesadilla. La muerte. Otra vez la muerte. La brutalidad, la barbarie. A cada metro encontramos expresiones tangibles de la dimensión de la agresión que había sufrido no solo un regimiento, sino el conjunto de los argentinos.” - Raúl Alfonsín, Presidente de la Nación, 24/1/89, tras el ataque al Regimiento 3 de Infantería Mecanizada con asiento en La Tablada por una coalición de terroristas (Movimiento Todos por la Patria) liderados por Enrique Gorriarán Merlo (ERP) y el abogado Jorge Baños fundador del CELS y denunciante ante la CONADEP.
60.- “No quiero flores para mis hijos. Que vayan para los soldados y policías, ellos se las merecen ...” - Ángel Horacio Luque, padre de dos guerrilleros muertos en el ataque terrorista al Regimiento de La Tablada; enero de 1989.
61.- “Lo importante es dar al Movimiento los elementos teóricos y prácticos que, mediante el desarrollo de la violencia revolucionaria, nos conduzca a la toma del poder.” - Revista “Cristianismo y Revolución”, Nro. 13, abril de 1969; publicación dirigida por Juan García Elorrio, ex-seminarista y montonero.
62.- “En su primera etapa, la lucha armada será esencialmente una guerra civil, y se irá transformando, paulatinamente, en una guerra esencialmente antiimperialista.” - Acta del IV Congreso del PRT (brazo político del ERP), 25/2/68).
63.- “Perón es un bonapartista, nacionalista y fascista, y el movimiento peronista un engaño para el pueblo.” - Roberto Mario Santucho, comandante en jefe del ERP.
64.- “La guerra popular debe ser total, nacional y prolongada. Presupone la destrucción del Estado capitalista y de su ejército como hechos previos a la toma del poder por el pueblo.” - Revista “Cristianismo y Revolución”, dirigida por Juan García Elorrio, ex seminarista y montonero (Nro. 28, 1971).
65.- “La guerra del pueblo implica la organización de un ejército del pueblo que, llevando a cabo la metodología de la guerra revolucionaria, se plantea un objetivo político: la toma del poder.” - Documento Político Nro.1 de las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP), grupo terrorista que se fusionó luego con Montoneros.
66.- “Nuestra guerra revolucionaria es una guerra nacional, es una guerra popular de masas que se asienta sobre dos elementos militares principales: la lucha armada en el campo, con sus características de guerra de guerrillas primero y de movimientos después, y la lucha armada en las grandes ciudades, con un desarrollo que a partir de acciones de recuperación y resistencia llega a operaciones de aniquilamiento.” - Resolución del V Congreso del PRT-ERP, 30/7/70.
67.- “El Gobierno que el Dr. Cámpora presidirá representa la voluntad popular. Respetuosos de esa voluntad, nuestra organización no atacará al nuevo gobierno mientras éste no ataque al pueblo y a la guerrilla. Nuestra organización seguirá combatiendo militarmente a las empresas y a las fuerzas armadas contrarrevolucionarias.” - Comunicado público del ERP tras la elección nacional de 1973 que designó a Héctor J. Cámpora como Presidente de la República Argentina.
68.- “Nuestra estrategia sigue siendo la guerra integral, es decir la que se hace en todas partes y por todos los medios con la participación de todo el pueblo en la lucha y utilizando los más variados medios de acción, desde la resistencia civil, pasando por las movilizaciones, hasta el uso de las armas.” - Comunicado conjunto de Montoneros y las FAR (9/6/1973), menos de un mes después de la asunción del gobierno constitucional de Héctor J. Cámpora.
69.- “Estos errores son producto de un ensoberbecimiento aristocrático de la guerrilla, que la caracteriza como guerrilla anti-pueblo.” - Carlos Mujica, sacerdote “tercermundista”, con referencia al asesinato por montoneros del Secretario General de la CGT José Ignacio Rucci (23/7/1973) dos días después de la elección nacional que consagró a Juan Perón como Presidente de la República en lugar de Héctor J. Cámpora.
70.- “El aniquilar cuanto antes este terrorismo criminal es una tarea que compete a todos los que deseamos una patria justa, libre y soberana, lo que nos obliga perentoriamente a movilizarnos en su defensa y empeñarnos decididamente en la lucha a que dé lugar.” - Juan D. Perón, Presidente de la Nación, enero de 1974, respecto de la guerrilla terrorista.
71.- “Siempre pensé en mis hijos como guerrilleros y revolucionarios con gran orgullo. Si el museo no va mostrar cómo fue esa organización revolucionaria, las luchas que se libraron, los hechos que se realizaron, no sirve.” - Hebe de Bonafini, presidente de “madres de Plaza de Mayo”, con relación al “Museo de la Memoria” que se prevé instalar en el predio de la ESMA.
72.- “Porque allí, como ustedes lo habrán visto por alguna comunicación que habrá obtenido ayer alguna agencia de noticias, se pretendía hacer creer que se estaba en vísperas de un golpe y que esto se hacía para salvar a los argentinos de un golpe. Esta es una patraña, una novela.” - Raúl Alfonsín, Presidente de la Nación, a periodistas sobre el ataque al Regimiento 3 de Infantería de La Tablada por guerrilleros del Movimiento Todos por la Patria (MPT), enero 1989.
73.- “No podemos negar que muchos de nuestros hijos estaban en la revolución armada y me parece sano que yo lo diga, hay algunos que lo niegan, porque cada vez estoy más convencida de que tenían razón.” - Hebe de Bonafini, presidente de madres de Plaza de Mayo.
74.- “El alevoso asesinato del Secretario general de la CGT, señor José Ignacio Rucci, a pocas horas del pronunciamiento masivo de la ciudadanía por la reconstrucción nacional y la convivencia en paz, es la respuesta criminal de quienes -al servicio de oscuros intereses antipatrióticos- han resuelto entorpecer mediante la violencia, el proceso de liberación en curso.” - Raúl Lastiri, Presidente Provisional de la Nación, tras el asesinato por Montoneros de José Ignacio Rucci (Operación “Traviata”) en septiembre de 1973.
77.- “Un crimen tremendo tiene en luto a toda la República. El Secretario General de la CGT ha caído en una emboscada y ha sido presa de las balas criminales.” - Antonio Tróccoli, diputado por la UCR, en la sesión de la Cámara del 27 de septiembre de 1973, con relación al asesinato de José Ignacio Rucci por Montoneros.
78.- “La inmensa mayoría de los presos políticos que poblaban las cárceles de la dictadura militar eran combatientes de las organizaciones guerrilleras.” - Miguel Bonasso, alias “Cogote”, oficial Montonero, en su libro “El Presidente Que No Fue”.
79.- “El paso dado por los militares da comienzo a un proceso de guerra civil abierta que significa un salto cualitativo en el desarrollo de nuestra lucha revolucionaria.” - Roberto “Roby” Santucho, Comandante en Jefe del ERP, tras la toma del poder por los militares en marzo de 1976; la guerra civil, ya se había iniciado en 1970 por la guerrilla del ERP y antes por Montoneros y otros grupos terroristas (FAR, FAP, Descamisados).
80.- “El 2 de julio, a las 12:30 horas, explotó un artefacto de alto poder en el comedor del personal de la Superintendencia de Seguridad Federal, sito en la planta baja del edificio de Moreno 1417, Capital Federal. Como consecuencia de la explosión es de lamentar el fallecimiento de 18 personas y 66 heridos, 11 de estos de suma gravedad.” - Comunicado del Comando del Cuerpo de Ejército I, 3/7/76. El atentado fue realizado por Montoneros con la activa participación del “periodista” Rodolfo Walsh, montonero.
81.- “Ahí está la guerrilla -por qué vino y quién la trajo?- poniendo al país en peligro y encendiendo una mecha en el continente americano. ... Se conjugan los movimientos de las Fuerzas Armadas Argentinas, esas importantes fuerzas argentinas. Las que soportaron todo. Las que enterraban a sus muertos y hablaban de las instituciones del país. Esas fuerzas armadas que no vi nunca, están ahí defendiendo y sufriendo, ayer nomás, el atentado brutal, sumado a otros atentados.” - Ricardo Balbín, Presidente de la UCR, tras el atentado con 20 kilos de “trotyl” al Edificio Libertador del 15 de marzo de 1976, comandado por el oficial montonero Horacio Verbitsky, hoy periodista y asesor del Presidente Kirchner.
82.- “El pueblo trabajador no puede convalidar procedimientos repudiables para dirimir diferencias políticas, así como tampoco legitimar revanchismo y odios. Ante la convicción de hallarnos frente a una provocación de inspiración foránea, tanto en sus formas como en sus propósitos, es necesario que los sectores nacionales estrechemos filas para impedir que el caos que se pretende sembrar sobre el país, sea el campo propicio para las aventuras de quienes, sin reparar en medios, procuran resucitar las divisiones del pasado o de aquellos que tratan de imponernos formas de vida extrañas a nuestro sentir.” - Comunicado de la CGT referido al asesinato del Gral. Aramburu por montoneros (mayo, 1970).
83.- “Un comando intenta desarmar a un soldado de guardia en la Base Aérea Morón y al intentar éste disparar, es ultimado. Ante la muerte del soldado Luis N. Molina, el ERP lamenta el hecho y advierte a guardias y agentes que no deben resistirse.” - Revista “Estrella Roja”, órgano de prensa del ERP, 12/3/72.
84.- “La crianza de los hijos es una tarea común de la pareja y no sólo de la pareja, sino del conjunto de compañeros que comparten una casa. Cuando se habla de compartir en el seno de la casa común, no sólo la actividad político-militar, sino el estudio, el tiempo libre y las tareas comunes de la vida cotidiana, estas tareas deben incluir la crianza de los hijos de los compañeros que comparten la misma casa.” - “Cursillo de Iniciación del ERP”, para el ingreso a la organización terrorista.
85.- “Hicimos cosas monstruosas que tenemos que discutir. Las organizaciones guerrilleras eran verticalistas, no se podía desobedecer. Hubo casos en que oponerse a Firmenich o a Santucho era jugarse la vida.” - Miguel Bonasso, alias “Cogote”, oficial montonero; Reportaje de la revista “Gente”, 1998.
86.- “Lo impedimos para no tener miles de compañeros que andarían por el mundo rompiendo las pelotas.” - Roberto Cirilo Perdía, alias “Pelado Carlos”, comandante montonero, en respuesta a pregunta de Gregorio Levenson, montonero, sobre por qué impidieron poner a salvo a sus cuadros como se pusieron ellos (los jefes) en el exterior; “Montoneros: Final de Cuentas”, libro de Juan Gasparini, montonero, edición 1999, pág. 131.
87.- “Nos acusan de querer subvertir el orden de este continente, y nosotros efectivamente proclamamos la necesidad histórica de que los pueblos subviertan el orden establecido por el imperialismo, en América Latina y en el resto del mundo.” - Declaración del Comité Central del Partido Comunista Cubano, 18 de mayo de 1967.
88.- “Grupo 1: 1 FAL; 1 escopeta; 1 metralleta; 1 pistola Browning; 1 pistola Ballester 11,25; 1 revólver 38; 3 granadas. Grupo Apoyo: 1 FAL; 1 pistola Colt 11,25; 1 revólver 38; 2 granadas. Grupo Retención: 1 pistola 9 mm; 1 pistola 11,25.” - Parte de Guerra del ERP (Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez) sobre “Ejecución de Oficialidad Enemiga”, 1/12/74; informe pertinente al armamento utilizado en el asesinato del Cap. Humberto Viola y su hija de 3 años, en la ciudad de Tucumán, en el que participaron 11 terroristas guerrilleros.
89.- “En el día de ayer siendo las 19:30 horas aproximadamente, en el transcurso de un traslado de rutina del prisionero de guerra Tte. Cnel. Igarzábal, fue interceptado el vehículo en el que se lo transportaba por un control caminero de las fuerzas represivas en la intersección de las Avdas. San Martín y Donato Álvarez en San Francisco Solano, produciéndose un enfrentamiento que obligó a ajusticiar al detenido.” - Parte de Guerra del ERP, 20/11/1974.
90.- “Fusilamientos? Sí, hemos fusilado y seguiremos fusilando mientras sea necesario. Nuestra lucha es una lucha a muerte.” - Ernesto “Che” Guevara, guerrillero y terrorista internacional, ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, 11/12/1964.
91.- “La organización Montoneros tenía de 5.000 a 10.000 combatientes y milicianos. Sus simpatizantes eran muchos más.” - Libro “La Voluntad”, pág. 571, de Martín Caparrós, (montonero) y Eduardo Anguita (ERP), hoy “periodistas”.
92.- “La operación de Famaillá fracasó por un alcahuete que alertó al enemigo, quien rápidamente montó vigilancia en caminos vecinales que nosotros pensábamos emplear para la aproximación.” - Parte de Guerra del ERP durante la guerrilla rural en Tucumán, tras el frustrado ataque a uno de los Comandos del Ejército con asiento en Famaillá, 1975.
93.- “Se parte de la hipótesis de que la guerra, en la forma en la que la hemos planteado en 1975/1976, está perdida en el plano militar y que la derrota se corresponde en el plano político con el repliegue de las masas.” - Rodolfo Walsh, terrorista y oficial montonero, 2/1/77; publicado en Revista “Lucha Armada”, Nro. 5, 2/2006.
94.- “La vía para arribar al socialismo es la toma del poder mediante la lucha armada en sus formas de guerra de guerrillas, sabotajes y terrorismo.” - Conclusión del IV Congreso del PRT-ERP, marzo de 1968.

Informador Público - 11-Oct-10 - Fuerzas Armadas
http://www.informadorpublico.com/100118.html



viernes, 9 de agosto de 2013

La diferencia entre un militar y un montonero




ACLARACIÓN MUY IMPORTANTE:

El siguiente artículo acaso pretende reflejar los espíritus mismos que inspiraron tanto el accionar de las fuerzas legales como el de los ejércitos guerrilleros. Por tanto, entiendo que aquellos militares que no se ajustan al espíritu de entrega y abnegación sanmartinianos no sólo que – para mí – no merecen llamarse como tales sino que además han sido discriminados del siguiente trabajo; en el mismo sentido, aquellos guerrilleros que han sabido realizar un admirable esfuerzo de honestidad, y cuyos honestos trabajos editoriales me sirven hoy a mí para conocer en profundidad lo sucedido en los 70, de  ningún modo son instados por mí en calidad de “terroristas” ni tampoco son requeridos sus nombres en la narración. Si se muestran arrepentidos, no somos nadie para no perdonarlos y permitirles todo nuestro respeto y cariño.

Seguidamente, quiero decir que el 99 por ciento de los medios nacionales ofrece una visión negativa de los militares y una visión positiva de los guerrilleros (y yo no veo que nadie chille por eso). Este trabajo, en cambio, corresponde al 1 por ciento de los medios que ofrecen una perspectiva diametralmente distinta, aunque profundamente cerciorada por documentación fehaciente y marcado rigor histórico; comprenderán que sería una locura de mi parte asumir una postura “tan jugada” sin estar seguro por completo de todo lo que digo. A los “valientes” que se aventuren a la siguiente editorial, les sugiero acepten lo vertido tan simplemente como un aporte más a la comprensión integral de nuestra controvertida historia reciente.

Muchas gracias.

Tras años de sistemático ensalzamiento por parte de ideologistas afines, como asimismo de tierna complacencia opositora, se ha logrado traer a recuento la controvertida expresión “montoneros”, de suerte que dicho nombre ha vuelto a proclamarse en densas proclamas y sus tremebundos baluartes son pues reivindicados como héroes, santos, entusiastas idealistas. Por cierto que todo esto gracias a una insistente analogía con quienes son presentados como los malos de la película, los gorilas, los fachos, los servidores del imperialismo… Es decir, los militares, o bien las Fuerzas Armadas Argentinas.

En rigor, la santificación – por un lado, y por el otro – la demonización acostumbradas no corresponden más que a un exhaustivo intento por exculpar a los responsables directos e indirectos de miles de atentados terroristas (cuanto más malos los militares, más buenos los guerrilleros) que permanecen obviados por la mirada enferma de nuestra Justicia. En este sentido, la persecución y el arresto de miles de militares argentinos no obedecen más que al propósito – sistematizado – de anular e inutilizar el único órgano con que cuenta el país con capacidad y conocimientos estratégicos para neutralizar la concreción de posibles ataques terroristas. Presos los militares, queda allanado el camino que nos conmina al socialismo, el terror, la persecución ideológica y la rimbombante violación de la propiedad privada.

Como decimos, entonces, desde el campo conceptual, las FF.AA. argentinas han  resultado profundamente denigradas ante la opinión pública en virtud de una grosera analogía con quienes son instituidos como sus antagónicos, por caso, los miembros de la banda terrorista Montoneros, hoy pretendida como un grupito virginal de jóvenes altruistas que luchaban por sus ideales. Hete aquí que en este trabajo aceptamos el reto aunque, con permiso, observaremos la requerida comparación desde una óptica un tanto inconveniente para el credo oficial.

Mentalidades dispares

Acaso pocos trabajos han sido realizados con el objeto de ilustrar la mentalidad tristemente criminal de una organización que hizo del secuestro, del terror y del asesinato una filosofía destinada a justificar (léase “pintarrajear”) los peores atropellos al sistema institucional. Sobre la base teórica de que el país, en los setenta, se hallaba amordazado por las garras de un supuesto capitalismo galopante, Montoneros fraguó su presentación en sociedad nada menos que con el secuestro y el posterior asesinato – tras una parodia de juicio sumarísimo revolucionario – del entonces ex presidente y General Pedro Eugenio Aramburu, en 1969. En fin, una vez que Montoneros “olió la sangre” de sus víctimas, la serialización del crimen sobrevino naturalmente.

No se llega a asesino serial por golpe de suerte o buenas calificaciones; más bien sería razonable precisar la descomposición psíquica y moral que tiene lugar en una persona capaz de hallar justificable el homicidio de un semejante, como asimismo de calificar de “error” el asesinato de una persona ajena al objetivo originario, y que muere por una bala perdida, las esquirlas de una bomba, el derrumbe de un edificio. Entonces, la prédica marxista constituyó el vaho narcotizante que auspició la destrucción psicológica, la pérdida del sentido de la realidad y el desbaratamiento de códigos éticos tan elementales como “no matar”, “trabajar para vivir”, “respeto al prójimo”. Para una persona normal estas proposiciones son inalterables; para un asesino terrorista estas cosas no son más que meras patrañas propias de un cuento de hadas.

Podría, en esta línea, sindicarse la diferencia entre un militar y un montonero como la de una persona cuyo ideal se resume en entrega absoluta al servicio de la Patria y de una persona adicta a una ideología o credo fundamentalistas tendientes a justificar cualquier medio para tal o cual fin. De suerte, por caso, que cuando todo el mundo se horrorizaba con los atentados de las Torres Gemelas, la empresaria corrupta Hebe de Bonafini celebraba públicamente destilando que “alguna vez a ellos también les tenía que pasar”. Un soldado sólo mata en defensa propia y precisamente llevado a un terreno marcial; el guerrillero mata de forma indiscriminada sin importar el lugar y la cantidad de víctimas inocentes (dando lugar así al inefable concepto de guerra asimétrica). Las FF.AA. sólo funcionan en tiempos de guerra mientras que la guerrilla se propone interrumpir la paz ciudadana mediante comisión de atentados terroristas. Los militares arremeten en procura de restablecer la paz y orden públicos (ante el caso de una invasión terrorista); los extremistas acometen con el objetivo de generar caos y desgastar las garantías institucionales de un país. El trabajo de uno es defender la Patria; la “misión” del otro es destruirla.

Mal que a muchos les pese, la idiosincrasia de la soldadesca se corresponde al profundo meollo de cuestiones culturales, sociales y religiosas de una Nación, de manera que la tradición de un país es la que determina su comportamiento y la forma con que ha de responder ante una amenaza por el estilo. Por otro lado – por más impolítico que suene – ningún golpe cívico/militar en Argentina se dio sin la documentada anuencia de la gran mayoría de los actores políticos como asimismo de un notable – cuando no mayoritario – consenso ciudadano.

La mentalidad del ERP, en cambio y por citar un ejemplo bien concreto, acaso estuvo constituida por elementos ajenos al devenir de la tradición o estilo de vida argentinos, lo cual condujo a la imposición de una metodología necesariamente improcedente, totalitaria, delincuencial, que incluso fue condenada – nada menos – que por el mismo Partido Comunista local. Si acaso hubo erpianos con “buenas intenciones” (que de seguro los hubo), el sólo hecho de pertenecer a una organización clandestina – y que encima cometió secuestros, asesinatos y que, por colmo, pretendió “quedarse” con una provincia – los conmina insalvablemente a la categoría de criminales, y no por otra cosa que por el discernimiento mismo del sentir tradicional argentino. Más allá de la “dudosa” probidad de nuestra siempre ensangrentada historia, todos vamos a coincidir en que matar está mal, que el terror no es “método” para nada, que es éste un país mayoritariamente católico, que muy pocas personas atacan guarniciones militares para robarse armamento, que de ningún modo el comunismo es una expresión mayoritaria y que irse a vivir a la selva tucumana es cosa más bien de picapiedras que de gente de bien.

Fuerzas Armadas vs. guerrilleros

Ya, más en el plano de los hechos concretos, y citando como ejemplo el asesinato del Capitán Humberto Viola y de su pequeña hija en Tucumán en diciembre del 74 (su otra hija quedó inválida), podríamos señalar que la diferencia entre un militar y un guerrillero es la que existe entre un hombre que al ser emboscado por maleantes, alcanzado y todo por los disparos, igual consigue descender de su vehículo en un intento por evitar que la balacera lesione a su familia o demás inocentes, mientras que – por el contrario – el guerrillero se escuda nada menos que en los semejantes que tiene a su alcance, cuando no con sus mismos hijos recién nacidos. Notable diferencia.

Por otro lado, si bien el margen de error en las operaciones contraterroristas ha llevado a numerosas víctimas inocentes (que desde aquí lamentamos, y repudiamos si hubo concurso de alevosía), bajo ningún aspecto la inventiva estratégica del Ejército incluyó el daño o la muerte de personas ajenas al conflicto armado, como tampoco de familiares de guerrilleros buscados intensamente. Más allá de que se pretenda sentar la idea de que las FF.AA. planearon una “persecución sistemática de disidentes inocentes”, los guarismos reales de ningún modo cercioran dicho concepto; lo mismo ocurre con la mentada apropiación de bebés. Es decir, nadie niega que hubo muertes inocentes o bebés apropiados ilegalmente, mas no los hubo en un número que se ilustre como de “sistemático” (planeado para tal propósito), por tanto no transigen con el espíritu sanmartiniano aquí evocado.

En contrapartida, la metodología guerrillera acaso sí se basó en un ataque sistemático hacia las fuerzas legales que además incluyó el asesinato indiscriminado (con tal de generar terror) de civiles eventuales como asimismo de familiares de militares (en concepto de “venganza” en algunos casos). Entre innumerables ejemplos de empresarios secuestrados, jueces asesinados, políticos perseguidos y civiles aterrorizados – cosa que extiende la “sistematización” del método a la población civil, lo cual, “a pesar de nuestra Justicia”, conlleva a la comisión de crimen de lesa humanidad –, podemos destacar además el estrepitoso homicidio de la hija del Almirante Armando Lambruschini (agosto de 1978), es decir, Paula Lambruschini, que fue extinguida mediante la colocación de un artefacto explosivo en su casa (cuya explosión también asesinó a dos personas más).  Si bien Montoneros “lamentó” las muertes inocentes, se discute que el móvil de dicho atentado terrorista fue en concepto de represalia.

¿Eran tarados los guerrilleros?

Hasta aquí quedan descritas, resumidamente, las distintas idiosincrasias tanto de las FF.AA. como de los guerrilleros en general. Cabría discutir sobre la integridad mental de los responsables de ambas facciones antagónicas. Los militares, dado el desgobierno imperante y la incapacidad policial de hacer frente a la creciente subversión (que ya planeaba la toma del poder), aceptaron una guerra por los ejércitos subversivos declarada abiertamente; trazaron un plan de acción; el mismo fue avalado y decretado por el gobierno democrático de Isabel Perón. Los militares ganaron la guerra contraterrorista, de modo que no vemos aquí algún desapego a la realidad o estrategias marciales desprovistas de resultados coherentes y satisfactorios. No ganaron la guerra sirviendo limonada, sino luchando y ofrendando sus vidas como soldados al servicio de la Patria.

La cuestión sobreviene cuando analizamos la mentalidad de personas – ya comprobadamente aficionadas a la serialización de los asesinatos, lo cual arroja el dato de una tara importante, visible – que creyó posible, mediante la frecuencia de atentados terroristas (como asimismo de la “guerra de guerrillas”, en el caso de ERP), que iban a conseguir ocasionar un golpe de Estado e instaurar una dictadura comunista de inspiración cubana. Personas enajenadas pero convencidas de que dicha metodología habría de ser reconocida por la población civil, y que por lo tanto habría de originarse simpatías y adhesiones para la idealizada “lucha armada”.  Estos bandoleros de acotadas facultades mentales, ¿qué se pensaban que eran los argentinos? ¿Idiotas y asesinos como ellos…? Actualizándonos un poco, las mismas preguntas podemos realizarles a aquellas personas actuales que incansablemente legitiman y reivindican el accionar de sus “jóvenes idealistas”.

Cabe destacar que tanto ERP como Montoneros “celebraron” el Golpe de Estado de marzo del 76 en base a la creencia de que lo mismo apresuraría el engrosamiento de sus ejércitos respectivos; imaginaban que la ciudadanía se iba a armar contra el general Videla, quien entonces no era ponderado de otra forma que como un salvador, lo mismo que el general Antonio Bussi en Tucumán, quien fuera más tarde electo gobernador de dicha provincia. Más allá del mayoritario consenso político y ciudadano por parte del Gobierno de Facto, hasta el mismo Partido Comunista recibió con beneplácito la interrupción del ficticio proceso democrático, ni que hablar de la intelectualidad de entonces. Y las preguntas son: los terroristas, ¿realmente creyeron que iban a poder ganarle una guerra a un ejército profesional, legendario, reconocido en todo el mundo? ¿Se imaginaron triunfadores sobre el mismo ejército en que luchó el general San Martín o el general Belgrano? Va de suyo que la respuesta afirmativa de ambas cuestiones inmediatamente conlleva al insalvable diagnóstico de completa taradez mental.

La misma, por cierto, queda francamente reflejada en la notable dificultad de sus exponentes actuales en aceptar la derrota infringida por las FF.AA., y de este modo mantener viva una disputa en la que son los únicos “gladiadores”; así y todo, sin embargo, necesitan hacer de la distorsión del pasado una diaria comunión, de la mentira un recurso infaltable y del odio, el resentimiento y el cinismo la cosquilla que alegra sus miserables existencias. Por otro lado – más lamentable aún –, así como en la época del 70 usaron a la ciudadanía e incluso a sus propios hijos como escudos humanos, en la actualidad sucede parecido toda vez que el odio injustificado se halla reproducido de a millares.

Se dicen revolucionarios y viven una vida distendida, al mejor estilo capitalista, gracias al dinero que roban sin vergüenza alguna; se reivindican como “hacedores” de una democracia que ellos mismos quisieron sustituir, mediante comisión de atentados terroristas, para implantar una rancia dictadura comunista; lloran humanismo hasta por los codos, acaso raramente olvidados que, entre todos, constituyeron un horrendo club de asesinos seriales; viven negando una guerra que ellos mismos declararon al Estado argentino en plena democracia, por cierto que con dinero, armamentos y logística importados de Chile, Cuba, Palestina, Libia; claman, ruegan, se retuercen en pos de pedir “justicia”, sin pensar que la mayor injusticia de nuestros días es el simple hecho de que ellos mismos no estén tras las rejas. En fin… tarados.

El ejemplo militar

Precisamente, como contraparte de estos últimos señalamientos, y fieles al espíritu tradicional y cristiano argentino, las víctimas del terrorismo subversivo también supieron expedirse en materia de la terrible época de los 70, aunque de forma diametralmente opuesta. De hecho, incontables son las familias que han debido convivir con el dolor de haber perdido un ser querido, o de conservarlo mutilado o inválido, y, por colmo, no sólo que totalmente obviados por el ojo de la justicia y el interés concreto de los políticos y (según una víctima que yo mismo entrevisté, Graciela Gonzáles Camarasa) de la misma oficialidad, sino que además debemos agregarle la solidaridad – con suerte – grácil y de “rigor” de una minúscula fracción de la ciudadanía. Por supuesto que no se es solidario con una víctima de la subversión cacareando por otro lado que los terroristas fueron “jóvenes idealistas” o cosas por el estilo. En fin, la hipocresía ya es patrimonio de la otra parte.

En este sentido es sumamente ponderable la acción del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (CELTYV), cuya presidente, Victoria Villaruel, a la vez que lucha incansablemente porque el Estado argentino reconozca y repare a las víctimas del genocidio marxista… es reconocida por su labor en todo el mundo, menos en Argentina (en la medida que bien se lo merece). Volviendo a lo mismo, no sirve, a mi juicio en particular, un periodista, por ejemplo, que pondere el trabajo de “Vicky” mientras que en otro sentido desconoce la magnitud homicida de los siempre mentados “jóvenes idealistas”. Tanto debe ser así, que la misma presidente del CELTYV publicó un libro intitulado, justamente, “Los llaman… jóvenes idealistas”.

No obstante, nada ha conseguido borronear el espíritu infranqueable de aquellas personas que, en buena ley, guerrearon y combatieron contra al terrorismo nacional e internacional. Suele decirse que los militares ganaron en el terreno de las armas, pero que perdieron en el terreno psicológico; verdad relativa, toda vez que los mismos veteranos contrarrevolucionarios, como también sus respectivas familias, de ningún modo han visto flaquear sus convicciones morales y religiosas, ya sea tanto por el desgaste de la ignominia marxista como por el menosprecio de la política en general. Perder, sencillamente, sería terminar convertidos en ellos, los enemigos de entonces; es decir, con el corazón henchido de odio, resentimiento y cinismo.

Muy por el contrario, los héroes de la lucha contraterrorista, han sabido tolerar con gran estoicismo el advenimiento de las peores contingencias. De suerte que el coronel Argentino del Valle Larrabure, desde su largo cautiverio en las llamadas “Cárceles del Pueblo” (ERP, a quien se entregó para evitar derramamiento de sangre inocente la noche del copamiento de la Fábrica Militar de Villa María), mediante esquelas llenas de amor, exhortaba a su familia a “no odiar al enemigo” bajo ninguna circunstancia, como asimismo a llevar a cabo un perdón cueste lo que cueste. Como él, muchos otros soldados entendieron desde un principio que ya no volverían a ver a sus familias y que lo mejor de sí mismos que tenían para legarles era un recuerdo limpio de rencores, propósitos decadentes, luchas insensatas. Como él, tantos otros se sublimaron al destino de la Nación por la que entregaron su vida; era más importante una Patria libre, con sus hijos andando indiferentes al vaho del odio, que el propio dolor y la inconmensurable desesperanza de no volverlos a ver, a tocar, a escuchar…

Esto último resume, pues, en la diferencia más significativa que hay entre un militar y un montonero. Amor por un lado, odio por el otro; entrega y sacrificio los primeros, sometimiento y crimen los segundos. Libertad, libertad y libertad, contra comunismo, terrorismo y subversión. Silencio, altruista resignación e idealismo… Vocinglería, resentimiento e ideología. Y así siguen, los unos digiriendo el dolor nuestro cada día: es lo mejor para el país; los otros, que aprovechan para seguir mintiendo, robando y prostituyendo: es lo mejor para ellos. Es su forma de pelear.

Pero… aunque sigan peleando, tienen bien presente que ya perdieron la guerra de forma estrepitosa. Quizás lo que más les duela a los perdedores marxistas es precisamente esto último: por más sangre que derramaron, por más mentira convertida en tabú, por más injusticia que ellos mismos representan… no han logrado apagar – ni remotamente – la convicción patriota y el corazón en llamas de un soldado argentino. Es su forma de pelear.

 FUENTE ORIGINAL:  http://www.davidrey.com.ar/la-diferencia-entre-un-militar-y-un-montonero/
Fuentes consultadas: “El Vietnam argentino”, Nicolás Márquez / “Mitos setentistas”, Agustín Laje Arrigoni / “Montoneros – Soldados de Massera”, Carlos A. Manfroni / “Hombres y mujeres del PRT-ERP”, Luis Mattini / “Nunca más”, Ernesto Sábato / “Gaby, la montonera”, documental de César D’ Agiolillo / “Montoneros”, Wikipedia /”Humberto Viola junto a su hija, asesinados en Tucumán”, Mendoza Transparente / “Armando Lambruschini”, Wikipedia / “Entrevista a Arturo Cirilo Larrabure”, www.DAVIDREY.com.ar / “Entrevista a Carlos Manfroni”, www.DAVIDREY.com.ar /”El silencioso Terrorismo de Estado actual”, www.DAVIDREY.com.ar / “Testimonio de una víctima del terrorismo”, www.DAVIDREY.com.ar / “Analizando a Laura Di Marco, autora de ‘La Cámpora’”, www.DAVIDREY.com.ar / “Lo que yo puede ‘sacarle’ a Ceferino Reato”, www.DAVIDREY.com.ar

sábado, 15 de junio de 2013

Sorpresivo pedido de perdón de un ex Montonero


Sorpresivo pedido de perdón de un ex Montonero

14/06/13 - 19:50

Es el contador jubilado Federico Ramón Ibañez, que declaró en un juicio a marinos y pilotos acusados de los “vuelos de la muerte”, y apuntó contra la organización armada. Su testimonio.
Hizo un sorpresivo pedido de perdón que dejó sin palabras a más de uno. El ex militante de Montoneros, Federico Ramón Ibañez, acusó a la cúpula de esa organización armada del asesinato por venganza de su esposa durante la dictadura, en 1977, y se disculpó con “mis enemigos de entonces” y los “jóvenes que participaron y se vieron envueltos también por mi irresponsabilidad o el papel que jugué”.

Ibáñez, 70 años, contador jubilado, atestiguó en su condición de dos años prisionero en la ESMA y sobreviviente ante el Tribunal Oral Federal 5 (TOF5), que enjuicia a 68 marinos, entre otros, pilotos acusados de los "vuelos de la muerte".

"Quiero aclarar que mi esposa nunca fue colaboradora de Montoneros como era yo" advirtió ante los jueces, y denunció que "aún sabiendo que ella no era militante ni colaboradora, Montoneros resolvió que la tenía que matar y la mataron", informó la agencia DyN.

El ex integrante de Montoneros dijo que en los años '60 su esposa "había compartido con Mario (Firmenich, ex jefe montonero) muchos campamentos de la Juventud Estudiantil Católica" y habló de su relación personal "con Mario" al confiar que "jugábamos al fútbol".

Al ser consultado sobre su ingreso a la organización armada, respondió. “A Mario (Firmenich) lo conocí porque jugábamos al fútbol. Salió de la secundaria y (Fernando) Abal Medina (fallecido tío del actual jefe de Gabinete, Juan Abal Medina) me lo presentó y pidieron que los llevara a la villa. Esa fue mi relación inicial con Montoneros".

Ibáñez vivía con su mujer y dos hijas en una casa en Aráoz 2430 de la ciudad bonaerense de Boulogne, donde "alojábamos personas que estaban perseguidas, por ejemplo, Mario y alguna vez la hermana de Norma Arrostito", otra ex jerarca de Montoneros, según atestiguó. Había comprado esa propiedad en 1975, tras la muerte de Carlos Quieto, segundo de Firmenich, bajo la identidad falsa de Juan Carlos Pepi, con un DNI apócrifo “que me había dado Montoneros”, contó.

Hacia diciembre de 1976 en esa casa estaba escondido Marcelo Daniel Kurlat, (a) "Monra", jefe de la Columna Norte de Montoneros. Y ese año Ibáñez fue secuestrado por los marinos en una cita callejera con un compañero suyo de entonces. "Me llevaron a la ESMA y me aplicaron todas las torturas que se pueda imaginar. Querían saber dónde vivía. Yo no se los decía", sostuvo.

"Me propusieron que se los dijera a cambio de la vida de mi mujer y mis hijas", contó. Ibáñez relató que avisó por teléfono a su mujer que "estaba detenido" y que "se fueran porque en una hora iban a llegar allí". Un represor tomó el teléfono, según él, y dijo: "La vida de tu esposo depende de vos, agarrá a tus hijas y andate. No digas nada porque en una hora estaremos ahí".

Entonces el grupo de tareas enfiló hacia la casa con Ibáñez de "pasajero" y al llegar se entabló un tiroteo con Kurlat, que resistió hasta agotar la munición y se entregó manos en alto. Allí cayó ejecutado y su cadáver nunca apareció. La esposa y las hijas se habían ido un rato antes, contó Ibáñez, quien agregó que días más tarde dos miembros de la cúpula de Montoneros la citaron bajo engaños para vengarse.

"José María o Luis María Luján fue el que ejecutó la 'sentencia' para mi mujer", acusó. "Me dolió...nunca lo pude entender", dijo en referencia al episodio que le costó la vida de su señora y explicó que un día en la ESMA "pedí hablar por teléfono a casa de mi mamá y ahí me enteré de lo que había ocurrido...un mes después...que habían matado a mi esposa...". Además, reconoció haber sido “parte del staff” de prisioneros obligados a prestar servicios al grupo represivo.

Luego, llegó la parte más reflexiva de su testimonio. "No tengo odio ni a uno ni otro lado" pues "me siento responsable y asumo mi responsabilidad de haber contribuido a una locura de violencia que no debiéramos ver más", manifestó y lamentó "no haber buscado dentro mío las reservas morales e intelectuales suficientes para enfrentar el lado oscuro del espíritu del tiempo de mi generación".

"Pido perdón a mis enemigos de entonces y a los jóvenes que participaron y se vieron envueltos también por mi irresponsabilidad o el papel que jugué", sorprendió, y criticó "la mentira y la falta de compasión de las memorias hoy vigentes en Argentina que rechazan la confesión y el perdón, que ahora parecen malas palabras".

FUENTE http://www.clarin.com/politica/Sorpresivo-pedido-perdon-ex-Montonero_0_937706741.html

lunes, 25 de marzo de 2013

24 de marzo de 1976 MÁS PREGUNTAS QUE RESPUESTAS


24 de marzo de 1976
MÁS PREGUNTAS QUE RESPUESTAS

 Es muy difícil, después de más de treinta y cinco años, decir algo —o escribir, en este caso— sobre el nefasto golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 y no caer en la redundancia o aportar algún dato nuevo.


    Sin embargo, para quien suscribe, a pesar de haber pasado tanto tiempo, existen algunas preguntas a las que todavía no he podido encontrar respuestas. Estas preguntas devienen de un pensamiento filosófico que es “historia no comprobable”. Historia no comprobable sería, por ejemplo, preguntarse qué hubiese pasado si Herminio Iglesias no hubiese quemado el ataúd en el acto de cierre de campaña de octubre de 1983. Seguramente, y esto sería lo no comprobable, la fórmula Luder-Bitell habría resultado vencedora.
    Y aquí surgen mis primeras preguntas: ¿Qué medidas hubiese tomado el gobierno Justicialista con los responsables del “proceso”? ¿Se habrían animado a enjuiciar y enviar a prisión a los genocidas cuando todavía tenían las armas en sus hombros? Y con los guerrilleros ¿qué hubieran hecho?
    Vale recordar, que la plataforma política del Justicialismo proponía una especie de indulto implícito o encubierto o de hecho o como más le guste llamarlo, tanto para los militares como para los subversivos; esto abre otra incógnita: ¿No hubiese sido “olvido y perdón”?
    Pero, lamentablemente, aquí no terminan mis preguntas sin respuestas. También me gustaría saber qué tendrían que haber hecho las fuerzas de seguridad (Ejercito, Gendarmería, Policía, etc.) en los años 1973, 74, 75, 76; ¿Permitir que se realicen atentados involucrando a gente inocente y quedarse de brazos cruzados?
    Volviendo a la historia no comprobable, supongamos que los “revolucionarios” hubiesen resultado vencedores en su “lucha armada”, ¿No hubiesen tomado el poder por la fuerza al igual que los militares? Y eso, ¿No sería también un gobierno de facto o una dictadura como la que estamos criticando?
    Pero esta pregunta sin respuesta me lleva a otra un tanto mas profunda: ¿Qué hubiesen hecho —siempre siguiendo con la historia no comprobable— los extremistas (en caso de haber vencido, por supuesto) con los militares? ¿No tendríamos otro tipo de desaparecidos?
    Por ultimo, quisiera que el lector reflexione y se haga a sí mismo las siguientes preguntas: ¿Los terroristas, no secuestraban, no mataban, no torturaban, incluso a personas inocentes? Por otro lado, ¿Cuál era el sentimiento de la gente, en su gran mayoría, en ese momento?
    En este punto, me siento en la obligación de aclarar (en el caso que haya algún lector distraído o malintencionado) que bajo ningún punto de vista se pueden justificar las atrocidades que se cometieron en nombre del “Proceso de Reorganización Nacional”, pero tampoco se pueden olvidar actos criminales cometidos por el otro bando.
    Hoy, ya a la distancia, parecería que unos fueron los buenos y otros los malos, especialmente después de la asunción del ex Presidente Néstor Kirchner, quien en el año 1983 formaba parte del mismo Justicialismo que proponía perdonar y olvidar a ambos bandos y del mismo Justicialismo que en el año 1990 indultó, también a ambos bandos; y cuyo acto “progresista” más audaz fue descolgar un cuadro y rodearse de ex terroristas, premiándolos con ministerios, asesorías, bancas en el Congreso y otros puestos, cuando deberían estar tras las rejas junto con los militares del proceso.

Pablo Dócimo

martes, 15 de enero de 2013

Los Montoneros no supieron valorar la Democracia



A 25 años de la publicación de "Soldados de Perón. Los Montoneros", su autor, el británico Richard Gillespie, comparte con este diario sus reflexiones sobre ese pasado y las vinculaciones del fenómeno guerrillero con el presente.

“Cuando un partido o movimiento empieza a buscar una hegemonía duradera, con el Estado como instrumento principal, la calidad de la democracia sufre”. Quien habla es Richard Gillespie, inglés de Lanca­shire, noroeste de Inglaterra. Es autor de uno de los libros más emblemáticos escritos sobre el peronismo y el proceso revolucionario de los años ’70, Soldados de Perón. Los Montoneros , de cuya publicación se cumplieron 25 años este 2012. Esa investigación, que llevó seis años de intenso trabajo, se transformó en best seller no bien saltó al mercado, en agosto de 1987.
La vinculación del historiador con nuestro país había nacido un tiempo antes, más precisamente en 1971. Ese año, luego de haber finalizado sus estudios de ciencias políticas, empezó su fascinación por la política latinoamericana y en especial por la capacidad de movilización de la Juventud Peronista. Cuatro años más tarde, con algunas líneas de investigación y un español que apenas arañaba lo entendible, caminaba por la Buenos Aires de los últimos meses antes del golpe de Estado, entre la crisis económica y los embates policíacos de José “el brujo” López Rega.
Gillespie, catedrático de Ciencias Políticas en la Universidad de Liverpool, fundador del think tank Europe in the World Centre y editor de Mediterranean Politics , tomó su cámara Instamatic y se internó en el riñón de ese movimiento político joven, radicalizado y católico, que había apostado a comienzos de la década todo su arsenal político-militar a diseñar un nuevo país y, luego del regreso de Juan Domingo Perón, había tenido el atrevimiento de desafiar al líder en su propio terreno.
En esta entrevista exclusiva para La Voz del Interior habla sobre esa época teñida de sangre y sobre este presente marcado por la polarización. Son dos peronismos, dos realidades, la más cercana queriendo revivir un pasado que no pareciera tener ya demasiado sentido.
–En el prólogo de la edición de 2008, usted escribe: “Montoneros mantiene un lugar destacado en la historia de la insurgencia por ser el ejemplo de guerrilla urbana que más éxito relativo ha tenido a nivel mundial”. ¿Cómo se explica esa idea?
–Los Montoneros superaron a sus contemporáneos de la guerrilla urbana a nivel internacional en varios sentidos: las dimensiones de sus operativos militares (alrededor de 1975), su capacidad de movilizar y encuadrar a los militantes y simpatizantes y los recursos que acumularon. En este sentido, la guerrilla montonera superó incluso a los Tupamaros en Uruguay, que fueron vistos desde Europa como prototipo de la guerrilla urbana, y que fueron quizás el movimiento más comparable a nivel de la estrategia. La guerrilla urbana fue un factor importante en la derrota de regímenes autoritarios en Argentina, pero al final no llevó al triunfo político de sus protagonistas. Y junto a los movimientos que puedan reclamar éxitos relativos, hay que recordar casos de movimientos que fracasaron sin conseguir nada. Hay que pensar en Brasil, Venezuela, y algunos países centroamericanos, más o menos en la misma época. Las comparaciones internacionales son muy instructivas porque demuestran los límites del voluntarismo militarista, la importancia de la política y del contexto específico en cada país.
–Su libro debe ser uno de los textos más citados y consultados de nuestra literatura histórica moderna. ¿Cómo fue trabajar en aquellos años cuando no había tanta documentación disponible y el acceso a hablar con los protagonistas era una tarea muy riesgosa?
–Los recuerdos de los años de la investigación en 1975-1976 están muy vívidos en mi memoria. Como cualquier investigador académico, pasé muchas horas leyendo, repasando documentos en archivos o en bibliotecas, pero también tuve experiencias que no había anticipado al planificar el proyecto. Por ejemplo, reuniones semiclandestinas con algunos contactos; la necesidad de escaparme de personas que intentaron seguirme después de haber comprado algún libro político en una librería; el temor de ser encontrado con material considerado subversivo durante un rastrillaje de las fuerzas de seguridad por la noche o la dificultad de sacar mis papeles de investigación del país.
–¿Cree que la pelea de Perón con Montoneros fue determinante para que el líder no pudiera, no quisiera o no supiera encontrar en esa juventud ilustrada o en otro militante a su heredero natural?
–Creo que Perón nunca perdió su mentalidad militar y por eso, después de regresar a Argentina en los ’70, perdió muy rápido la paciencia con las movilizaciones espectaculares de la Juventud y con sus intentos de condicionar la orientación de su gobierno. A la vez, la habilidad política del líder no era lo que había sido en el pasado. No tenía idea de quién sería el heredero. Lo importante para él, para reivindicarse históricamente, había sido volver a Argentina y regresar a la Casa Rosada.
–¿La democracia era un valor en esa época o simplemente el medio para llegar a la revolución?
–Mi impresión es que, mientras la Juventud Peronista disfrutó enormemente de la libertad durante el año ’73, la mayoría de la izquierda peronista y marxista no supo consolidar esta conquista. Tenían razón en no confiar demasiado en la estabilidad de la apertura política, dado que los militares se habían retirado con su poder intacto y los gobiernos elegidos a partir de los años ’50 nunca habían podido durar un período completo en el poder. Pero en vez de valorar el potencial democrático y buscar desarrollarlo, la izquierda peronista se quedaba en el fatalismo. Eran minoritarios los elementos de la izquierda peronista que sí intentaron adaptarse a la nueva situación y que abandonaron la lucha armada para hacer política. Pienso en algunos militantes de las FAP (Fuerzas Armadas Peronistas) con bastante historia en la resistencia peronista. Esta gente rompió con la coalición montonera, pero incluso ellos no encontraron forma de canalizar una alternativa peronista, radical y civil. Fueron muy aislados y pronto se desanimaron.
–¿Qué era el Estado era para los Montoneros?
–Los Montoneros tenían un concepto marxista bastante crudo del Estado. Lo veían como instrumento de coerción y campo de batalla fundamental en una Argentina muy polarizada. Querían usarlo como instrumento de transformación social también, pero primero había que conquistar su control. En la práctica, tenían poco tiempo para moverse abiertamente a nivel político antes de la contraofensiva de la derecha y las bajas que sufrieron en los años siguientes pueden explicar, en parte, la dedicación actual de la Cámpora a la colonización del Estado.
–¿Qué le aportó Montoneros al peronismo?
–Más que conceptos, los Montoneros aportaron al peronismo la acción, al impulsar diversas formas de lucha (no solamente violentas) y organización popular, reforzando así un movimiento que en la oposición se vertebraba en el movimiento sindical. Al reclutar fuertemente en las universidades, hubo cierta actividad intelectual también, con la que se intentaba reinterpretar el nacionalismo argentino en consonancia con una visión de transformación social. Esto ayudó a Perón a mostrar una cara más progresista, brevemente, al regresar al país en 1973. Pero a largo plazo, los Montoneros no pasaron de atraer a una minoría importante de argentinos a su visión de los retos para el país.
–¿Fracasaron solamente por sus propios pecados o los derrotó lo más conservador del peronismo?
–Los Montoneros no cuestionaron el principio vertical de organización peronista porque este coincidió con el enfoque del grupo armado original y se lo consideraba esencial para la seguridad de la organización y su eficacia. Los dirigentes no se mostraron suficientemente flexibles para adaptar los métodos de actuar. No lo facilitaba tampoco la agresión violenta desde la derecha, que empezó unos meses después de la elección de Héctor J. Cámpora.
–¿Se puede aplicar aquí esa frase de Marx que dice “la historia se repite dos veces, la primera vez como tragedia y la segunda como farsa”? ¿Montoneros fue una tragedia para el peronismo?
–Una tragedia, no. Formaba parte de un drama con muchos actores adicionales y de un movimiento que se consumó en una guerra interna que facilitó la vuelta al poder de las fuerzas reaccionarias. Los resultados fueron claramente trágicos. No quiero usar palabras como “farsa” para describir la Argentina de hoy, pero sí me parece triste y preocupante la manera en que el país parece haber quedado cerrado en una división configurada por el pasado y con agendas que no se adaptan a las realidades globales de hoy.
–Según su mirada de historiador, ¿cree que es necesario que la izquierda peronista revise lo sucedido en la década del ’70?
–Todo movimiento político debería intentar aprovechar el capital, formado por su propia experiencia histórica, y la de otros movimientos comparables. La izquierda peronista no es ninguna excepción. No se trata de hacerse cargo de un fracaso porque era una experiencia con elementos positivos, aparte de los negativos. La izquierda peronista, junto con otras fuerzas políticas populares, tiene el derecho de reivindicar su papel en la oposición al régimen militar, que finalmente forzó la realización de las elecciones en 1973 y un período breve de libertad política. También llegaron a tener una capacidad de movilización social extraordinaria. La tarea de sacar lecciones de la historia tendría que ser cuestión de identificar aspectos positivos y no solamente negativos, y de aprovechar de las lecciones para renovarse en un contexto político diferente. Reivindicar la historia del movimiento de izquierda peronista sin espíritu crítico y autocrítico o renunciar a toda una experiencia, sin matizar, lleva a la esterilidad política.
–¿Qué diferencia encuentra entre aquel grupo de jóvenes que soñó con una revolución, que hasta se atrevió a desafiar a Perón, y La Cámpora, este otro grupo de jóvenes que enarbola elementos simbólicos de los ’70?
–Me es difícil hacer una comparación de este tipo dado que conozco los años ’70 de Argentina mucho mejor que la situación política de hoy. Tengo más simpatía con los de ayer porque se enfrentaron a un régimen de corte exclusivista que negó derechos básicos a la mayoría de los argentinos, y en muchos casos los jóvenes, de varias orientaciones políticas, se arriesgaron mucho buscando el cambio político y social. El contexto político actual es bastante plural y es más difícil entender desde afuera la polarización, quizás ahora menos estructural que en el pasado e intencionalmente buscado y promovido por el grupo al que usted se refiere. Ciertamente, hay algunos paralelismos, porque la Tendencia Revolucionaria de los
’70, al tener la oportunidad en 1973-74, buscó colonizar puestos en el aparato del Estado y en las universidades para consolidar su influencia política. Pero esto en un contexto muy diferente al de hoy, tanto a nivel nacional como global. Cuando un partido o movimiento empieza a buscar una hegemonía duradera, con el Estado como instrumento principal, la calidad de la democracia sufre. Sin embargo, supongo que la ambición de dominar el sector público también tiene mucho que ver con la debilidad del sector privado y la sociedad civil. Me parece que La Cámpora tiene más claro a qué se opone que adónde quiere llevar al país. Desde lejos, da la impresión de contentarse con la política nacional y no tomar muy en serio los retos internacionales del país.
–¿La juventud supone un valor agregado para un político?
–No. Sin embargo, hay que reconocer que cuando un país quiere sacarse de encima a un régimen autoritario, después de muchos años de represión política, suelen ser los jóvenes los que hacen una diferencia en el balance de las fuerzas. Les falta la memoria de sufrimiento personal, tienen menos inhibiciones que sus mayores y pueden reforzar mucho un movimiento de oposición popular. Los ejemplos abundan: desde la generación de 1956 en España, los sandinistas en Nicaragua y, más recientemente, los jóvenes en el norte de África durante la llamada Primavera Árabe. Pueden aportar mucha energía, coraje e inventiva de métodos de lucha y, a la vez, suelen venir con ánimo de radicalizar los fines buscados.
Ficha personal
Richard Gillespie tiene 60 años, es profesor en varias universidades inglesas e integrante del Departamento de Política de la Universidad de Liverpool. Luego de estudiar la izquierda peronista, tema de su doctorado (1979), se dedicó a investigar el socialismo español. En 1996 fundó la revista académica Mediterranean Politics, que publica artículos sobre las relaciones de esa región de Europa. En 2008, Editorial Sudamericana publicó la tercera edición de su libro consagratorio, pero esta vez bajo el título Soldados de Perón. Historia crítica sobre los Montoneros. Actualmente, estudia la dinámica de la evolución nacionalista en la España contemporánea.
Junio de 1975, un extranjero solo en Buenos Aires
“Los recuerdos más duraderos de aquella época son en gran parte los momentos de inseguridad, de riesgo y de preocupación ante un futuro incierto, pero también mantengo memorias felices de las personas que me ayudaron en momentos problemáticos y que se convirtieron en amigos. Al haber llegado (en 1975) sin ninguna experiencia de residencia en un país extranjero, solo y con muy pocas palabras de castellano en mi vocabulario, reconozco mucho la generosidad de las personas que me ayudaron a encontrar un sitio para vivir y que me explicaron cosas muy básicas pero esenciales para subsistir, como, por ejemplo, la manera de pedir una “chica de muzzarella” en la pizzería más cercana. En un tiempo en el que había muy poca confianza entre la gente fuera de la familia o del círculo íntimo, nunca voy a olvidar a las personas que decidieron ayudarme a encontrar contactos. Me imagino que en algunos casos se basaban simplemente en la impresión interpersonal, pero en otros casos algunas personas esperaban, al mostrarme su confianza y su solidaridad humana, facilitar un proyecto de investigación seria y posiblemente útil para entender a su país”.

FUENTE: http://www.lavoz.com.ar