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jueves, 3 de octubre de 2013

Testamento de Enrique Pinti

YO, hombre del medio pelo argentino, en mis cabales y absolutamente responsable del momento que me toca morir, digo, vivir, dejo todo mi agradecimiento a las fuerzas vivas, muy vivas, yo diría avivadas, que me gobernaron con total falta de respeto e idoneidad profesional.   
 
A los  conservadores aristocráticos de la primera hora, les dejo un manual de Historia Argentina para que relean a ver dónde mierda dice que en una república democrática alguien puede creerse superior a los demás por cuestiones de linaje y casta, sobre todo, siendo hijos de inmigrantes como cualquiera, en nombre de esa prosapia trucha, con horrorosos latifundios dignos del peor señor feudal del medioevo en pleno siglo XX y cagarse en el pobre, insultándolo con una caridad que, en el 90% de los casos, es humillante e insuficiente...!!! 
 
A los correligionarios radicales les dejo una brújula para que, al saber dónde está el sur y dónde está el norte, sepan también definirse entre la izquierda y la derecha o el centro en vez de ser alternativamente pseudo-bolches o gorilas conservas.   
 
A los distinguidos camaradas de las izquierdas argentinas les dejo un manual titulado "¿Qué Es la Clase Obrera?", con modelo para armar incluído, a ver si así pueden explicarse qué les faltó para lograr un puto voto del laburante que, ante la confusión de prédicas que iban desde el hermetismo intelectual a la declaración de guerra de guerrillas, prefirieron (y esto debe ser único en el mundo) votar a la derecha o apoyar dictaduras populistas.   
 
A los compañeros peronistas les dejo un manual de la contradicción perpetua y fanática donde se explica cómo un movimiento populista que luchó contra el conservadurismo puede llegar a ser un movimiento conservador (con dirigentes millonarios) que acusa de populistas a los que luchan contra los conservadores y cómo se puede glorificar a Evita haciendo todo lo contrario de lo que hacía ella. También les dejo un bombo para que lo conviertan en shopping y un CD. doble con canciones de Menem y música de Palito Ortega.   
 
A los milicos que tengan menos espíritu de cuerpo. 
 
Y a los curas que tengan menos cuerpo y más espíritu. 
 
Y a las generaciones venideras sepan que hubo una vez un país muy rico, grande, lleno de buena gente al cual unos pocos pícaros avivados hijos de una gran puta...  hundieron sin remedio.
Enrique Pinti
  



viernes, 9 de agosto de 2013

La diferencia entre un militar y un montonero




ACLARACIÓN MUY IMPORTANTE:

El siguiente artículo acaso pretende reflejar los espíritus mismos que inspiraron tanto el accionar de las fuerzas legales como el de los ejércitos guerrilleros. Por tanto, entiendo que aquellos militares que no se ajustan al espíritu de entrega y abnegación sanmartinianos no sólo que – para mí – no merecen llamarse como tales sino que además han sido discriminados del siguiente trabajo; en el mismo sentido, aquellos guerrilleros que han sabido realizar un admirable esfuerzo de honestidad, y cuyos honestos trabajos editoriales me sirven hoy a mí para conocer en profundidad lo sucedido en los 70, de  ningún modo son instados por mí en calidad de “terroristas” ni tampoco son requeridos sus nombres en la narración. Si se muestran arrepentidos, no somos nadie para no perdonarlos y permitirles todo nuestro respeto y cariño.

Seguidamente, quiero decir que el 99 por ciento de los medios nacionales ofrece una visión negativa de los militares y una visión positiva de los guerrilleros (y yo no veo que nadie chille por eso). Este trabajo, en cambio, corresponde al 1 por ciento de los medios que ofrecen una perspectiva diametralmente distinta, aunque profundamente cerciorada por documentación fehaciente y marcado rigor histórico; comprenderán que sería una locura de mi parte asumir una postura “tan jugada” sin estar seguro por completo de todo lo que digo. A los “valientes” que se aventuren a la siguiente editorial, les sugiero acepten lo vertido tan simplemente como un aporte más a la comprensión integral de nuestra controvertida historia reciente.

Muchas gracias.

Tras años de sistemático ensalzamiento por parte de ideologistas afines, como asimismo de tierna complacencia opositora, se ha logrado traer a recuento la controvertida expresión “montoneros”, de suerte que dicho nombre ha vuelto a proclamarse en densas proclamas y sus tremebundos baluartes son pues reivindicados como héroes, santos, entusiastas idealistas. Por cierto que todo esto gracias a una insistente analogía con quienes son presentados como los malos de la película, los gorilas, los fachos, los servidores del imperialismo… Es decir, los militares, o bien las Fuerzas Armadas Argentinas.

En rigor, la santificación – por un lado, y por el otro – la demonización acostumbradas no corresponden más que a un exhaustivo intento por exculpar a los responsables directos e indirectos de miles de atentados terroristas (cuanto más malos los militares, más buenos los guerrilleros) que permanecen obviados por la mirada enferma de nuestra Justicia. En este sentido, la persecución y el arresto de miles de militares argentinos no obedecen más que al propósito – sistematizado – de anular e inutilizar el único órgano con que cuenta el país con capacidad y conocimientos estratégicos para neutralizar la concreción de posibles ataques terroristas. Presos los militares, queda allanado el camino que nos conmina al socialismo, el terror, la persecución ideológica y la rimbombante violación de la propiedad privada.

Como decimos, entonces, desde el campo conceptual, las FF.AA. argentinas han  resultado profundamente denigradas ante la opinión pública en virtud de una grosera analogía con quienes son instituidos como sus antagónicos, por caso, los miembros de la banda terrorista Montoneros, hoy pretendida como un grupito virginal de jóvenes altruistas que luchaban por sus ideales. Hete aquí que en este trabajo aceptamos el reto aunque, con permiso, observaremos la requerida comparación desde una óptica un tanto inconveniente para el credo oficial.

Mentalidades dispares

Acaso pocos trabajos han sido realizados con el objeto de ilustrar la mentalidad tristemente criminal de una organización que hizo del secuestro, del terror y del asesinato una filosofía destinada a justificar (léase “pintarrajear”) los peores atropellos al sistema institucional. Sobre la base teórica de que el país, en los setenta, se hallaba amordazado por las garras de un supuesto capitalismo galopante, Montoneros fraguó su presentación en sociedad nada menos que con el secuestro y el posterior asesinato – tras una parodia de juicio sumarísimo revolucionario – del entonces ex presidente y General Pedro Eugenio Aramburu, en 1969. En fin, una vez que Montoneros “olió la sangre” de sus víctimas, la serialización del crimen sobrevino naturalmente.

No se llega a asesino serial por golpe de suerte o buenas calificaciones; más bien sería razonable precisar la descomposición psíquica y moral que tiene lugar en una persona capaz de hallar justificable el homicidio de un semejante, como asimismo de calificar de “error” el asesinato de una persona ajena al objetivo originario, y que muere por una bala perdida, las esquirlas de una bomba, el derrumbe de un edificio. Entonces, la prédica marxista constituyó el vaho narcotizante que auspició la destrucción psicológica, la pérdida del sentido de la realidad y el desbaratamiento de códigos éticos tan elementales como “no matar”, “trabajar para vivir”, “respeto al prójimo”. Para una persona normal estas proposiciones son inalterables; para un asesino terrorista estas cosas no son más que meras patrañas propias de un cuento de hadas.

Podría, en esta línea, sindicarse la diferencia entre un militar y un montonero como la de una persona cuyo ideal se resume en entrega absoluta al servicio de la Patria y de una persona adicta a una ideología o credo fundamentalistas tendientes a justificar cualquier medio para tal o cual fin. De suerte, por caso, que cuando todo el mundo se horrorizaba con los atentados de las Torres Gemelas, la empresaria corrupta Hebe de Bonafini celebraba públicamente destilando que “alguna vez a ellos también les tenía que pasar”. Un soldado sólo mata en defensa propia y precisamente llevado a un terreno marcial; el guerrillero mata de forma indiscriminada sin importar el lugar y la cantidad de víctimas inocentes (dando lugar así al inefable concepto de guerra asimétrica). Las FF.AA. sólo funcionan en tiempos de guerra mientras que la guerrilla se propone interrumpir la paz ciudadana mediante comisión de atentados terroristas. Los militares arremeten en procura de restablecer la paz y orden públicos (ante el caso de una invasión terrorista); los extremistas acometen con el objetivo de generar caos y desgastar las garantías institucionales de un país. El trabajo de uno es defender la Patria; la “misión” del otro es destruirla.

Mal que a muchos les pese, la idiosincrasia de la soldadesca se corresponde al profundo meollo de cuestiones culturales, sociales y religiosas de una Nación, de manera que la tradición de un país es la que determina su comportamiento y la forma con que ha de responder ante una amenaza por el estilo. Por otro lado – por más impolítico que suene – ningún golpe cívico/militar en Argentina se dio sin la documentada anuencia de la gran mayoría de los actores políticos como asimismo de un notable – cuando no mayoritario – consenso ciudadano.

La mentalidad del ERP, en cambio y por citar un ejemplo bien concreto, acaso estuvo constituida por elementos ajenos al devenir de la tradición o estilo de vida argentinos, lo cual condujo a la imposición de una metodología necesariamente improcedente, totalitaria, delincuencial, que incluso fue condenada – nada menos – que por el mismo Partido Comunista local. Si acaso hubo erpianos con “buenas intenciones” (que de seguro los hubo), el sólo hecho de pertenecer a una organización clandestina – y que encima cometió secuestros, asesinatos y que, por colmo, pretendió “quedarse” con una provincia – los conmina insalvablemente a la categoría de criminales, y no por otra cosa que por el discernimiento mismo del sentir tradicional argentino. Más allá de la “dudosa” probidad de nuestra siempre ensangrentada historia, todos vamos a coincidir en que matar está mal, que el terror no es “método” para nada, que es éste un país mayoritariamente católico, que muy pocas personas atacan guarniciones militares para robarse armamento, que de ningún modo el comunismo es una expresión mayoritaria y que irse a vivir a la selva tucumana es cosa más bien de picapiedras que de gente de bien.

Fuerzas Armadas vs. guerrilleros

Ya, más en el plano de los hechos concretos, y citando como ejemplo el asesinato del Capitán Humberto Viola y de su pequeña hija en Tucumán en diciembre del 74 (su otra hija quedó inválida), podríamos señalar que la diferencia entre un militar y un guerrillero es la que existe entre un hombre que al ser emboscado por maleantes, alcanzado y todo por los disparos, igual consigue descender de su vehículo en un intento por evitar que la balacera lesione a su familia o demás inocentes, mientras que – por el contrario – el guerrillero se escuda nada menos que en los semejantes que tiene a su alcance, cuando no con sus mismos hijos recién nacidos. Notable diferencia.

Por otro lado, si bien el margen de error en las operaciones contraterroristas ha llevado a numerosas víctimas inocentes (que desde aquí lamentamos, y repudiamos si hubo concurso de alevosía), bajo ningún aspecto la inventiva estratégica del Ejército incluyó el daño o la muerte de personas ajenas al conflicto armado, como tampoco de familiares de guerrilleros buscados intensamente. Más allá de que se pretenda sentar la idea de que las FF.AA. planearon una “persecución sistemática de disidentes inocentes”, los guarismos reales de ningún modo cercioran dicho concepto; lo mismo ocurre con la mentada apropiación de bebés. Es decir, nadie niega que hubo muertes inocentes o bebés apropiados ilegalmente, mas no los hubo en un número que se ilustre como de “sistemático” (planeado para tal propósito), por tanto no transigen con el espíritu sanmartiniano aquí evocado.

En contrapartida, la metodología guerrillera acaso sí se basó en un ataque sistemático hacia las fuerzas legales que además incluyó el asesinato indiscriminado (con tal de generar terror) de civiles eventuales como asimismo de familiares de militares (en concepto de “venganza” en algunos casos). Entre innumerables ejemplos de empresarios secuestrados, jueces asesinados, políticos perseguidos y civiles aterrorizados – cosa que extiende la “sistematización” del método a la población civil, lo cual, “a pesar de nuestra Justicia”, conlleva a la comisión de crimen de lesa humanidad –, podemos destacar además el estrepitoso homicidio de la hija del Almirante Armando Lambruschini (agosto de 1978), es decir, Paula Lambruschini, que fue extinguida mediante la colocación de un artefacto explosivo en su casa (cuya explosión también asesinó a dos personas más).  Si bien Montoneros “lamentó” las muertes inocentes, se discute que el móvil de dicho atentado terrorista fue en concepto de represalia.

¿Eran tarados los guerrilleros?

Hasta aquí quedan descritas, resumidamente, las distintas idiosincrasias tanto de las FF.AA. como de los guerrilleros en general. Cabría discutir sobre la integridad mental de los responsables de ambas facciones antagónicas. Los militares, dado el desgobierno imperante y la incapacidad policial de hacer frente a la creciente subversión (que ya planeaba la toma del poder), aceptaron una guerra por los ejércitos subversivos declarada abiertamente; trazaron un plan de acción; el mismo fue avalado y decretado por el gobierno democrático de Isabel Perón. Los militares ganaron la guerra contraterrorista, de modo que no vemos aquí algún desapego a la realidad o estrategias marciales desprovistas de resultados coherentes y satisfactorios. No ganaron la guerra sirviendo limonada, sino luchando y ofrendando sus vidas como soldados al servicio de la Patria.

La cuestión sobreviene cuando analizamos la mentalidad de personas – ya comprobadamente aficionadas a la serialización de los asesinatos, lo cual arroja el dato de una tara importante, visible – que creyó posible, mediante la frecuencia de atentados terroristas (como asimismo de la “guerra de guerrillas”, en el caso de ERP), que iban a conseguir ocasionar un golpe de Estado e instaurar una dictadura comunista de inspiración cubana. Personas enajenadas pero convencidas de que dicha metodología habría de ser reconocida por la población civil, y que por lo tanto habría de originarse simpatías y adhesiones para la idealizada “lucha armada”.  Estos bandoleros de acotadas facultades mentales, ¿qué se pensaban que eran los argentinos? ¿Idiotas y asesinos como ellos…? Actualizándonos un poco, las mismas preguntas podemos realizarles a aquellas personas actuales que incansablemente legitiman y reivindican el accionar de sus “jóvenes idealistas”.

Cabe destacar que tanto ERP como Montoneros “celebraron” el Golpe de Estado de marzo del 76 en base a la creencia de que lo mismo apresuraría el engrosamiento de sus ejércitos respectivos; imaginaban que la ciudadanía se iba a armar contra el general Videla, quien entonces no era ponderado de otra forma que como un salvador, lo mismo que el general Antonio Bussi en Tucumán, quien fuera más tarde electo gobernador de dicha provincia. Más allá del mayoritario consenso político y ciudadano por parte del Gobierno de Facto, hasta el mismo Partido Comunista recibió con beneplácito la interrupción del ficticio proceso democrático, ni que hablar de la intelectualidad de entonces. Y las preguntas son: los terroristas, ¿realmente creyeron que iban a poder ganarle una guerra a un ejército profesional, legendario, reconocido en todo el mundo? ¿Se imaginaron triunfadores sobre el mismo ejército en que luchó el general San Martín o el general Belgrano? Va de suyo que la respuesta afirmativa de ambas cuestiones inmediatamente conlleva al insalvable diagnóstico de completa taradez mental.

La misma, por cierto, queda francamente reflejada en la notable dificultad de sus exponentes actuales en aceptar la derrota infringida por las FF.AA., y de este modo mantener viva una disputa en la que son los únicos “gladiadores”; así y todo, sin embargo, necesitan hacer de la distorsión del pasado una diaria comunión, de la mentira un recurso infaltable y del odio, el resentimiento y el cinismo la cosquilla que alegra sus miserables existencias. Por otro lado – más lamentable aún –, así como en la época del 70 usaron a la ciudadanía e incluso a sus propios hijos como escudos humanos, en la actualidad sucede parecido toda vez que el odio injustificado se halla reproducido de a millares.

Se dicen revolucionarios y viven una vida distendida, al mejor estilo capitalista, gracias al dinero que roban sin vergüenza alguna; se reivindican como “hacedores” de una democracia que ellos mismos quisieron sustituir, mediante comisión de atentados terroristas, para implantar una rancia dictadura comunista; lloran humanismo hasta por los codos, acaso raramente olvidados que, entre todos, constituyeron un horrendo club de asesinos seriales; viven negando una guerra que ellos mismos declararon al Estado argentino en plena democracia, por cierto que con dinero, armamentos y logística importados de Chile, Cuba, Palestina, Libia; claman, ruegan, se retuercen en pos de pedir “justicia”, sin pensar que la mayor injusticia de nuestros días es el simple hecho de que ellos mismos no estén tras las rejas. En fin… tarados.

El ejemplo militar

Precisamente, como contraparte de estos últimos señalamientos, y fieles al espíritu tradicional y cristiano argentino, las víctimas del terrorismo subversivo también supieron expedirse en materia de la terrible época de los 70, aunque de forma diametralmente opuesta. De hecho, incontables son las familias que han debido convivir con el dolor de haber perdido un ser querido, o de conservarlo mutilado o inválido, y, por colmo, no sólo que totalmente obviados por el ojo de la justicia y el interés concreto de los políticos y (según una víctima que yo mismo entrevisté, Graciela Gonzáles Camarasa) de la misma oficialidad, sino que además debemos agregarle la solidaridad – con suerte – grácil y de “rigor” de una minúscula fracción de la ciudadanía. Por supuesto que no se es solidario con una víctima de la subversión cacareando por otro lado que los terroristas fueron “jóvenes idealistas” o cosas por el estilo. En fin, la hipocresía ya es patrimonio de la otra parte.

En este sentido es sumamente ponderable la acción del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (CELTYV), cuya presidente, Victoria Villaruel, a la vez que lucha incansablemente porque el Estado argentino reconozca y repare a las víctimas del genocidio marxista… es reconocida por su labor en todo el mundo, menos en Argentina (en la medida que bien se lo merece). Volviendo a lo mismo, no sirve, a mi juicio en particular, un periodista, por ejemplo, que pondere el trabajo de “Vicky” mientras que en otro sentido desconoce la magnitud homicida de los siempre mentados “jóvenes idealistas”. Tanto debe ser así, que la misma presidente del CELTYV publicó un libro intitulado, justamente, “Los llaman… jóvenes idealistas”.

No obstante, nada ha conseguido borronear el espíritu infranqueable de aquellas personas que, en buena ley, guerrearon y combatieron contra al terrorismo nacional e internacional. Suele decirse que los militares ganaron en el terreno de las armas, pero que perdieron en el terreno psicológico; verdad relativa, toda vez que los mismos veteranos contrarrevolucionarios, como también sus respectivas familias, de ningún modo han visto flaquear sus convicciones morales y religiosas, ya sea tanto por el desgaste de la ignominia marxista como por el menosprecio de la política en general. Perder, sencillamente, sería terminar convertidos en ellos, los enemigos de entonces; es decir, con el corazón henchido de odio, resentimiento y cinismo.

Muy por el contrario, los héroes de la lucha contraterrorista, han sabido tolerar con gran estoicismo el advenimiento de las peores contingencias. De suerte que el coronel Argentino del Valle Larrabure, desde su largo cautiverio en las llamadas “Cárceles del Pueblo” (ERP, a quien se entregó para evitar derramamiento de sangre inocente la noche del copamiento de la Fábrica Militar de Villa María), mediante esquelas llenas de amor, exhortaba a su familia a “no odiar al enemigo” bajo ninguna circunstancia, como asimismo a llevar a cabo un perdón cueste lo que cueste. Como él, muchos otros soldados entendieron desde un principio que ya no volverían a ver a sus familias y que lo mejor de sí mismos que tenían para legarles era un recuerdo limpio de rencores, propósitos decadentes, luchas insensatas. Como él, tantos otros se sublimaron al destino de la Nación por la que entregaron su vida; era más importante una Patria libre, con sus hijos andando indiferentes al vaho del odio, que el propio dolor y la inconmensurable desesperanza de no volverlos a ver, a tocar, a escuchar…

Esto último resume, pues, en la diferencia más significativa que hay entre un militar y un montonero. Amor por un lado, odio por el otro; entrega y sacrificio los primeros, sometimiento y crimen los segundos. Libertad, libertad y libertad, contra comunismo, terrorismo y subversión. Silencio, altruista resignación e idealismo… Vocinglería, resentimiento e ideología. Y así siguen, los unos digiriendo el dolor nuestro cada día: es lo mejor para el país; los otros, que aprovechan para seguir mintiendo, robando y prostituyendo: es lo mejor para ellos. Es su forma de pelear.

Pero… aunque sigan peleando, tienen bien presente que ya perdieron la guerra de forma estrepitosa. Quizás lo que más les duela a los perdedores marxistas es precisamente esto último: por más sangre que derramaron, por más mentira convertida en tabú, por más injusticia que ellos mismos representan… no han logrado apagar – ni remotamente – la convicción patriota y el corazón en llamas de un soldado argentino. Es su forma de pelear.

 FUENTE ORIGINAL:  http://www.davidrey.com.ar/la-diferencia-entre-un-militar-y-un-montonero/
Fuentes consultadas: “El Vietnam argentino”, Nicolás Márquez / “Mitos setentistas”, Agustín Laje Arrigoni / “Montoneros – Soldados de Massera”, Carlos A. Manfroni / “Hombres y mujeres del PRT-ERP”, Luis Mattini / “Nunca más”, Ernesto Sábato / “Gaby, la montonera”, documental de César D’ Agiolillo / “Montoneros”, Wikipedia /”Humberto Viola junto a su hija, asesinados en Tucumán”, Mendoza Transparente / “Armando Lambruschini”, Wikipedia / “Entrevista a Arturo Cirilo Larrabure”, www.DAVIDREY.com.ar / “Entrevista a Carlos Manfroni”, www.DAVIDREY.com.ar /”El silencioso Terrorismo de Estado actual”, www.DAVIDREY.com.ar / “Testimonio de una víctima del terrorismo”, www.DAVIDREY.com.ar / “Analizando a Laura Di Marco, autora de ‘La Cámpora’”, www.DAVIDREY.com.ar / “Lo que yo puede ‘sacarle’ a Ceferino Reato”, www.DAVIDREY.com.ar

jueves, 8 de agosto de 2013

De la Boca del Tigre al Patio del Indio Froilan

Hace muchos años que conozco esta zona,como tantos otros habitantes de Santiago del Estero,me fui a refrescar al hermoso Canal San Martín que siempre fue un paliativo en los infernales días del verano.
Recuerdo que en una época había un Señor de nacionalidad Cubana,que había inaugurado un pequeño comercio en inmediaciones de la avenida del Libertador y prolongación de la calle 18,siempre esa franja de tierra que va desde que emerge el Canal San Martín a la Avenida Belgrano Norte me gusto mucho,algo que con la ayuda del hombre hubiese sido un lugar para el esparcimiento y descanso de los ciudadanos.
Lamentablemente la zona estuvo abandonada por las distintas autoridades,no se hizo un proyecto de aprovechamiento de este recurso,seguramente gente de otra provincia,de tener algo así lo hubiesen aprovechado mucho mejor,en ese aspecto Córdoba es un ejemplo de con poco hacer mucho para ofrecer al turista.
A mediados de mayo de 2013 comenzó el conflicto,el Gobierno Provincial de SDE expropio parte de esa zona para la construcción de una avenida de circunvalación,por donde se desviara el transito que viene del norte al sur del pais,para evitar lo que pasa ahora,que todo ese flujo de transito pasa por la Avda Madre de Ciudades,arteria muy poblada.
Asimismo se construirán viviendas en terrenos que estaba ocupado por familias desde hace muchos años,dentro de los dagnificados esta el Indio Froilan Gonzales,famoso  Luthier,muy conocido por sus bombos y por su Patio,sitio de donde arrancaba la conocida Marcha de los Bombos,en un momento peligro el Patio,por suerte se salvo,aunque quedo algo recortado.
Esta serie de videos los hice como recuerdo,porque de aquí a pocos meses sera esto irreconocible.










domingo, 21 de julio de 2013

Cámporas eran los de antes

Cámporas eran los de antes

POR ALEJANDRO BORENSZTEIN

14/07/13
Ya en 1973 Cámpora era un tipo antiguo. Seguía usando un bigote finito que se había puesto de moda en los años 40, como el de Angel Magaña, Angel Labruna, Edmundo Rivero o Roberto Goyeneche. Un dentista de San Andrés de Giles, peronista, conservador, protagonista en los años 50 y con una lealtad absoluta al General. Buena gente. Si hoy viviera, sospecho que por su estilo campechano y ortodoxo, difícilmente sería kirchnerista. Pero como tantas otras cosas, el kirchnerismo se lo apropió. Y ahora andá a cantarle a Gardel.

Cuando Perón lo designó delegado personal fue todo un batacazo. El General, recontraprohibido y exiliado en Madrid, tenía un representante en el país que se llamaba Jorge Daniel Paladino, y que cada vez que llegaba a Buenos Aires decía: “Dice el general que tal cosa”. Había que creerle o reventar porque no existía ni satélite, ni Internet, ni discado directo, ni nada. Para todos los mandados estaba Paladino, hasta que en 1971 el General lo reemplazó por Cámpora.

Para entonces el Presidente de facto era el General Lanusse. En la cena de camaradería de las Fuerzas Armadas de julio de 1972 (la misma cena a la que la Compañera Jefa fue esta semana y anunció un aumento del 24% para los militares del mismo país en que Guillermo Moreno todavía dice que la inflación es del 9% sin que nadie lo acompañe gentilmente al Borda), Lanusse anunció el llamado a elecciones y el fin de la denominada Revolución Argentina, cuyos presidentes fueron él, Onganía y un extraño general llamado Levingston que al momento de ser designado era un ilustre desconocido que vivía en Washington. Cosas raras que ocurren en la Argentina.

Lanusse puso como condición que los candidatos debían residir en el país antes de fin de agosto, y redobló la apuesta con su frase histórica: “Si le da el cuero, que venga”.

Como a Perón no lo corría nadie, habrá pensado: “Yo voy cuando se me canta” y se quedó en Madrid. El asunto era saber quién sería el candidato del peronismo que, para esa elección, se presentaba como FREJULI (Frente Justicialista de Liberación), una alianza de partidos alrededor del peronismo que incluía desde grupos de izquierda hasta la derecha más recalcitrante. O sea, lo que la Jefa llamaría hoy “un rejunte” (me cuesta imaginarla paradita en un atril y diciéndole eso al General).

Cuando Perón anunció que la fórmula presidencial sería encabezada por Cámpora, la sorpresa fue total. Un baldazo de agua fría para muchos peronistas importantes que subestimaban y ninguneaban a Don Héctor.

Anécdota al paso. En aquellos años, mi viejo había dicho por televisión que Lorenzo Miguel, líder de la UOM, las 62 y peso superpesado del sindicalismo, había participado de una reunión que luego se desmintió. Pero el programa ya se había grabado y salió al aire. Lorenzo Miguel se enojó y pidió verlo para aclarar el asunto. Mi viejo le rajaba a todo contacto con los políticos, pero semejante personaje llamándote no daba para decirle que no.

Al llegar a la UOM con su libretista y amigo Jordán de la Cazuela, se encontró con que al lado del “Loro” (así lo llamaban) estaba sentado Cámpora, quien ya era candidato a presidente. Al rato se abrió la puerta y entró José Ignacio Rucci. Se paró, lo miró fijo a Cámpora, giró hacia mi viejo y exclamó: “¡Cuánta gente al pedo en este lugar!”. La designación del Tío había sido un disgusto para más de uno.

El lema fue “Cámpora al gobierno, Perón al poder”. Posiblemente lo mismo que intentará la Presidenta si no logra incendiar la Constitución, con la diferencia que esta Cámpora no es aquel Cámpora, y que esta Jefa no es aquel Jefe.

Sacaron el 49,6% de los votos. Como se requería el 50% +1 de los votos, había que ir a ballotage, pero Balbín dijo: “No se molesten muchachos, faltaba más, les regalamos el punto” y el 25 de Mayo de 1973 asumió un gobierno que incluía desde un ministro del Interior radicalizado como Esteban Righi (el mismo al que la Jefa echó para proteger a Boudou) hasta el mismísimo López Rega. El discurso de Righi frente a los comisarios de la Policía Federal en junio del 73 es la pieza oratoria más importante de la izquierda nacional. Pero ni Perón ni el brujo iban a permitir que la izquierda peronista revoloteara por la Rosada mucho tiempo más. Sospecho que tampoco lo quería Cámpora, pero los hechos lo sobrepasaron. No podía lidiar con semejante quilombo. Sólo duró 49 días. El 13 de julio de 1973 lo rajaron. Ayer se cumplieron 40 años.

Lo que siguió se resume fácil: Lastiri al gobierno y su suegro López Rega al poder, Perón-Perón y el 62% de los votos, los Montos matan a Rucci, Perón los echa de la Plaza, los Montos pasan a la clandestinidad en pleno gobierno constitucional, el General se muere, asume Isabel, y López Rega da a luz al terrorismo de Estado: la Triple A. Algún día habrá que reconocer que el terrorismo de Estado ya había nacido 2 años antes del golpe.

Una curiosidad. En 1983, el candidato del PJ, Luder aceptó la autoamnistía que se habían decretado los militares, mientras Alfonsín prometía juicio y castigo. Por suerte ganó Don Raúl y hubo juicio. En el fondo, aquel peronismo del 83 temía que la revisión del pasado incluyera el período 74/76 en que el gobierno de Isabel masacró a la izquierda peronista que se identificada con el Tío. Pregunta del millón: ¿A quién habrán votado, en 1983, la Compañera Jefa, el Compañero Jefe y todos los kirchneristas peronistas de más de 48 años que hoy enarbolan a Cámpora? ¿Al que aceptaba el olvido o al que propiciaba los juicios? No hace falta que lo respondan, me lo puedo imaginar. Linda paradoja de la historia.

Cuando el perro sobreactúa se termina mordiendo la cola.

En enero de 1975, con 16 años, viajé a México. Una noche alguien me llevó a visitar a Cámpora. Vivía en un pequeño departamentito. Abrió la puerta su esposa. Detrás venían él y su perrito que tenía un nombre muy original: “Frejuli”. Un hombre simple, cálido. Lo escuché durante horas. Inolvidable.

Me cuesta imaginar que, por ejemplo, Amado Boudou tenga alguna idea de toda esta historia cuando se pone una remera de “La Cámpora” y levanta sus deditos en V. Es más, me huelo que no es el único que no tiene la más puta idea.

Desde la humildad de San Andrés de Giles al grotesco de Puerto Madero algo se les perdió en el camino, muchachos.

Marx escribió que la historia se repite dos veces, la primera como drama y la segunda como comedia. Este sábado mi hija empezó a sonreír. Todavía no cumplió dos meses y ya se avivó que todo esto es una joda grande como una casa.


Fuente:  http://www.clarin.com/opinion/Camporas_0_955704482.html

miércoles, 3 de julio de 2013

Los 11 principios de la propaganda nazi


Una vez que un gobierno tiene a un pueblo a sus pies, una vez que se ha hecho con su conciencia, entonces es capaz de hacer con él lo que se le antoje



Joseph Goebbels (29 de octubre de 1897 – 1 de mayo de 1945†) fue ministro de propaganda de la Alemania nazi, conocido fundamentalmente por su famoso discurso de la guerra total en el Palacio de los Deportes.Tuvo un gran talento para persuadir a las masas. Tras la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial se suicidó junto a su esposa, Magda Goebbels, después de que ésta hubiera matado a sus seis hijos. La escena de la madre envenenando a los niños después de suministrarles un somnífero supone el colofón a una de las mayores aberraciones históricas.

Aberración que comenzó, no olvidemos, con unas elecciones libres, democráticas, en las que la propaganda, el marketing, fue la pieza fundamental. ¿Cómo es posible que una idea política tan monstruosa como la de la exaltación de una raza frente a las demás, triunfe de manera tan aplastante, en un pueblo al que se le suponía madurez democrática?. Con una estrategia de comunicación adecuada. Es imposible leer el discurso de la guerra total sin entender que antes hubo muchos años de comunicación, muchos años de batalla en la mente de todo un pueblo, transmitiendo ideas, filosofías, conceptos, apelando siempre a los instintos, movilizando voluntades, en definitiva, mintiendo con mucho estilo.


Una vez que un gobierno tiene a un pueblo a sus pies, una vez que se ha hecho con su conciencia, entonces es capaz de hacer con él lo que se le antoje. Cuando se atraviesa la barrera de la libertad individual, y se “usa” a una nación para unos objetivos concretos, ya sean ideológicos, religiosos, expansionistas, o con ánimo de lucrarse, entonces ya no estamos hablando de la política como “el arte del bien común”, sino de la manipulación de las mentes.

El nazismo cayó en ese error. El comunismo también, así como el fascismo, u hoy en día el islamismo radical.


Me gustaría añadir que la pérdida de valores de la sociedad occidental también adolece de esa alienación colectiva, de ese entontecimiento generalizado, que también sigue una estrategia, aunque en este caso en mi opinión no haya un Goebbels que la dirija, sino más bien somos todos nosotros los que nos la aplicamos.

Hoy traigo a colación los once principios de la propaganda, elaborados y llevados a la práctica por el partido nazi, que sirvieron para que un pueblo entero retara al mundo. Es curioso, pero leyéndolos me siento incapaz de creer que el hombre aprenda de sus propios errores.




Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.

Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.

Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.

Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.

Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.

Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto, sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite mil veces, acaba por convertirse en verdad”.

Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.

Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.

Principio de la silenciación. Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen al adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.

Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea un mito nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.

Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando una impresión de unanimidad.


FUENTE: http://www.intereconomia.com/blog/blostrategia/los-11-principios-propaganda-nazi-0

viernes, 26 de abril de 2013

Jorge Lanata premio Iris Internacional en España.


Jorge Lanata premio Iris Internacional en España.



Toda la repercución de Lanata en España

by mediosyopinion

El periodista Jorge Lanata destapó una red que involucraría al expresidente Néstor Kirchner y que habría evadido por lo menos 55 millones de euros a paraísos fiscales


ÁNGEL DE ANTONIO
Lanata, durante la entrevista con ABC
Acaba de bajarse del avión que lo trajo desde Buenos Aires a Madrid. Llegó a España porque mañana recibirá el Premio Iris Internacional de la Academia de Televisión por su denuncia permanente de la clase política corrupta en el programa «Periodismo para todos», que se emite en Canal 13 de Argentina. Mientras deshace la maleta en la habitación del hotel, el periodista Jorge Lanata recibe a ABC. Descalzo, con camisa a rayas y pantalón azul oscuro, Lanata no para de fumar. Nunca lo hace. Lanata fuma hasta en la emisión de su programa. Fuma y denuncia. Y hace tan solo unos días ha denunciado una red de lavado de dinero negro que involucra al expresidente Néstor Kirchner y de la que ya habla todo el país.

-¿Cómo surge la investigación?

-Hace un año y medio apareció un personaje, Leonardo Fariña, que se casó con una modelo argentina. Este tipo empezó a manejar cantidades impresionantes de dinero y nadie sabía de dónde las había sacado. Se dijo que era hijo ilegítimo de Néstor Kirchner, pero nadie lo pudo probar. Luego Fariña declaró en la TV que temía por su vida. Y ahí dijimos, acá hay algo raro. Nos encontramos con él y nos contó que manejaba plata de un empresario muy vinculado al Gobierno, Lázaro Báez. Después encontramos a Federico Elaskar, el dueño de la financiera donde Fariña lavaba la plata. El rompecabezas empezó a armarse.

-¿Quién es Lázaro Báez?

-Fue socio de Néstor Kirchner en un negocio inmobiliario. El propio Kirchner reconoció esta sociedad. A partir de esa relación se transformó en uno de los mayores proveedores de obra pública de la Argentina. Debe tener entre 2.000 y 3.000 millones de dólares.

-¿Cómo se lavaba el dinero?

-Fariña y Elaskar contaron que lavaron 55 millones de euros entre dos y tres meses. Para eso hicieron una ingeniería financiera que consistió en crear cincuenta empresas fantasma. Acá no es que lavaron 55 millones, lavaron mucho más. Hay que investigar para adelante y para atrás.

- ¿Cómo era la ruta del dinero?

-La plata salía desde la provincia de Santa Cruz y era de Lázaro Báez y de Néstor Kirchner. Iba hasta Buenos Aires en los aviones de Báez y la dejaban en la casa del padre de Fariña o en la financiera -que en realidad no está registrada- de Elaskar. De ahí iba a Panamá y de Panamá a Suiza o a otros paraísos fiscales.

- Tiene que haber habido muchos cómplices para que funcionara esta red...

- Sí, por eso no es fácil pero es posible averiguar. Todo el mundo sabe qué pasa pero mira para otro lado porque de alguna forma disfruta de los beneficios del lavado de dinero. A mi me salió a putear la mujer de Mujica por decir que Uruguay es un país que lava dinero. Yo entiendo que ella no lo pueda decir pero es así. Andá a Punta del Este 10 minutos y te vas a dar cuenta de cómo crecen los edificios. La operación que están haciendo es de manual, no es algo muy sofísticado. Incluso es muy torpe. Creo que es tan torpe porque al sentir que tienen protección no les importa.

Dinero por kilo
-¿Siempre se hacía en euros?

-Los hechos de corrupción del Gobierno de Argentina siempre son en euros porque hay billetes de quinientos y es más fácil de transportar. Un millón de euros pesa un kilo cien gramos y un millón de dólares pesa diez kilos. Pesaban la plata, no la contaban. Ese dato fue muy fuerte. Yo había escuchado muchas veces como metáfora «tiene tanta plata que la pesa» pero nunca pensé que podía ser verdad. Argentina es el país, después de Europa, que tiene mayor cantidad de euros. Y el GAFI -Grupo de Acción Financiera Internacional- a partir del lavado de dinero había pedido que se eliminara el billete de 500.

-¿Qué papel juega la presidenta Cristina Kirchner en todo esto?

-Ahí hay diferentes versiones que no se han podido confirmar. Una es que cuando murió Néstor, Cristina se enteró de un montón de negocios que ella no conocía. Yo realmente no creo mucho en esto porque, si estás casado durante treinta años con alguien, no puede ser que no sepas nada. Lo que dice todo el mundo es que ella cortó esos negocios pero no denunció y se quedó con la plata. Después de un año y medio los negocios vuelven a suceder pero de una manera más inorgánica. Antes estaban completamente centralizados por Néstor, ahora no están centralizados por Cristina.

-¿Cuáles son las repercusiones que ha tenido la investigación?

-Hubo una denuncia judicial en el fuero federal, pero el Gobierno presionó para sacar a Báez de la investigación. Sólo quedaron Fariña y Elaskar. Es una vergüenza lo que pasó. El Gobierno, como involucraba a personas del espectáculo, trató de frivolizar la investigación. Pero fue un arma contradictoria porque terminó haciéndolo más popular y la gente habló más del tema. Nosotros fuimos a la justicia y le ofrecimos todos los papeles que teníamos. Es demasiado difícil que se nieguen a investigar.

CFK, según Lanata
A.CMADRID
- ¿Cómo definiría al gobierno de Cristina Kirchner?
Está muy basado en el doble discurso: habla para la izquierda y gobierna para la derecha. Es un gobierno muy autoritario, ha montado un aparato de prensa increíble, el 80% de la prensa es de ellos y a su vez ese aparato hostiga a los otros. Quedan muy pocos lugares donde trabajar. Hubo una mejora en cuanto al rol del Estado y a los derechos humanos. Pero hay una grieta social muy grande, una división estimulada por el propio gobierno. Y ahora lo que se está definiendo es la re reelección de Cristina que en teoría no se podría hacer pero que ella va a encontrar la manera de hacerla porque nadie se baja de una revolución. Yo no creo que ellos estén haciendo la revolución pero ellos creen que si.



El periodista que tiene en 'jaque' a Cristina Fernández
Semana.com - ‎hace 3 horas‎
Por denuncias e investigaciones como esta, Lanata recibirá este jueves el premio Iris Internacional de la Academia española de la Televisión. El galardón reconoce la "denuncia permanente" del periodista sobre la clase política corrupta y su defensa
Lanata premio Iris Internacional en España




El periodista Jorge Lanata recibio en el dia de hoy 25 de abril de 2013 el premio Iris Internacional que otorga la Academia española de Televisión por su trayectoria y por las denuncias a la clase política que realiza en el programa "Periodismo para Todos".

Al pisar tierras españolas, Lanata realizó duras críticas a la gestión de la presidenta Cristina Fernández.

"El Gobierno nacional habla para la izquierda, pero gobierna para la derecha. El gobierno de los Kirchner ha armado un aparato de prensa fenomenal. Cristina es autoritaria, tiene el 80% de los medios de Argentina y está intentando controlar la justicia", aseguró el conductor de PPT.

Y agregó: "Kirchner dedica dinero público a ese aparato de propaganda que no ve nadie. Ese 80% de medios no tiene el 80% de audiencia".

Por otro lado, hizo un apartado para empresas españolas: "Devastaron Argentina con una actitud muy pirata, aunque es cierto que la expropiación de Repsol fue irregular".

miércoles, 24 de abril de 2013

“Kirchner busca la ruina financiera de la prensa independiente”




The Wall Street Journal “Kirchner busca la ruina financiera de la prensa independiente”

by mediosyopinion

Por MARY ANASTASIA O'GRADY
La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, considera que los adolescentes de 16 años deben votar y en octubre sus aliados en el Congreso redujeron la edad mínima para votar de 18 a 16 años para que lo puedan hacer. El objetivo, en palabras de una kirchnerista, es "ampliar la base electoral de nuestra democracia".

Se estima que un millón de argentinos son parte de este nuevo electorado. La mayoría de ellos tiene poca experiencia ganándose la vida. Eso los convierte en el blanco demográfico perfecto para el partido de la presidenta a medida que la economía se viene abajo antes de las elecciones legislativas programadas para octubre.

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Agence France-Presse


De todos modos, a la hora de inclinar la balanza a su favor, la presidenta no está dejando el resultado en manos de un grupo de chicos. Ha seguido el ejemplo de Hugo Chávez y busca llevar a la quiebra a los medios libres e independientes cortando su acceso a la publicidad.

La oposición argentina ha realizado un constante esfuerzo para persuadir a los votantes de que el país va por el mal camino y los detractores se muestran activos en las páginas de opinión de los diarios independientes. Los artículos noticiosos que aparecen en esos periódicos tampoco ayudan a la presidenta. La semana pasada, por ejemplo, el diario El Cronista informó que "El Vaticano confirmó que la diplomacia argentina en Italia redactó y distribuyó entre ciertos cardenales un dossier sucio para bloquear la posible designación de Jorge Mario Bergoglio como sucesor de Benedicto XVI".

Los diarios independientes también reportan sobre la inflación, que según algunos economistas llegará a 25% este año. El peso, actualmente 40% más débil en el mercado negro que el tipo de cambio oficial, se hunde en una espiral descendente. Los intentos del gobierno para frenar la fuga de capitales con controles cambiarios sólo aumentan el temor a una marcada devaluación.

El reciente anuncio del gigante minero brasileño Vale de que su planeado proyecto de potasio de US$6.000 millones en la provincia de Mendoza ya no es viable refleja la pérdida de confianza empresarial. La compañía, que ya ha invertido US$2.200 millones, paralizó las obras en diciembre, argumentando dificultades debido a la inflación argentina, un peso sobrevalorado y crecientes demandas de los sindicatos y gobiernos locales. Ahora, ha suspendido el proyecto y el gobierno planteó la posibilidad de nacionalizar la inversión.

La debacle del modelo económico de Kirchner explica el gran esfuerzo del gobierno para destruir la prensa independiente. No es que su gobierno haya sido alguna vez un modelo de tolerancia. Se han iniciado acciones penales contra ejecutivos de periódicos por editoriales que no fueron de su agrado, se ha intentado obtener el control del suministro nacional de papel para diarios y se ha promulgado una ley que politiza la concesión de licencias de radiodifusión y la venta de espectro. Tampoco hay que olvidar una redada de unos 200 agentes tributarios al diario Clarín en septiembre de 2009 y el despliegue de muchedumbres pro kirchneristas para bloquear la distribución de algunos periódicos que no se adhieren al gobierno.

Ahora, la presidenta está tratando de arruinar financieramente a sus críticos en la prensa. Una herramienta es el presupuesto publicitario de más de US$100 millones que tiene el gobierno, sin incluir los fondos mucho mayores del programa Fútbol para Todos, que distribuye las transmisiones de partidos. Un análisis del diario La Nación (socio en Argentina que publica contenido de The Wall Street Journal) del gasto en 2012 frente a 2011 muestra un incremento de 65,3% en las compras de espacio para anuncios públicos y, más comúnmente, propaganda del gobierno en los diarios y revistas del país. No obstante, los cuatro grupos editoriales independientes más importantes del país —Clarín, La Nación, El Cronista y Perfil— publicaron menos publicidad del gobierno el año pasado. La Nación perdió un sorprendente 83%, mientras que la reducción en El Cronista fue de 48%, en Clarín de 37% y en Perfil de 12%.

El castigo no termina ahí. En una reunión realizada el 4 de febrero, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, ordenó a las cadenas de supermercados congelar los precios durante 60 días. Según un artículo de Clarín del 3 de marzo, Moreno también les indicó a los comerciantes presentes que dejaran de comprar publicidad impresa en los medios de Buenos Aires y sus alrededores. De acuerdo con el informe, el funcionario dijo que el boicot incluiría a empresas que venden electrodomésticos y electrónicos.

Inicialmente el gobierno negó que haya decretado tal medida. Pero según Clarín, los minoristas contaron que están bajo órdenes estrictas de no comprar avisos en diarios independientes de la capital y el conurbano. Clarín señaló que no obedecer dichas órdenes, aunque no sean leyes, puede ser costoso. Las empresas temen represalias del gobierno en la forma de inspecciones tributarias, la suspensión de licencias de importación y demandas judiciales en nombre de la protección del consumidor.

Otras empresas parecen haber recibido instrucciones similares. De acuerdo con Clarín, el grupo español de telecomunicaciones Telefónica, que tenía una orden fija de compras de espacio publicitario en sus publicaciones, ha cancelado todos sus anuncios para este año. La pérdida de solamente el negocio de Telefónica le costará al diario unos US$5 millones este año.

Sin publicidad, todos estos diarios tendrán a la larga que cerrar. Si eso ocurre, los lectores argentinos se quedarán con los periodicuchos del gobierno, y el país —incluyendo los electores de 16 años— habrá perdido su libertad.

Escriba O'Grady@wsj.com FUENTE

miércoles, 10 de abril de 2013

De Aliverti a Leveson


De Aliverti a Leveson

A partir de acontecimientos recientes, Marcelo J. García y Roberto Samar reinstalan el debate acerca de qué es ser comunicador y qué significa hacer periodismo en democracia y respetando a las personas.

Por Marcelo J. García y Roberto Samar

El día en que el periodismo argentino cruce el punto de no retorno será muy tarde para reconstruirlo. En los últimos años de “guerra político–mediática”, el sistema de medios ha sido muy eficaz para ponerse a sí mismo en cuestión (somos todos 6, 7, 8), pero no ha logrado establecer un nuevo sistema de credibilidad. Todavía está a tiempo de hacerlo.

¿Cuál es la misión de los medios masivos de comunicación? Está escrito en la ley de medios, “... una actividad de interés público, de carácter fundamental para el desarrollo sociocultural de la población por el que se exterioriza el derecho humano inalienable de expresar, recibir, difundir e investigar informaciones, ideas y opiniones”.

En el mundo real, sin embargo, lo que predomina es una lucha descarnada por la atención de una audiencia cada vez más dispersa y, también, más desconfiada. De gallina y huevo, ¿fue primero la desconfianza del público o la mala praxis de los medios? A veces el vínculo parece casi roto, como si faltara poco para que los medios sigan el camino de otras instituciones democráticas cuya estima popular se ha extinguido lejos y hace tiempo.

Los medios argentinos han sobrevivido a años de desinformación deliberada. Pero no han cruzado, todavía, el Rubicón que sí atravesaron sus pares en Inglaterra. Allí, cierto periodismo “tabloide” (popular o amarillo) hizo de sus audiencias las víctimas de una mala praxis flagrante. Durante años, grandes medios –mayormente aquellos ligados al magnate australiano Rupert Murdoch– compraron información policíaca para generar historias de “interés humano”, cuyo origen era el pinchazo de teléfonos. Lo que al inicio afectó sólo a celebrities, pronto tocó también a ciudadanos de a pie (estos últimos en situación de tragedias irreparables, como los padres de la niña Madeleine McCann o la adolescente Milly Dowler). Todo terminó en la comisión de verdad Leveson y la propuesta de legislación para la regulación de la prensa. Moraleja: las malas prácticas, en última instancia, no distinguen clases sociales ni popularidad.

Aquí y ahora en Argentina, algunos parecen empeñados en cruzar el punto de no retorno de su propia credibilidad. Un periodista de Clarín de apellido Gallo, por caso, tituló con un (¿irónico?) “Periodismo para Todos” una crónica sobre un accidente de tránsito con una víctima fatal que involucró al hijo de un periodista que él define como de ideas afines al Gobierno: Eduardo Aliverti. (¿El colega?) Gallo celebra la cobertura del caso por parte del diario popular del Grupo Clarín, Muy, que lanzó detalles escabrosos nunca comprobados ni chequeados sobre cómo se había producido el hecho. Como ex editor de un ex diario también popular, Libre, Gallo sabe de fulgores amarillos. Los Murdoch también creían que sabían hasta que tuvieron que cerrar al centenario News of the World por al escándalo de las escuchas. No todo brillo amarillo es oro.

La sociedad puede consumir con morbo estas disputas que parecen acotadas a las alturas del poder periodístico, político y artístico, pero corre el riesgo de dejar crecer a un Frankenstein. Cuando Mario Pergolini denunciaba a la revista Caras por hacer una guardia fotográfica a Luis Alberto Spinetta para mostrarlo herido por el cáncer o cuando, ante el secuestro de su padre, Pablo Echarri clamaba para que los medios de comunicación tendieran “un manto de silencio y piedad”, fue fácil mirar para otro lado y pensar que eran apenas cosas de famosos. Luego siguieron las firmas: del caso Candela a la falsa foto de Hugo Chávez, entre otras. Y posiblemente seguirán. Más temprano que tarde, el canibalismo afectará también a ciudadanos de a pie. En el caso Aliverti comenzó a vislumbrarse la orilla del Rubicón –la línea delgada que separa a un personaje conocido, de su hijo y de la víctima circunstancial–. Aliverti lo dijo en esos días: “Todos somos o podemos ser víctimas de la gente que hace periodismo de esta manera”. Más temprano que tarde, lo seremos.

La pregunta eterna del periodismo es quién controla al controlador. En Inglaterra se dieron cuenta de que la autorregulación, un “caniche sin dientes” según la descripción de un primer ministro conservador, no podía hacer nada frente a “una bestia feroz”, según la descripción de un ex primer ministro laborista. En la Argentina de hoy, el gremio apenas puede ponerse de acuerdo en qué significa hacer periodismo. El primer paso sería estar de acuerdo, al menos, en qué significa ser intelectualmente honesto.

* Licenciados en Comunicación. Integrantes del departamento de Comunicación de la Sociedad Internacional para el Desarrollo (www.sidbaires.org.ar).

jueves, 14 de marzo de 2013

¿Quién es el “perro” Verbitsky?



¿Quién es el “perro” Verbitsky?

Por Agustín Laje (*)


Probablemente le resulte familiar el nombre de Horacio Verbitsky. Quizás lo tenga por su rol de director del diario ultrakirchnerista Página 12; quizás por presidir desde el año 2000 hasta la fecha el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) financiado por la Fundación Ford; quizás por su veintena de libros publicados; quizás por ser considerado por muchos analistas políticos como la verdadera cabeza detrás del kirchnerismo; o quizás, posiblemente, por el reciente dictamen de la Sala I de la Cámara Nacional de Casación Penal que absolvió a Verbitsky por un atentado ocurrido en 1976 en el que murieron 23 personas, cuando éste integraba el área de inteligencia de la organización terrorista Montoneros, autora del operativo de marras.

¿Pero quién es en concreto este personaje de oscuro pasado y protagónico presente, formador de opinión pública e ingeniero ideológico del kirchnerismo?

Horacio Verbitsky es periodista de profesión. Sus primeros trabajos periodísticos, empero, distan de manera significativa de su actual discurso pretendidamente democrático. En efecto, tal como denunció en Ambito Financiero (23/7/98) Fernando Nadra, Verbitsky “ascendió de redactor a Jefe de Redacción de ‘Confirmado’, cargo que ocupaba cuando la revista contribuyó abiertamente al derrocamiento del presidente Arturo Illia en 1966”. Al año siguiente, otro de los primeros trabajos de los que quedan registro fue nada menos que una participación como columnista de la revista La Hipotenusa, dependiente de la Secretaría General de la Presidencia del gobierno de facto del General Onganía. Eran tiempos en los que el hoy ilustre periodista de Página 12 percibía sus haberes de la “Revolución Argentina”.(1)

El joven Verbitsky tuvo sus primeros contactos con la política de la mano de su padre Bernardo, quien lo inició en sus relaciones con el Partido Comunista Argentino (PCA). Ni lento ni perezoso, no obstante, Horacio fue girando hacia posiciones trotskistas para finalmente incorporarse en las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) a principios de 1970, junto al escritor Rodolfo Walsh, con quien entablaría una fuerte amistad y admiración intelectual.(2)

En el período en el que Verbitsky y Walsh integraron las FAP, numerosos atentados fueron perpetrados por esta organización en el país. A modo de ejemplo, el 29 de septiembre de 1970 se asaltó al Banco Alemán Trasatlántico de El Palomar, donde se robaron 15 millones de pesos; el 30 de septiembre de ese mismo año se atentó con bomba en la secretaría de Vivienda de la Nación; el 22 de enero de 1971 se robaron 5 millones de pesos del Banco de Galicia, sucursal Bánfield, asesinando un policía en el atraco; el 29 de julio de ese año se ultimó en Córdoba al mayor Julio Sanmartino; el 22 de enero de 1973 se acabó con la vida de los sindicalistas Julián Moreno y Leopoldo Deheza, en Lanús, entre otras muchas acciones guerrilleras a la sazón ejecutadas por esta organización armada.

No deja de ser una curiosidad advertir que Verbitsky, al tiempo que engrosaba este tipo de grupos, trabajaba en el hoy tan detestado diario Clarín. Lo cierto es que su matrimonio con Laura Sofovich, hija de Bernardo Sofovich, secretario de comercialización del matutino, le abriría las puertas a un trabajo que ocuparía hasta 1973. Como dato de color, cabe rememorar que en septiembre de 1973 Sofovich será secuestrado por organizaciones terroristas subversivas que le obligarán a publicar solicitadas revolucionarias en Clarín.

A principios de 1973 tanto Walsh como Verbitsky pasaron a integrar la banda Montoneros, que ya se había consolidado como la organización armada de mayor relevancia de (supuesto) signo peronista y venía absorbiendo a las demás. Pronto serían designados, con alto rango en la jerarquía militar guerrillera, en una de las áreas más importantes de la organización: el área de inteligencia.

Explica el periodista Carlos Manuel Acuña que la función de inteligencia comprendía tareas específicas como “detectar aquellas personas pasibles de ser secuestradas y con capacidad de pago; el desarrollo de una política de intimidaciones sobre personas, grupos, sectores o empresas; sobornos y chantajes; estudios y análisis previos al cometido de asesinatos para establecer los réditos políticos; similares tareas para realizar atentados de todo tipo y finalmente, la evaluación y obtención de informaciones destinadas a establecer la viabilidad de ataques y copamientos y la oportunidad de realizarlos”.(3)

Poco después del famoso secuestro de los hermanos Juan y Jorge Born en 1974, por el que Montoneros recibió la suma de 60 millones de dólares, Horacio Verbitsky, cuyo nombre de guerra ya era “el perro”, habría sido el responsable de organizar el traslado del dinero hacia Cuba en tandas de 5 millones de dólares. El fiscal Juan Martín Romero Victorica tomó en su momento el caso.

Existen varios atentados montoneros en los que según variadas fuentes Verbitsky habría tenido participación intelectual o, inclusive, como jefe de operaciones. Uno de ellos ocurrió el 15 de marzo de 1976, cuando un explosivo detonó en la playa del Edificio Libertador, provocando la muerte de Blas García e hiriendo a 17 militares y 6 civiles. Los ex montoneros Rodolfo Galimberti y Juan Daniel Sverko aseguraron ante la Justicia que el hoy ultrakirchnerista Horacio Verbitsky había sido el conductor del operativo en cuestión.

El otro atentado de magnitud que involucra a Verbitsky es el que acaba de ser considerado prescripto por la Cámara Nacional de Casación Penal, cometido el 2 de julio de 1976 por José María Salgado, un montonero que había sido dado de baja de la Policía pero conservaba la placa. Así pues, aquel día se infiltró uniformado en el comedor de la Superintendencia de Coordinación Federal y dejó un artefacto compuesto por 9 kg de trotyl y 5 kg de bolas de acero tapado con su sobretodo, que en menos de veinte minutos provocaría la muerte de 23 personas y 66 heridos tras volar el lugar en mil pedazos. Rodolfo Walsh había sido la mente maestra detrás del plan, y Verbitsky habría tenido también participación desde el área de inteligencia en el atentado de mayor magnitud de la historia argentina después del de la AMIA.

En el año 1977 Horacio Verbitsky se alejó de Montoneros para acercarse, tal lo aseguran algunas fuentes como el ya citado Fernando Nadra, a las propias Fuerzas Armadas. Una prueba fulminante en este sentido es su colaboración en el libro “El poder aéreo de los argentinos”, que editó el Círculo de la Fuerza Aérea en 1979. Escrito por el comodoro (R) Juan José Güiraldes, el nombre del ex montonero ilustra la primera página de la obra en donde se le agradece su aporte.

Muchos son los ex guerrilleros que señalan a Verbitsky como un traidor o “doble agente”. Indican, en efecto, que sobre 62 integrantes conocidos que pasaron por el área de inteligencia montonera, el único que sobrevivió y ni siquiera resultó detenido, es llamativamente Horacio Verbitsky, el mismo que trabajaba para Cuestionario, para el medio de Onganía La Hipotenusa, y finalmente colaboraba en una publicación de la Fuerza Aérea. Algunos cuantos años más tarde desde Página 12 se convertirá en el periodista predilecto de Néstor Kirchner y, poco después, de su esposa.

Adentrarnos en el pasado de ciertos personajes que hoy mueven los hilos del poder político en la Argentina, como es el caso de Verbitsky, contribuye a una compresión más ajustada de la aveces desconcertante dinámica del presente. Permite ver de dónde vienen, y hacia donde van tales personajes; y, por añadidura, de dónde viene y hacia dónde va nuestro país.

El perro Verbitsky ha pretendido darnos a todos los argentinos lecciones de memoria y Derechos Humanos durante mucho tiempo ya; pues redoblemos su apuesta y exijamos memoria, pero completa e imparcial; Derechos Humanos, pero sin anteojeras ideológicas ni intereses políticos.

(*) Tiene 23 años y es autor del libro “Los mitos setentistas”.
www.agustinlaje.com.ar | agustin_laje@hotmail.com | @agustinlaje

Notas:

(1) Acuña, Carlos Manuel. Verbitsky. De La Habana a la Fundación Ford. Buenos Aires, Ediciones del Pórtico, 2003, p. 150.
(2) Ídem, p. 148.
(3) Ídem, p. 143.

sábado, 9 de marzo de 2013

Algo más que un líder autoritario



Por Beatriz Sarlo  |  Para LA NACION
Chávez interpela a las democracias de la región porque las obliga a preguntarse por sus promesas incumplidas. La pobreza, la injusta distribución del ingreso, son problemas que el cesarismo plebiscitario no soluciona, pero sí pone al descubierto
07.03.2013 | 00:00

Es demasiado sencillo enterrar a Chávez en el catafalco de los líderes autoritarios, como un representante más de América latina en toda su tipicidad. Quedan varias cuentas por hacer antes de dejarlo allí.
La primera es la del pasado político venezolano anterior. Chávez no es inmotivado . Tampoco es el primer presidente de Venezuela que despilfarra la renta petrolera; no es el primero que esboza planes suntuosos que quedan a mitad de camino, olvidados, cubiertos por la ocurrencia siguiente. No es el primero que usó esa renta en el corto plazo, discurseando sobre el futuro sin darle bases más sólidas.
La segunda cuenta requiere no repetir, en el juicio sobre Chávez, los rasgos sumarios de sus propios pronunciamientos ni la grandilocuencia sin fisuras de sus gestos. Nos ponemos rápidamente de acuerdo: no le interesaba la lógica republicana. Pero Chávez fue algo más que un militar vuelto líder carismático que despreció las libertades clásicas. Su historia, desde que conoció, como cadete, al nacionalista peruano Velazco Alvarado, el presidente de la reforma agraria, trae anuncios desde el comienzo. No fue un recién llegado al escenario, que se transforma a medida en que se consolida. Anunció lo que llegaría a ser. Chávez fue, además, un caudillo militar y usó al ejército no sólo como instrumento de un golpe, sino también como sostén de su expansiva fuerza territorial. En esto se diferencia de otros líderes de América latina, en primer lugar de Evo Morales, de Correa y deNéstor Kirchner , que se sostuvieron con fuerzas de otro origen.
Su poder se extendió demasiado, pero su popularidad no resultó solamente de un vasto parque de artefactos publicitarios y del adoctrinamiento de masas. Su imagen no se construyó sólo a expensas de la libertad de prensa. No tuvo contemplaciones con esos derechos, pero no lo votaron como consecuencia de que los limitó cuantas veces pudo. Como muchos de los actuales presidentes de América latina, usó el aparato estatal y el dinero público para imponerse. Estos dirigentes han aprendido que el Estado es la máquina que construye su poder. La larga saga del exilio de Perón, esos 18 años de proscripción, hoy es inconcebible. La ocupación del Estado y la incontrolada disposición de sus recursos son la clave de bóveda del poder, la matriz donde se reproduce.
El tercer punto a considerar: la hegemonía cultural y política del chavismo cambió, probablemente para siempre, la relación de los sectores populares con los gobiernos en Venezuela. En un nivel simbólico, Chávez aseguró su representación: se identificaron con el líder como no se habían identificado con los dirigentes anteriores, aunque éstos fueran más respetuosos de las instituciones. Podrá decirse, con razón, que uno de los dramas latinoamericanos es la escisión entre la institucionalidad política y la experiencia de que esa institucionalidad no es el instrumento que responde más rápido a necesidades reales. Ésta es una cuestión abierta; sobre ella, la Argentina escribe también un capítulo, con su propio estilo. De allí al desprecio por las instituciones hay solo un paso.
Frente a Chávez, la democracia debe preguntarse una vez más qué sucede con sus promesas incumplidas. Entender a Chávez no implica justificarlo. Y es también una tarea mucho más difícil que la sencilla identificación que pasa por alto todo. Exige aceptar y corregir que, en la mayoría de los países sudamericanos, la democracia no ha persuadido de que es un régimen capaz de superar los límites que le plantean la pobreza y la injusta distribución del ingreso, la violencia (que en Venezuela perduró y se agravó durante el chavismo) y la destitución en la vida cotidiana. Éstos son los problemas de la democracia que el cesarismo plebiscitario no soluciona, pero pone trágicamente al descubierto. Los señala, los utiliza como bandera de transformación y como excusa demagógica, les da reconocimiento, los malversa, los desordena, los ataca y, al mismo tiempo, los deja persistir.
Hugo Chávez fue, además, un caudillo de carisma agobiante y arrollador (su simpatía, su voz, la munificencia de su oratoria rica en maldiciones, imprecaciones, vocativos de fuego y amenazas). A diferencia de otros líderes populistas, su relación con la tradición histórica de América latina fue intensa y peculiarmente íntima. El adjetivo "bolivariano" no era, en su caso, una mención escolar; mostraba el deseo de inscribirse en la larga duración histórica. No se trata de medir ahora la versión de Chávez sobre esa historia, sino la fuerza que buscó en un linaje que arrancaba en las guerras coloniales y llegaba a hombres que sólo él recordaba en la vorágine superficial del discurso político: Sandino, Prestes. La relación de Chávez con estos hombres era vital. Se sentía uno de ellos.
Esto no mejora su autoritarismo, pero indica que su temple estaba atravesado por vetas auténticas del pasado y rayos de novedad. Fue el último antiimperialista a la vieja usanza. Y el primero de una fila de líderes que practicaron un antiimperialismo que, influido precisamente por un error arcaico, no les permitió distinguir los conflictos planetarios del presente. En Chávez estuvieron esas dos almas. La de la renovación de un discurso latinoamericanista que agonizaba después del fracaso autoritario de la revolución cubana y la de un antiimperialismo viejo y nuevo, que lo llevó a sus incursiones diplomáticas en Irán.
Durante todos los años que gobernó, la oposición no estuvo a su altura. Esto no convierte a ningún gobierno en aceptable ni justifica sus errores. Pero simplifica la foja de sus responsabilidades, sin eximirlas. Oponerse a un líder carismático que ocupa sin fisuras todo el Estado vuelve imprescindible un gran potencial político que incluya el reconocimiento inteligente de las causas que lo han sostenido allí. Por supuesto, tampoco sus herederos tienen una tarea sencilla por delante. Ellos enfrentan el dilema de una repetición imposible, precisamente por las razones que hicieron de Chávez el hombre que los dirigió hasta ayer. Y que hasta ayer los mantuvo unidos. La herencia puede separarlos.
© LA NACION.

lunes, 4 de marzo de 2013

12 reglas de la vida que tus hijos no aprenden en el colegio. Discurso de Bill Gates





Bill Gates volvió recientemente a su antiguo instituto a dar un discurso a los alumnos, y entre todas las cosas que les dijo recalcó 11 reglas de vida para que tuvieran en cuenta los chicos:
Regla Uno- La vida no es justa, acostúmbrate a ello.
Regla Dos- Al mundo no le importará tu autoestima. El mundo esperará que logres algo, independientemente de que te sientas bien o no contigo mismo.

Regla Tres- No ganarás US$5.000 mensuales justo después de haber salido de la escuela, y no serás el vicepresidente de una empresa, con coche gratis, hasta que hayas terminado el instituto, estudiado y trabajado mucho.

Regla Cuatro- Si piensas que tu profesor es duro, espera a que tengas un jefe. Ese sí que no tendrá vocación de enseñanza ni la paciencia requerida.

Regla Cinco- Dedicarse a voltear hamburguesas no te quita dignidad. Tus abuelos tenían una palabra diferente para describirlo: le llamaban oportunidad.

Regla Seis- Si metes la pata, no es culpa de tus padres, así que no lloriquees por tus errores; aprende de ellos.

Regla Siete- Antes de que nacieras, tus padres no eran tan aburridos como lo son ahora. Ellos empezaron a serlo por pagar tus cuentas, lavar tu ropa sucia y escucharte hablar acerca de lo “super” que eres y lo pesados que son ellos. Así que antes de emprender tu lucha por las selvas vírgenes, contaminadas por la generación de tus padres, inicia el camino limpiando las cosas de tu propia vida, empezando por tu habitación, escritorio, armario y closet.

Regla Ocho- En la escuela puede haberse eliminado la diferencia entre ganadores y perdedores, pero en la vida real no. En algunas escuelas ya no se pierden años lectivos y te dan las oportunidades que necesitas para encontrar la respuesta correcta en tus exámenes y para que tus tareas sean cada vez más fáciles. Eso no tiene ninguna semejanza con la vida real.

Regla Nueve- La vida no se divide en semestres. No tendrás vacaciones de verano largas en lugares lejanos y muy pocos jefes se interesarán en ayudarte a que te encuentres a ti mismo. Todo esto tendrás que hacerlo en tu tiempo libre.

Regla Diez- La televisión no es la vida real. En la vida cotidiana, la gente de verdad tiene que salir del café de la película para irse a trabajar.

Regla Once- Sé amable con los "NERDS" (los más aplicados de tu clase). Existen muchas probabilidades de que termines trabajando para uno de ellos.

Regla Doce- El dinero no viene del cielo, hay que ganarla ìntegramente con esfuerzo, sacrificio y humildad. No aprendas ideologìas baratas para ganar dinero ràpido, porque de la siembra de tus malas acciones cosecharàs ruina como ser humano.

lunes, 18 de febrero de 2013

Argentina es el Tercer Mundo con gente bien vestida y rostro bonito




Argentina es el Tercer Mundo con gente bien vestida y rostro bonito

José Brechner
  Ex diputado y embajador boliviano.

Argentina no tiene futuro - José Brechner - ex Diputado y Embajador de   Bolivia ..

Cien años atrás el mundo veía a la Argentina como el país latinoamericano con mayor proyección internacional. El único que por el nivel educativo de sus inmigrantes, podía llegar a competir con los grandes.

Hoy la Argentina es el fiasco más dramático del continente. Hecho que   demuestra, que no son solamente las personas instruidas las que generan el   progreso y desarrollo de una nación, sino que el sistema empleado para   lograr su avance económico es tanto o más importante que la erudición de   sus  habitantes. Los europeos bajo el dominio comunista no eran tontos ni   ignorantes, pero eran despiadadamente pobres.

Si bien las naciones con elevado nivel instructivo y ético suelen llegar a ser más exitosas que las que carecen de esos atributos, el trabajo es mejor  remunerado y los impuestos mejor distribuidos, en sociedades donde la libertad económica es irrestricta, y el gobierno no se inmiscuye en los negocios de las personas.

La Argentina no sólo eligió el camino económico equivocado, sino que carece de principios éticos. Se dejó llevar por la angurria de poder y dinero, pisoteando los valores que hacen a una sociedad decente.. Para reencauzarse,  necesita por lo menos 20 años continuos de coherencia política   y económica,  sin sobresaltos, bajo el imperio de la ley.

Con sus actuales gobernantes y con el fantasma del peronismo, la misión es  imposible.. A Perón no terminan de enterrarlo, y cuando se vive en el  pasado no hay lugar para al futuro.

Las tácticas del manejo gubernamental obedecen a un caudillismo hereditario  canceroso.
La Reina Cristina  accedió al mando sin brindarse a una sola  entrevista periodística ni a un debate con sus adversarios. Simplemente se   sentó en el trono para hacer gala de sus trajecitos de diseñadores famosos, nunca vestidos dos veces. Desde Enero a la fecha su popularidad ha declinado de 56 por ciento a 19.9 por ciento.

La mujer no tiene un solo mérito o virtud, ni capacidad alguna para  manejar   un país. Su parodia de Evita, saca a relucir su agresivo estilo de piquetera   populista cada vez que pronuncia una palabra. Si además es cierto que es   maníaca depresiva, puede llevar a su país a una hecatombe peor a todas las que sufrió el pueblo argentino.

Cristina llegó al poder repartiendo dinero enviado de Venezuela por su buen   amigo Hugo Chávez, y aprovechando de la maquinaria gubernamental   manipulada por su marido. Está rodeada de individuos siniestros... Ex guerrilleros, terroristas y secuestradores, ahora convertidos en cleptómanos burgueses socialistas. Desde que inició su mandato no hizo nada positivo, ni podrá  hacerlo.
Sigue extorsionando a los únicos que mantienen a flote el país:   los   productores agropecuarios.
En casi dos siglos la Argentina no ha logrado convertirse en exportador  significativo de ningún artículo con alto valor agregado. Gracias a sus   descarados e incompetentes gobernantes, continúa dependiendo del campo.
Los optimistas que hace 40 años quisieron crear una industria o comercio   respetable, se encuentran hoy en peor situación económica que cuando   empezaron.
Los guarismos señalan que 26.9 por ciento de la población vive debajo del    nivel de pobreza. De acuerdo al Índice de Libertad Económica, Argentina se   encuentra en el puesto 108 entre 157 países (Chile está en el número 8,   Uruguay en el 40 y Perú en el 55). Entre 150 naciones la banca argentina    ocupa el sitio 149.

La Argentina es el Tercer Mundo con gente bien vestida y rostro bonito.

  - Las calles porteñas llenas de basura se asemejan a algunas urbes africanas.

  - Las villas miserias se expandieron al centro.

  - La criminalidad  y falta de seguridad están enraizadas.

  - La contaminación ambiental es asfixiante.

  - La burocracia es insufrible.

  - Los servicios son pésimos.

  - Y la lista es larga.

En el último medio siglo Buenos Aires prácticamente no se modernizó.... Cualquier ciudad latinoamericana muestra comparativamente mayor desarrollo.

La Argentina desapareció del mapa internacional por completo. Los únicos   países de América Latina que cuentan en el mundo son Brasil y México, a   quienes los argentinos miraban desde arriba. Chile , Perú y Uruguay se   encaminan hacia un futuro promisorio. Argentina no tiene futuro.

Jose Brechner