domingo, 6 de enero de 2013

“En ’6, 7, 8′ engañan a la audiencia”




Entre las entrevistas de mayor impacto de Magdalena Ruiz Guiñazú se destaca esta con Beatriz Sarlo, poco después de que la ensayista visitara 6, 7, 8, polemizara con sus panelistas y calificara al programa de “aparato paraperiodístico”



Intelectuales.”Debemos hacernos cargo de lo que escribimos o de lo que pensamos, e incluso ir, como en este caso, a territorios que pueden no sernos favorables.”

Pocas veces una entrevista televisiva ha tenido tanta repercusión como la que (hace casi dos semanas) ubicó a Beatriz Sarlo frente a lo que se suponía era casi un pelotón de ejecución y que, en cambio, resultó una lección inteligente de cómo responder a un panel que pretendió ser inquisitorial.
Todavía, una semana más tarde, Ricardo Forster se empeñaba en salvar su pensamiento (el de Forster) en la contratapa de BAE y Horacio Verbitsky dedicaba a Beatriz la tapa y un par de páginas en Página/12.
Por supuesto que una cosa es la percepción de quien observa y lee desde afuera y otra, la del objeto en cuestión.
—¿A qué atribuye este fenómeno que usted protagoniza? –preguntamos a Beatriz mientras una fría mañana de otoño azota Buenos Aires.
—Posiblemente a que, como invitada de 6, 7, 8, yo haya sido la primera opositora al kirchnerismo que haya aceptado sentarme frente a ese panel. Han ido a este programa otros opositores o quizá figuras no kirchneristas pero creo que he sido la primera en aceptar quedarme allí durante la hora y media que dura la puesta en el aire. Además, acepté sin condiciones. Lo único que pedí fue que mi libro ya hubiera salido, dado que tiene un capítulo dedicado a 6, 7, 8 y quise ser leal en este aspecto dándoles tiempo para que lo leyeran. No lo leyeron. Pero, bueno, ésa es otra cuestión. Repito, no puse condiciones. En primer término, me dijeron que iba a ser con el panel del programa y, luego, por Twitter me enteré de que iba a ir Ricardo Forster y, también más tarde, que estaría presente Mariotto. Creo que todo esto le dio una repercusión especial a 6, 7, 8 porque, también en el avance, el programa fue difundiendo que nos íbamos a encontrar esa noche. También el anuncio fue por Twitter, que es un medio muy politizado. Naturalmente, no todo el Twitter pero hay una zona importante de gente muy politizada que fue recogiendo el anuncio para convertirlo en un evento que tenía algo de político, algo de irónico-humorístico y otro poco de mediático.
—¿Pero usted no cree que la gran repercusión se debió, en primer lugar, a que tuvo el coraje de ir y enfrentarse con un programa de propaganda? Porque, tal como lo define Verbitsky muy claramente, no es un periodístico sino un programa de propaganda. Lo cual ubica correctamente el tema. Además, la serenidad con que usted se manifestó lo hizo doblemente interesante, al punto que, como decíamos, casi a dos semanas de la emisión se sigue hablando del programa, que interesó aun a gente que habitualmente no lo ve…
—Mire, para mí, la cuestión pasaba por lo siguiente: no es que yo estuviera esperando ese martes a las 20.30 como el acontecimiento más preciado de mi vida. Simplemente, suelo atenerme a ciertas reglas intelectuales y morales. Creo que los presidentes deben dar conferencias de prensa. Los funcionarios, también. Y en los reportajes creo que es natural que respondan preguntas. Entonces, me parece que los intelectuales debemos hacernos cargo de lo que escribimos o de lo que pensamos e incluso ir, como en este caso, a territorios que pueden no sernos favorables. Dicho esto, la consecuencia de haber ido al programa significa también que, en los próximos meses, no pisaré ningún estudio de televisión, de ningún canal, para no proporcionarle a 6, 7, 8 más archivo de imagen. O sea que la consecuencia está relacionada con la decisión de que, como 6, 7, 8 trabaja cortando, sacando de contexto y repitiendo imágenes o palabras de su entrevistado (no solamente me refiero a los entrevistados por ellos sino a los de todos los programas), para mí queda claro que, en los próximos meses no debo ir a ningún canal. Le diré más: han estado barriendo todo lo que ha aparecido sobre mí y no voy a proporcionarles ni una sola imagen más. Entonces, volviendo a su pregunta, ésta es una consecuencia que viene de un movimiento que es la afirmación de la libertad de prensa. Ni siquiera voy a entrar a discutir si es o no un programa de propaganda o un programa periodístico. Ustedes tienen el programa, yo voy. Y voy porque creo en la libertad de prensa, en la discusión y en el debate. Y ustedes encaran el debate posterior al programa de manera tal que hace imposible mi presencia como imagen durante un tiempo. A la palabra escrita no la puedo medir, claro, porque si yo me borrara de la gráfica me estaría borrando de mi propio trabajo.
—¿Usted está invitando al panel de “6, 7, 8” a que reflexione sobre esto?
—Es decir que no actúen como una amenaza sobre las opiniones a las que descontextualizan porque, de esta manera, cualquiera que emita su opinión puede sentirse amenazado.
—Además, me parece que aquí surge el filtro de la omnipotencia que significa haber creado un aparato estatal de las dimensiones del que posee el Gobierno. No hay más que mirar la lista de medios en manos del Gobierno para advertir su extensión. Entonces, el hecho de que alguien se haya atrevido a sentarse tranquilamente a contestar causa un gran revuelo… a tal punto que nos asombra. Como si hubiéramos perdido la noción de lo que es la libertad de pensamiento.
—Sí. De todas maneras, yo pienso que hay intelectuales de Carta Abierta, como puede ser el caso de Forster o de Horacio González, que contestan a cuantas preguntas se les hagan. Incluso, creo que hay intelectuales que pertenecen al universo kirchnerista que, frente a la prensa, tendrían la misma actitud que yo. Estoy casi convencida de esto. El problema son estos aparatos paraperiodísticos. Que no son aparatos intelectuales. Le completo: son aparatos mediáticos y paraperiodísticos. No son periodismo en el sentido puro de la palabra. Además, desde el punto de vista periodístico, son muy malos. En principio porque parecerían no conocer la producción de la noticia. Por ejemplo, la forma en que ellos producen los informes que aparecen allí. Como en el caso del programa en el que me tocó ir a mí, donde mostraron un informe sobre los “indignados” españoles en el que parecería que no hubieran consultado la prensa internacional. Me refiero a prensa en español. Ni siquiera hablo de la que se publica internacionalmente en otros idiomas porque, si usted lo hace, queda como un pedestal cosmopolita. Pero estoy hablando de la prensa española que se encuentra en los portales y que es de acceso gratuito: El País, La Vanguardia, El Mundo… incluso, el ABC. En 6, 7, 8 cubrieron la noticia de un modo radicalmente diferente. O sea que han engañado a su audiencia. La cobertura sobre los “indignados”, repito, es un engaño al que están sometiendo a la su audiencia que, al ver esto, pensará que así se está cubriendo en España una crisis como la que ha producido este movimiento juvenil. Insisto en que esto me parece grave porque fomentar la ignorancia del público no es un acto ni progresista, ni nacionalista, ni redistributivo. Me parece que es un acto que debería ser suprimido del propio modelo… (dado que a ellos les gusta hablar de “modelo”), porque equivale a mantener a su público en una especie de cautiverio ignorante. Además, tengo la impresión de que ellos mismos, al mantenerse dentro de esa especie de cautiverio ignorante…
Beatriz reflexiona en silencio y continúa:
—No puedo creer que esos periodistas que estaban sentados alrededor de la mesa piensen que, realmente, las manifestaciones de los “indignados” son cubiertas de este modo por la prensa española. Y esto es grave porque ellos hablan todo el tiempo de la crítica de la prensa, de la crítica de la construcción de la noticia y finalmente transmiten una noticia internacional que, por como estaba editada, parecía una película de Michael Moore. Además, había una especie de separadores en los que aparecía Carrió… y la verdad es que no se sabía muy bien qué hacía Carrió en medio de los “indignados” españoles. Separadores que pertenecen, más bien, a la cultura del “clip”; a una prensa que quiere transmitir ciertas ideas y una determinada visión del mundo.
—Volviendo a su presencia en “6, 7, 8”, una semana después, desde la contratapa de “BAE”, Ricardo Forster la acusa de “desideologización”. ¿Cómo recibe una acusación de este tipo?
Beatriz Sarlo permanece en silencio otra vez y luego, con una semisonrisa, dice:
—“Nada…” Le diría que “nada”, como se contesta en la cultura juvenil. No tengo que demostrar que no soy una persona “desideologizada”. Mucho no tengo que demostrarle a Forster. Que yo piense que tanto en el campo de la cultura como en el campo del periodismo no existe sólo la lógica del dinero, del poder o de la ideología significa que también hay lógicas formales. Que, por ejemplo, existe la lógica periodística, por la cual un diario oficialista como Página/12 se vuelve un muy mal diario. Que yo piense eso no me convierte en una persona “desideologizada”. Entonces, no tengo que andar mostrándole papeles a Forster. Ni ahora, ni antes. Ni se los pido. Es más: le conozco sus papeles a Forster y no se los pido. Ni se los voy a andar mostrando a la gente. No tengo nada para decir. Que tomen lo que yo escribo y vean si es “desideologizado”. Que lean lo que yo he escrito sobre todos los actos del kirchnerismo y díganme si no soy una persona capaz de captar una dimensión cultural; que tomen lo que he escrito sobre David Viñas, sobre la propia muerte de Kirchner, que tomen mi nota de La Nación y que lean mi libro. Yo no tengo por qué andar demostrando que tengo una ideología. Directamente me están exigiendo pureza de sangre ¿Qué quieren? ¿Saber de mis abuelos ideológicos? Yo no les pido pureza de sangre a los de Carta Abierta pero tampoco voy a admitir eso. Tengo una historia atrás. Si me quieren tirar un expediente, no lo van a poder encontrar. Creo que es por eso que están desesperados.
—También Forster habla de escribir o hablar desde las empresas que, “desde antiguo son la voz doctrinaria de la derecha argentina. Todos prefieren mirar para el costado o con cara de “yo no fui”.
—Yo creo, y traté de decirlo también en 6, 7, 8, que el periodismo tiene varias lógicas entrecruzadas. Una lógica es la de los intereses económicos. En algunos casos, del propio grupo periodístico y, en otros, de ese grupo y otras empresas más. Esa es una lógica. Pero no podrían hacer medios “solamente” con esa lógica. Porque está también la lógica periodística. Entonces, hay un entrecruzamiento y un tironeo, un conflicto permanente entre estas dos lógicas. No puede haber un medio exitoso que exprese sólo los intereses económicos del “patrón” de ese medio. Eso no existe. Algo parecido ocurre con algunas de las revistas kirchneristas que muchas veces expresan “sólo” los intereses del patrón. Pero, aun en esas revistas y diarios, usted encuentra notas como las de Horacio Verbitsky o Mario Wainfeld, que no reflejan solamente los intereses “del patrón”. O sea: son dos lógicas entrecruzadas. Sin duda, en el capitalismo, ningún diario va a sacrificar, en última instancia, los intereses económicos de sus dueños o de sus accionistas. Sean éstos familiares o parte de un gran grupo económico, como pueden ser los casos argentinos más emblemáticos. No los va a sacrificar. Pero no sacrificaría por completo la lógica periodística porque la lógica periodística también tiene un valor importante en un diario. Sin ella, el diario o el canal de TV o lo que fuere no existe. Si pierde esa lógica periodística, deja de existir. Entonces, la idea conspirativa de que todos los días llega un radiograma de Magnetto a Radio Mitre (donde trabajo) y que Zlotogwiazda lo lee ante el equipo que está haciendo el programa con él es una idea ridícula. No funciona así. Deberían escuchar y leer algo más. No estoy pidiendo con esto que lean mis notas. Sería absurdo. Un acto de narcisismo y de personalismo. Pero tampoco voy a dejarme atacar después de haber escrito lo que yo he escrito durante años.
—Por supuesto.
—Entonces, tengo credenciales. A muchos de ellos también les reconozco credenciales. A otros, no. Punto. Y no tengo nada que demostrar. Trabajo donde me dan libertad para decir lo que pienso.
En toda la actitud de Sarlo se advierte, claramente, que nadie le va a imponer los temas sobre los que quieren hacerla hablar. Pero, para dar una idea de la resonancia que tuvo la actitud de ella en el programa 6, 7, 8, repetimos con asombro que, una semana después (domingo 29 de mayo) Página/12 le dedica la tapa y las primeras dos páginas que firma Horacio Verbitsky y el martes 31 de mayo en BAE, Ricardo Forster le consagra toda la contratapa.
—Me parece, Beatriz, que el Gobierno y sus amigos consideraron ofensiva su actitud (que puede gustar o no pero que es una actitud digna). No creo que si no le hubieran dedicado tanto espacio a su último libro, “La audacia y el cálculo”.
—Por supuesto que mi libro no hubiera recibido tapa o primera y segunda en ningún diario sensato de este planeta. Digamos que, dentro de una lógica periodística, una intelectual relativamente minoritaria (aunque eventualmente trabaje en los medios) como yo no puede recibir tapa de un diario. No me imagino a un secretario de redacción pautando en esa forma. Es entonces evidente que se trata de un ataque político fuerte, fundamentalmente destinado a los “propios”. Como decirles: “No se equivoquen. Además, esta mujer escribió un libro lleno de errores”.
Piensa, se detiene y luego:
—Ese cierre de Página/12 del domingo es muy curioso.
—¿Exactamente por qué?
—Yo recibo Página/12 en papel y, luego de la nota de Verbitsky, comencé a hojearlo y en Deportes, por ejemplo, hay un título de toda la página sobre el partido que perdió Del Potro con Djokovic que dice: “Conmigo no, Delpo…”. Entonces, yo digo: “Pero ¿quién cerró este diario? ¿O se fueron todos a dormir?”. Usan la frase que yo pronuncio en un momento de 6, 7, 8 para titular Deportes?
—Le aviso, Beatriz, que ya hay remeras.
—No, no… pero lo que yo quiero subrayar es el caos periodístico que eso significa: tapa, primera y segunda página, contra un libro de alguien, como yo, que es investigador del Conicet y sabe cómo se comprueban las cosas. Por otro lado, en Deportes, se olvidaron de que esa frase es mía y titulan con ella toda la página. Desde el punto de vista de la factura del diario, todo está mal hecho. Por supuesto que si uno lo piensa en cuanto a repercusión, no queda sino decir “ah, qué bien” pero el tema es que yo no busco una ventaja. Que mi libro haya sido inspeccionado como se inspecciona una ficha (es la forma en que inspecciona Verbitsky) me parece poco interesante pero, bueno… así son las cosas. Los ingleses jamás responden a las críticas bibliográficas. Las polémicas se arman sobre ideas. El crítico tiene el derecho de decir todo lo que quiera porque previamente existió el derecho del autor a escribir también todo lo que quiso. Es aquí donde yo pongo un punto. Me atengo a la norma británica.
—También Verbitsky dice que usted no conocía, al escribir su libro, el discurso que Kirchner pronuncia, en 1983, en el Ateneo Juan Domingo Perón y en el que juzga duramente a los comandantes de la dictadura. Pero, en 1983 llega la democracia. No entiendo demasiado esta mención que parece una respuesta a la cita que usted también hace de que, justamente en 1983, Kirchner vota al justicialismo, que consideraba legal la autoamnistía que se habían otorgado los militares.
—Hace unos cuantos días que las usinas kirchneristas están haciendo circular ese discurso. O sea que yo lo conozco ahora. No cuando escribí el libro. Sin duda, era uno de los discursos que pronunciaban los sectores juveniles en 1983. Pero, además, para mí la cuestión no es qué hizo Kirchner durante los años de la dictadura. Yo tampoco le pido certificados a nadie. Cuando me refiero a esta cuestión de qué hicieron los Kirchner en la Patagonia con el tema derechos humanos, tomo el período de la democracia. Me refiero a la amnesia que tuvo Kirchner, el día que recuperó la ESMA, y dijo que venía a pedir perdón por todo el Estado argentino que, por primera vez, hacía “algo” por los derechos humanos. Me refiero a eso. No juzgaría a nadie por lo que hizo o dejó de hacer durante los años de la dictadura. Por supuesto que, siempre y cuando, no haya colaborado con la dictadura. Que esto quede claro. Algunos se exiliaron, otros fueron al exilio interno, otros a los movimientos de derechos humanos. Algunos intentamos mantener viva alguna posibilidad de trabajo intelectual. Hubo verdaderos héroes culturales, como Boris Spivacov, que mantuvo la editorial cultural Centro Editor a pesar de los allanamientos policiales. Entonces, cuando me refiero a Kirchner y los derechos humanos, hablo del momento en que él ya es intendente y, luego, gobernador. Esto, por otra parte, se aclara muy fácilmente: el aparato cultural kirchnerista no tiene sino que ir a Río Gallegos, consultar la prensa de los 12 años durante los cuales Kirchner fue gobernador y observar cuántas veces se conmemoró el 24 de marzo. Es una investigación muy sencilla.
—¿Y a qué atribuye que, en aquellas disculpas que Kirchner pronuncia en la ESMA, omite el juicio a los comandantes, que es un hecho único en la jurisprudencia internacional?
—Esta es una cosa de la que yo me ocupo mucho en el libro. Kirchner llega como un héroe que va a poner el punto cero de la Historia. A partir de “El”, la Historia recomienza. Y lo hace sobre dos “olvidos” o tachaduras indispensables para él. La primera y más próxima es la tachadura del período de Duhalde y los años que tuvo a Lavagna de ministro de Economía. Esta es la primera tachadura. Kirchner viene en 2003 como si hubiera llegado, en realidad, en 2001. Tacha esos dos años. El quiere persuadirse de que encuentra el país como lo encontró Duhalde y el que debe ser “tachado” entonces ahí es Duhalde. Político con el que, debo decirle, no simpatizo. Pero una cosa es no simpatizar con un político, y otra reconocer qué ocurrió durante “su” presidencia. La herencia positiva que Duhalde le dejó a Kirchner es a través de Lavagna. Kirchner tuvo dos años para aprender de todo el manejo del aparato económico nacional que él no podía conocer de este modo por haber sido durante 12 años (con posibilidad de perpetuarse para siempre, como les gusta a ellos) gobernador de Santa Cruz. La otra “tachadura” que hace Kirchner es la del juicio a las juntas. Un juicio que marca la originalidad de la transición argentina y la distingue de la chilena, de la uruguaya y de la brasileña. En 6, 7, 8 dije que ese plano de televisión en el que se ve a los comandantes en el momento en el que son condenados no es cancelado por la Ley de Punto Final, ni por la Obediencia Debida ni por los indultos. Ese plano no se puede cancelar porque ya había operado en la sociedad. Entonces todos los juicios que, luego, habilita efectivamente el Congreso en un proyecto de ley cuya iniciadora, creo, fue Elisa Carrió pero que los Kirchner impulsaron e hicieron propio, todos los juicios que estamos viviendo hoy, son juicios a los que hay que poner en un punto de continuidad y ruptura con ese primer juicio que le da a la transición democrática argentina su originalidad y su valor. Es de las pocas cosas de las que podemos enorgullecernos los argentinos. Ahora bien, los peronistas no pudieron vivir esto con orgullo porque no habían podido tragar la derrota electoral. Estaban todavía, en el momento del juicio a los comandantes, envenenados por el hecho de haber sido derrotados electoralmente en una elección sin proscripciones Y sobre esto, durante el programa 6, 7, 8 Mariotto esgrimió un argumento verdaderamente extravagante por lo nuevo: dijo que ellos, los peronistas, habían tenido muy malos candidatos porque los buenos candidatos habían sido liquidados por el terrorismo de Estado. Lo menos que se puede decir de este argumento es, repito, que resulta extravagante. Un argumento que no sería aceptado por ningún tribunal de historiadores.

Fuente: Perfil.com

Desalojando el pesebre


(R. Velazco, rector de la Universidad Católica de Córdoba)


Recientemente ha sido noticia que el papa Benedicto XVI en su 3º libro sobre Jesús, dice que probablemente en el pesebre en el que nació Jesús no haya habido ni buey ni burrito.
Al decirlo, está ciñéndose a los textos evangélicos que en ningún momento mencionan a esos animales. Sin embargo este dato, más bien folclórico, ha causado sensación. Muchos se preguntan: ¿Qué vamos a hacer ahora con los pesebres navideños? ¿Tendremos que sacar los animalitos con lo bien que quedaban?
Es un hecho menor, sin duda, una anécdota; sin embargo debo confesar que me gusta que el papa comience a desalojar el pesebre de tanto agregado que oscurece lo central de la fe cristiana. Si se mira bien, la presencia de esos animales es tan accesoria como toda la parafernalia navideña que le hemos agregado al nacimiento de Jesús a través de dos mil años de cristianismo.
Lo esencial –para la fe cristiana- es un niño que nace pobre, de una familia pobre y que es recibido por hombres y mujeres de buena voluntad (el texto del evangelio de Lucas dice que el nacimiento es buena noticia para “los hombres de buena voluntad”). Y son estos hombres de buena voluntad –todo según Lucas- los que se arriman a visitar a la familia pobre en el establo aquel.
Tal vez en aquel pesebre tampoco hubo reyes magos (sólo el evangelio de Mateo los menciona, y lo hace para señalar simbólicamente que Jesús es un nuevo rey de sabiduría al que rinden culto los sabios; no parece un hecho histórico probable). Hasta los ángeles son inciertos (al menos no serían con alas y coros celestiales). Lo que sí es más probable es que una familia pobre fuera visitada y ayudada por otros pobres (los pastores) que acostumbran ser solidarios con los que están tan mal como ellos.
Mucha agua ha pasado bajo el puente del cristianismo. Mucho le hemos ido agregando al pesebre hasta transformarlo en algo folclórico, tierno…inofensivo. Tenemos responsabilidad –como Iglesia- en haber transformado en algo simpático un hecho dramático. El mensaje central de la Nochebuena –para los cristianos- no es sólo la Buena Noticia del nacimiento del hijo de Dios; lo es también la “mala noticia” de que no hay lugar para Dios, porque no hay lugar para los pobres. Por ser pobre, el Niño debe nacer donde se pueda: no hay hotel, ni clínica, ni departamento, ni casa de plan, ni country…Al pesebre. Ese es su lugar –y el de Dios- en nuestra sociedad tan llena de afán de consumo, de compras navideñas, garrapiñada y pesebres en los shoppings acompañados por un señor gordo venido del norte y vestido de rojo.
Lo malo de un pesebre tan simpático y poblado de personajes anecdóticos, es que lo hemos adornado de tal modo que hemos terminado naturalizando su pobreza, haciéndola simpática. Y la pobreza es cruel. Los pobres –también hoy- van al establo, al final de la fila: en el reparto, en los planes de gobierno, en la educación, en el acceso a la salud, en la justicia, en el empleo legal; son –eso sí- los primeros a la hora de los ajustes y recortes.
Se me hace que los únicos imprescindibles en este pesebre navideño (además de María, José y el Niño; obviamente) son los hombres de buena voluntad a los que los ángeles les auguran Paz. Estos son esenciales, vengan de donde vengan. Ellos son los que ayudan a que el mundo sea un poco mejor. Son imprescindibles para que no nazcan más niños en el crudo pesebre de la exclusión y la pobreza.
Tal vez nuestro lugar en el pesebre, como universitarios, sea el de los hombres y mujeres de buena voluntad que intentamos ayudar a que la buena noticia de la Paz y el Amor se hagan realidad, enseñando, investigando, haciendo proyección social del conocimiento. Ojalá en esta Navidad muchos pobres puedan decir que la UCC ha sido para ellos una buena noticia.
Está bien que se vaya desalojando el pesebre de tanto folclore y vaya quedando lo esencial: Dios solidario con los pobres, denunciando desde un establo la exclusión; Dios entrando al mundo por la puerta de atrás para mostrarnos el camino de la fraternidad y la solidaridad. Y muchos hombres y mujeres de buena voluntad (de cualquier raza, religión, o ideología) dando una mano para que la Paz y el Amor de la Nochebuena se vayan haciendo realidad noche y día, todo el año.


jueves, 20 de diciembre de 2012

Tres Frases




sábado, 15 de diciembre de 2012

Cuando Mauro Viale y Araujo elogiaban a la dictadura


Cuando Mauro Viale y Araujo elogiaban a la dictadura
Publicado el 14 diciembre, 2012 por mediosyopinion


En 1978 los periodistas Marcelo Araujo y Mauro Viale escribieron un artículo para una revista militar de la época. Ponemos a disposición este artículo, de escasa circulación en ámbitos futbolísticos.

La revista “Argentina ante el mundo para la defensa de la soberanía” fue, en palabras de su director, el coronel Hugo Guillermo Jörgensen, una publicación bilingüe puesta al servicio de los delicados intereses argentinos en cuestiones de jurisdicción y espacios nacionales, como al de todos los aspectos que hacen a la unidad e integridad del Estado. Siempre en palabras de su director, procura abordar el tratamiento de tales áreas, siempre conflictivas, mediante un honesto aporte descriptivo y de análisis técnico.

En el número de septiembre-octubre de 1978 esta revista publicó un artículo intitulado “Un campeonato jugado por todo un país”. Sus autores son Marcelo Araujo y Mauro Viale. El mismo intenta dar cuenta ante argentinos y extranjeros (la publicación era bilingüe) del éxito organizativo que habría sido la Copa del Mundo Argentina ’78. También trata de explicar cómo la sociedad argentina de 1978, gobernada por un régimen criminal e ilegítimo, habría logrado superar “divisiones internas”. A continuación transcribimos el texto completo de dicho artículo (las imágenes y las negritas no pertenecen al original).

UN CAMPEONATO JUGADO POR TODO UN PAÍS
por Marcelo Araujo y Mauro Viale
Septiempre 1978

Fue el milagro argentino. Nadie discute que el país ganó el Campeonato Mundial de Fútbol de 1978 antes de que se diera el puntapié inicial. Su organización lograda contra todos los presagios, sorprendió al mundo. Kelso F. Sutton, publisher de Sports Illustrated, la revista deportiva más leída de los Estados Unidos (tirada semanal: 2.250.000 ejemplares) narró en el número del 3 de julio pasado las primeras impresiones de su editor asociado Clive Gammon, quien cubrió en Buenos Aires los avatares del Mundial:

“Cuatro años antes, en Munich, Alemania (durante el Campeonato Mundial de Fútbol), le dijeron (en el centro de prensa) con malintencionado desprecio que Estados Unidos no era un país futbolístico y que no habría lugar para Sports Illustrated en la oficina de prensa. Diez días duró la lucha para que la decisión fuera revertida. Por eso se quedó asombrado en el Centro de Prensa de Buenos Aires cuando obtuvo su credencial para el partido final dentro de los cinco minutos de solicitada, siéndole entregada por una sonriente señorita que hablaba perfectamente el inglés”.

Este es solo un ejemplo. Los periodistas argentinos que tuvimos que convivir con nuestros colegas extranjeros durante esos días pudimos comprobar como, en los más honestos de ellos -afortunadamente la mayoría-, se disolvían los prejuicios que traían de sus países merced a la insidiosa propaganda motorizada por las organizaciones subversivas y los ingenuos de siempre.

Hay que reconocerlo: la Argentina tenía muy mala imagen en Europa y Estados Unidos. Quienes vinieron del hemisferio norte estaban preparados para ver luchas callejeras, oír de terribles campos de concentración. Una anécdota caracterizó esa posición: en vísperas de la iniciación del Campeonato, un grupo de periodistas fue invitado a visitar las modernas instalaciones del estadio de River Plate. Entre ellos un francés; en su nota cantó loas a las comodidades, los tableros electrónicos y a la organización. Pero terminó el artículo apuntando que “desde lejos se oían los disparos que intercambiaban fuerzas policiales con un grupo subversivo”. Si el periodista francés lo hubiera preguntado en lugar de dejarse llevar por su imaginación se hubiera enterado que tales disparos provenían de los polígonos de tiro del Tiro Federal. Esos días previos marcaron el nadir. En Europa se veían afiches con símbolos del Campeonato rodeados de alambradas de púas. Incluso cuando algunos medios europeos, especialmente en Francia y Alemania comentaron el maravilloso espectáculo gimnástico protagonizado el 1 de junio, en el estadio Monumental, por miles de jóvenes argentinos lo calificaron como una mera expresión de “un régimen militarizado”. Eso fue el colmo de la mala fe, o por lo menos el mejor ejemplo que puede brindar una mentalidad cargada de prejuicios.

A todo ésto, la publicidad negativa había llevado a varios gobiernos -especialmente al alemán, que todavía recuerda la masacre practicada por un comando palestino durante los juegos Olímpicos celebrados en Munich, y el francés, en cuyo territorio se encuentra una usina de propaganda antiargentina- a disponerse a enviar a sus equipos de fútbol guardados por agentes especiales. Una intención prontamente rechazada por el gobierno argentino, suficientemente capacitado para asegurar el normal desarrollo del campeonato.

DESPUÉS DEL 1 DE JUNIO

Pero, decíamos, el primer día del Mundial fue también el comienzo del cambio. Los periodistas comenzaron a ver en las calles a un pueblo entusiasmado, sin divisiones ni odios, que solo hacían bromas a los equipos adversarios, sin que tales bromas impidieran manifestaciones de respeto y afecto.

Es cierto en la mayor parte de los casos, los equipos extranjeros fueron recibidos por los mejores embajadores: los representantes de las colectividades de argentinos de origen español, italiano, francés, escocés, árabe, austríaco, alemán, etc. Argentinos que vieron la oportunidad de acercarse a los connacionales de sus padres o abuelos para mostrarle la realidad de su país y hacerles más grata su estadía.

Es cierto también quelos argentinos todos vivieron por primera vez en décadas la oportunidad de salir a la calle bajo una sola bandera. Después de cuatro o cinco años de sufrir una guerra sucia, la guerra desatada por la subversión, surgió la ocasión de expresar entusiasmo. El mundo entero pudo ver en millones de televisores como todo el pueblo mostraba su mentalidad ganadora, viviendo entre continuas explosiones de júbilo que crecían noche tras noche en todas las ciudades de la República.

UN SELECCIONADO, UN PAÍS

“No sé si ustedes se dieron cuenta, pero yo tenía mucha bronca cuando terminó el partido contra Brasil, me fui muy decepcionado de la cancha. Y ayer todavía me duraba la mufa; por eso no quise reunirlos hasta que estuviera tranquilo. A mí me defraudan los equipos cuando no intentan hacer lo que saben y los jugadores no demuestran las razones por las que el técnico los convocó. No les puedo perdonar ni soporto que traicionen las convicciones en las que todos estuvimos de acuerdo el primer día. Y ustedes saben que esto no es un argumento nuevo; cualquier jugador de Huracán les puede decir si es cierto o no que una vez, en el entretiempo, dije que me iba de la cancha si seguían jugando así, y en ese momento ganábamos 2 a 0… A mí no me importa el resultado. Todo hubiera sido igual si el partido contra Brasil terminaba a favor nuestro. Lo que me preocupa es que no jueguen con alegría, que no respeten su vocación. Por eso quiero repasar a cada caso y volver a empezar”.

Estas palabras las pronunció César Luis Menotti a la Selección Nacional después del partido jugado con Brasil, “el peor partido de la Argentina”. En su libro Cómo ganamos la Copa del Mundo, el técnico apunta: “El equipo estaba mal parado en la cancha, sin movilidad, sin sorpresa ni siquiera toque de primera… Había exceso de individualismo, cada uno quería resolver por cuenta propia”.

Todas estas palabras de Menotti referidas a un momento y a un partido del Mundial podrían aplicarse a un momento de la Argentina. Individualismo, falta de responsabilidad personal, escepticismo, “jugar sin alegría” -es decir, trabajar, estudiar, investigar, enseñar, vivir en fin, sin el mínimo goce necesario para que la vida merezca el nombre de tal- eran defectos que se notaban hasta hace pocos meses en el comportamiento de los argentinos.

¿Las causas? El mal del siglo: esa mezcla de constante ansiedad, ese correr constante detrás del peso (o el dólar, el franco, el marco, el yen) para pagar la cuota de la casa o la heladera. Esa preocupación constante por ganar el día en un ambiente constatemente bombardeado por los estímulos de la televisión y la publicidad. Por cierto que éste no es un defecto argentino, es un fenómeno mundial. Se da en todas las ciudades del mundo. En Buenos Aires, ese individualismo se sintetiza en el clásico “no te metás”, en Nueva York, en el “Don’t be involved”.

En la Argentina, ese mal del siglo fue potencializado hasta extremos exasperantes por un clima de violencia, de inseguridad física, suscitado por el terrorismo. Este también es un fenómeno mundial, pero en nuestro país llegó a un límite extremo: “Este descanso de los disturbios que angustiaron a la Argentina por más de cuatro años permite explicar la explosión de júbilo, creciendo en intensidad noche tras noche, que hizo de cada ciudad argentina una loca abstracción de color, luz y ruido durante las pasadas tres semanas”, apuntó Kelso F. Sutton.

Es parcialmente cierto. En rigor, la tranquilidad estuvo volviendo lentamente antes del Mundial. Actualmente, los argentinos vivimos una calma maculada por las resonancias de escasos pero siempre dolorosos atentados, generalmente efectuados con bombas instaladas por manos anónimas. El últio y uno de los que repercutieron más penosamente en el ánimo de la opinión pública: el que costó la vida a tres personas en la calle Virrey Melo, en Barrio Norte, entre ellas la de Paula Lambruschini, de 15 años, hija del jefe del Estado Mayor de la Armada.

De todos modos, esta calma expectante que vive la Argentina es anterior al Mundial. Muy probablemente sin ella no podría haber habido Campeonato. Pero fue durante su transcurso cuando casi mágicamente despertó en la conciencia colectiva esa necesidad de expresarse, de mostrar su unidad bajo la bandera nacional. De mostrarse patriota, en fin. También fue una manifestación de victoria. No sólo de victoria deportiva frente a los holandeses, peruanos o húngaros -ésto era lo menos importante- sino de victoria contra la muerte, la inseguridad, el odio. Los argentinos tenemos fama de orgullosos. Quizás sea cierto, pero en los festejos del Mundial mostramos por primera vez en mucho tiempo que estamos orgullosos de ser argentinos.

Y fue una muestra de orgullo absolutamente positiva. “Casi milagrosamente no hubo violencia”, observó un periodista italiano. No fue un milagro; simplemente no hubo violencia porque no se gritó contra nadie. Ya lo dijimos; a lo sumo se gastaron bromas a los rivales ocasionales: “El que no salta es un holandés”, por ejemplo. Incidentalmente, cuando el lunes siguiente a la finalización del campeonato, nutridos grupos de estudiantes pasaron frente al Banco Holandés Unido, en la calle Florida, no faltaron quienes quiesieron hacer saltar a un elegante y grave señor que salía de esa institución: “Lo siento -respondió el hombre- no puedo saltar porque efectivamente soy holandés”. Nadie sabe que podría haber ocurrido en otras latitudes ante tal respuesta. Aquí lo aplaudieron.

Un par de semanas antes, después del partido en que Italia venció a la selección argentina, un grupo de “hinchas” del vencedor que habían venido de la Península y se dirigían hacia el omnibus que los transportaría al hotel fueron aplaudidos por un importante sector de los espectadores argentinos.

Sin duda, como pasó en Alemania, como pasa en todos los países que cuentan con equipos de primer nivel, el público argentino ayudó con su apoyo a su equipo. Ese apoyo moral -y consecuentemente, la falta de apoyo que inversamente sufrieron sus rivales- seguramente influyó en los triunfos de la Selección Nacional. Y también en ese sentido el Campeonato Mundial fue un triunfo de todos los argentinos.

¿Qué más vieron los extranjeros, los periodistas, que aprovecharon el Campeonato para conocer a este país, el más austral del mundo? Sin duda, un país pujante, que busca su destino bajo el sol. Algunos aspectos se pueden apreciar en las notas de esta revista. Pero lo más importante puede sintetizarse en esta frase: un pueblo con vocación de ganador.

martes, 4 de diciembre de 2012

Salió el fallo de Caperucita y el Lobo - Versión argentina


Visto y considerando:

  1) Que Caperucita no desconocía que podía encontrarse con el Lobo.

2) Que tampoco era ajena al hambre del Lobo, ni a los peligros del bosque.
 
3) Que si le hubiera ofrecido la cesta de la merienda para que el Lobo calme su hambre, no habrían ocurrido los sucesos referidos más arriba.
 
4) Que el Lobo no ataca a Caperucita de inmediato, y que hay evidencias que primero conversa con ella.

5) Que es Caperucita quien le da pistas al Lobo y le señala el camino de la casa de la abuelita........
 
6) Que la anciana es inimputable ya que confunde a su nieta con el Lobo.

7) Que cuando Caperucita llega y el Lobo está en la cama con la ropa de la abuela, Caperucita no se alarma.
8) Que el hecho de que Caperucita confunda al Lobo con la abuelita demuestra lo poco que iba a visitarla, hecho que tipificaría un abandono de persona por parte de la joven Caperucita.
9) Que el Lobo, con preguntas simples y directas, quiere desesperadamente alertar a Caperucita sobre su posible conducta.
 
10) Que cuando el Lobo, que ya no sabe qué más hacer para alertarla,  se come a Caperucita, es porque ya no le quedaba otra solución.
 
11) Que es altamente posible que antes Caperucita hiciera el amor con el Lobo y lo disfrutara.
 
12) Que la versión de que Caperucita, cuando oye la pregunta del Lobo: «¿Adónde vas?» responde: «A bañarme desnuda en el río..», según testimonio de la ardilla que dice que le confeso el sapo antes de fallecer, cobra cada día más fuerza-
 
13) Que se desprende del punto anterior que es Caperucita la que provoca los más bajos instintos, brutales y depredadores, en la pobre fiera.
 
14) Que el Lobo ataca, pero tal hecho corresponde a su propia naturaleza y a su instinto natural y animal, exacerbados por la conducta de la susodicha Caperucita
 
15) Que párrafo aparte para la madre de Caperucita, quien exhibe culpabilidad por no acompañar a su hija.


     
Por todo lo antes dicho, se revoca el fallo de Cámara, absolviéndose al Señor Lobo y se dispone además:
 
a) Apercibir a la familia de Caperucita, imponiendo a la abuela presentarse en hospital a designar, para su observación gerontológica,
 
b) A la madre  condenarla al pago de las costas y honorarios correspondientes derivados del presente juicio
 
c) A la familia de Caperucita a pagar la suma de $ 100.000 en concepto de indemnización al señor Lobo
 
Aclarase asimismo en el presente fallo que este proceso no afecta el buen nombre y honor del Señor Lobo .
 
Publíquese, archívese, y téngase por firme el presente fallo.
                                       
 
N de la R: el lobo ataco a Caperucita porque era un excluido del sistema por bajos recursos económicos. Debe tramitarsele ya mismo un plan jefes y jefas.

martes, 6 de noviembre de 2012

El "prontuario" de los que desestimulan la marcha del 8N


Articulo de Christian Sanz

USANDO LAS MISMAS HERRAMIENTAS QUE EL KIRCHNERISMO

El kirchnerismo ha hecho del escrache y el señalamiento a sus “enemigos” una práctica habitual y cotidiana. A su vez, a esa execrable práctica le ha agregado dos factores: la mentira y la exageración. No se trata solo de puntualizar sobre tal o cual persona, sino además ensuciar su honor a través de las más insólitas imputaciones.


Como respuesta a esa (mala) costumbre he optado por hacer lo mismo: contar quiénes son los que atacan la manifestación que aún no se llevó a cabo. Eso sí, lo que revelaré es la pura verdad, no apelaré a la mentira, como sí hace el gobierno.
A continuación, los que intentan desacreditar la marcha del 8 de noviembre:
-Diario Tiempo Argentino: es el diario menos vendido de la Argentina, fundado por Sergio Szpolski, ex tesorero de la AMIA, eyectado por haber robado tres millones de dólares de esa entidad. Sus gerentes son ex agentes de la Secretaría de Inteligencia, destacándose entre ellos Juan José Gallea, ex director de finanzas de la entonces SIDE. La información que brinda ese diario, se nutre de información reservada, lo cual está prohibido.
Jamás se publican denuncias contra funcionarios del Gobierno, solo contra la oposición y los "enemigos del modelo", generalmente apelando a la mentira. Como contrapartida, es uno de los medios que más pauta recibe del Gobierno. Solo en 2011, percibió $ 46 millones: casi cuatro millones de pesos por mes.
-Diario El Argentino: también perteneciente a Szpolski. Según su sugestiva publicidad, es un diario que "no se vende, se regala" (a confesión de partes, relevo de pruebas). Recibió en 2011 $ 40 millones. Párrafo aparte merece revista Veintitrés, donde se hacen las operaciones de prensa más elaboradas del grupo Szpolski y que percibió cerca de $20 millones.
Un dato: el grupo Veintitrés no existe, Szpolski maneja todo a través de una docena de sociedades “truchas”, algunas de las cuales son manejadas por su propio ex chofer, Ricardo Pace.
-Diario Página/12: no se sabe quién es el dueño, aunque poco importa porque lo maneja el kirchnerismo. Según Jorge Lanata, es el “Boletín Oficial”; es decir, que publica solo lo que le interesa al Gobierno. Sus operaciones de prensa son célebres, destacándose el papelón de los últimos días sobre el supuesto narco comisario Tognoli. Recibió $ 21,7 millones en pauta en 2011, un 38 % más que el año anterior. Como vendió 16.200 ejemplares, el dinero que le dio el Gobierno fue de $ 8,8 por cada ejemplar vendido. Un dato curioso: ese dinero le hubiera alcanzado para comprar toda su tirada si no hubiera vendido ningún ejemplar.
-Diarios UNO y La Capital: ambos pertenecientes al tándem Vila-Manzano, denunciados por estafas reiteradas en los últimos 15 años. Operan cual mafia, especialmente en la provincia de Mendoza, donde manejan recursos de la provincia y usan sus medios para presionar a funcionarios. En 2010, el entonces secretario general de la Gobernación, Alejandro Cazabán, denunció en la legislatura mendocina que el grupo UNO se dedicaba a la extorsión. Diario La Capital de Rosario recibió $ 14,2 millones en los primeros cinco meses del año, 556% más que el año anterior, mientras que los diarios UNO —de Mendoza, Santa Fe y Paraná— recibieron $ 17,1 millones, un aumento interanual del 420%. No hay cifras sobre su circulación.
-Programa 678: se transmite por la TV Pública y se dedica a la injuria y la calumnia a pedido del Gobierno. Le cuesta a los ciudadanos $ 760 mil más IVA por mes (30 mil pesos por programa), además de 50 mil pesos por cada uno de los programas emitidos los domingos. Esto da la friolera de $ 11.520.000 por año pagados por el Estado. Ello a pesar de que no supera los 2 puntos de rating.
Sus columnistas no resisten el archivo: Luciano Galende fue periodista de Canal 13, Orlando Barone trabajó en Clarín y La Nación, Sandra Russo se desempeñó en Radio Mitre, Carla Czudnowsky fue cronista en Canal 13, Carlos Barragán tuvo un largo paso por Radio Mitre, y Cabito Masa Alcántara ni siquiera es periodista. La primera conductora del ciclo, María Julia Oliván, lo abandonó acusando la “radicalización” del programa.
Su producto, Diego Gvitz, fue un célebre menemista que supo decir sin ponerse colorado que "Menem fue el mejor presidente desde Perón". Pasó del "antikirchnerismo" al "pro-kirchnerismo" sin escalas, aunque abultada billetera mediante.
-Duro de Domar: ídem 678, se dedica a la infamia por pedido de Casa de Gobierno. Su conductor es Daniel Tognetti, quien admitió públicamente no creer más en el periodismo, justo antes de volverse kirchnerista. Su ex jefe Mario Pergolini no se cansa de destrozarlo cada vez que puede, llegando incluso a señalar su ingratitud: “Él se fue de Cuatro Cabezas por sus propios medios. Nadie lo echó. Al año y medio inició una demanda”, sostuvo oportunamente, con enojo.
-Agencia Télam: es la agencia de noticias del Estado, pero el kirchnerismo la transformó en la usina de propaganda del Gobierno. Dirigida por el joven ex gerente de Canal 7 y militante de La Cámpora, Santiago "Patucho" Álvarez, cuyo padre, un ex ministro pampeano fue investigado por enriquecimiento ilícito.
Tal cual reveló en su momento Perfil.com, Télam está copada por camporistas: por caso, la gerencia de Asuntos Legales es controlada por Esteban Carella, la jefatura de Gabinete por Tomas Aguerre, ambos militantes que llegaron desde Aerolíneas Argentinas, presidida por Mariano Recalde, denunciado por cobrar tres salarios del Estado. Su presupuesto anual —pagado por todos los ciudadanos— ascendió en 2011 a $ 321,3 millones, frente a los $ 147,7 del año anterior.
-Aníbal Fernández: senador Nacional, ex jefe de Gabinete de Ministros. Prófugo de la justicia en 1994, debió escapar en el baúl de su automóvil para que no lo capturara la Justicia. Vinculado a diversos escándalos por narcotráfico desde 2004, está severamente complicado en estas horas por el juicio oral que investiga el triple crimen de Gral. Rodríguez de 2008. Gente de su entorno aparece como autores materiales según el fiscal Juan Ignacio Bidone. Principalmente los hermanos Cristian y Martín Lanatta.
-Florencio Randazzo: ministro del Interior y Transporte, aún no pudo explicar su crecimiento patrimonial. Pasó en dos años de $ 1.141.701 en 2008 a $ 1.657.811. Sus bienes destacados son casas y departamentos en su Chivilcoy natal, Mar del Plata y La Plata, que había adquirido antes de ser ministro. Además, tiene acciones en la empresa Agrometal, en una constructora, en un salón de fiestas y en una heladería y confitería. Su auto es un Citroën Xara Picasso.
-Luis D'Elía: dirigente social "rentado" por el Gobierno para diverso tipo de operaciones. Procesado por haber golpeado a un manifestante en el año 2008, admitió haber cobrado un millón de dólares para hacer una contramarcha contra George Bush en el año 2005. Su ostentoso nivel de vida y los sueldazos de sus cuatro hijos en la Anses, fueron denunciados por Jorge Lanata y Perfil.com.
-Cristina Kirchner: es la Presidenta de la Nación más rica de la historia. Su fortuna creció 3.540% en solo 9 años, la cual no pudo explicar hasta el día de hoy. La dirigente de CC Elisa Carrió asegura que tiene 10 mil millones de dólares, lo cual jamás fue desmentido por la mandataria.
A pesar que sostiene que fue una "abogada exitosa", no existe registro alguno de que se haya recibido jamás como tal. Cristina es también la protagonista principal del mayor escándalo de la historia argentina: la desaparición de los millonarios fondos públicos de Santa Cruz.
La molestia que le ocasionan a la Presidenta las manifestaciones populares, son harto conocidas. Por eso, ha destinado millonarios recursos para desactivarla, llegando al extremo de contratar los servicios de una consultora publicitaria, cuyo dueño supo ser socio del polémico Fernando Braga Menéndez.
Corre con ventaja Cristina, no solo porque cuenta con paladas de dinero contra las que no se puede competir, sino porque maneja todos los recursos informativos del Estado. De esa manera, puede apelar sin límites a la mentira y la tergiversación para atacar a este y otros medios, acusándolos de cuestiones de lo más disparatadas. Eso sí, lo hace solo a nivel mediático, jamás a nivel judicial.
Oportunamente, TDP publicó el listado del descomunal “multimedios K”, el cual asciende a más de 110 medios en todo el país. Hay que reconocer que, al lado de ello, el grupo Clarín ha quedado hecho un poroto.
A esta altura, es imposible no preguntarse: ¿Es para temer al holding del siempre polémico Héctor Magnetto o más miedo puede provocar el poder de la prensa oficialista?
La respuesta la dejo en manos de los inquietos lectores de este portal.

Christian Sanz

sábado, 3 de noviembre de 2012

La lista completa de atajos de teclado para Windows 8




La llegada del sistema operativo Windows 8 de Microsoft va a ser un paso adelante para muchos que popularizará además la proliferación de periféricos y equipos con interfaz táctil. Sin embargo también traerá consigo quebraderos de trabajo durante el periodo de adaptación inicial a la nueva interfaz, a la nueva manera de trabajar.

Para hacer más sencillo el uso del día a día para usuarios que no dispongan de interfaz táctil hemos creado una lista con todos los atajos de teclado de Windows 8, tampoco es que haya que estudiársela pero nos permitirá acceder a funcionalidades mucho más rápido:
 Tecla Windows: Cambiar entre la pantalla de inicio Modern UI y la última aplicación.

Tecla Windows + C: Abre la charms bar (barra de herramientas de Windows 8)

· Tecla Windows + Tab: Accede a la barra de herramientas Modern UI

· Tecla Windows + I: Accede a la configuración

· Tecla Windows + H: Accede a Compartir

· Tecla Windows + K: Accede a Dispositivos

· Tecla Windows + Q: Accede a la búsqueda de apps

· Tecla Windows + F: Accede a la búsqueda de ficheros

· Tecla Windows + W: Accede a la configuración de búsqueda

· Tecla Windows + P: Accede a la barra de la segunda pantalla

· Tecla Windows + Z: Barra de aplicaciones si estás ejecutando Modern UI

· Tecla Windows + X: Accede al menú de herramientas

· Tecla Windows + O: Orientación de la pantalla de bloqueo

· Tecla Windows + . : Mueve la pantalla dividida a la derecha

· Tecla Windows + Shift + . : Mueve la pantallla dividida a la izquierda

· Tecla Windows + V: Visualiza todas las notificaciones

· Tecla Windows + Shift + V: Visualiza todas las notificaciones en orden inverso

· Tecla Windows + PrtScn: Captura la pantalla y la graba en el directorio Imágenes

· Tecla Windows + Enter: Lanza Narrator

· Tecla Windows + E: Abre Mi PC

· Tecla Windows + R: Abre el diálogo Ejecutar…

· Tecla Windows + U: Abre el centro de Accesibilidad

· Tecla Windows + Ctrl + F: Abre búsqueda de PCs

· Tecla Windows + Pause/Break: Abre la página de Sistema

· Tecla Windows + 1..10: Lanza el programa equivalente de la barra Windows

· Tecla Windows + Shift + 1..10: Lanza una nueva instancia del programa equivalente al número de la barra Windows

· Tecla Windows + Ctrl + 1..10: Accede a la última instancia del programa de la barra de Windows equivalente

· Tecla Windows + Alt + 1..10: Accede a la lista de instancias del programa de la barra de Windows equivalente a ese número

· Tecla Windows + B: Selecciona el primer dispositivo del área de notificaciones y luego puedes usar las flechas para navegar por ellas, para abrir alguna, puedes resaltarla y pulsar Enter.

· Tecla Windows + Ctrl + B: Accede al programa que se está mostrando en el área de notificaciones

· Tecla Windows + T: Navegar entre los elementos de la barra de tareas

· Tecla Windows + M: Minimizar todas las ventanas

· Tecla Windows + Shift + M: Restaurar todas las ventanas minimizadas

· Tecla Windows + D: Mostrar/Ocultar el Escritorio

· Tecla Windows + L: Bloquear el ordenador

· Tecla Windows + Flecha arriba: Maximizar la ventana actual

· Tecla Windows + Flecha abajo: Minimizar / restaurar la ventana actual

· Tecla Windows + Inicio: Minimizar todas las ventanas excepto la que está en uso

· Tecla Windows + Flecha izquierda: Amontonar las ventanas en el lado izquierdo de las pantalla

· Tecla Windows + Flecha derecha: Amontonar las ventalas en el lado derecho

· Tecla Windows + Shift + Flecha arriba: Extiende la ventana actual a toda la altura de la pantalla

· Tecla Windows + Shift + Flecha Izqda/dcha: Mueve la ventana de un monitor al siguiente

· Tecla Windows + F1: Lanza la Ayuda y Soporte de Windows

· AvPag: Scroll derecha en la pantalla de inicio Modern UI

· RePag: Scroll izqda en la pantalla de inicio Modern UI

· Esc: Cierra el menú

· Ctrl + Esc: Cambia entre el escritorio Modern UI y la última aplicación

· Ctrl + Rueda de desplazamiento del ratón: Activa el zoom en el menú principal Modern UI

· Alt: Muestra una barra de menú oculta

· Alt + D: Selecciona la barra de direcciones

· Alt + P: Muestra el pane de previsualización en Windows Explorer

· Alt + Tab: Cambia entre aplicaciones abiertas

· Alt + Shift + Tab: Cambia entre aplicaciones abiertas en sentido inverso al anterior

· Alt + F: Cierra la ventana actual y abre el diálogo Apagar Windows si estás en el escritorio

· Alt + barra espaciadora: Accede al menú de atajos de la ventana actual

· Alt + Esc: cambia entre los programas abiertos en el orden en el que se abrieron

· Alt + Enter: Abre el diálogo de propiedades del elemento seleccionado

· Alt + PrtScn: Captura una imagen de la ventana activa y la deja en el portapapeles

· Alt + Flecha arriba: Mueve al nivel de directorio anterior dentro de Windows Explorer

· Alt + Flecha izqda: Muestra el directorio anterior

· Alt + Flecha dcha: Muestra el directorio siguiente

· Shift + Insertar: Evita el autorun de CD / DVD

· Shift + Supr: Borra permanentemente un archivo, sin pasar por la papelera de reciclaje

· Shift + F6: Cambia entre los elementos de una ventana o diálogo

· Shift + F10: Accede al menú contextual del elemento seleccionado

· Shift + Tab: Cambia entre los elementos de dentro de una ventana en orden inverso

· Shift + Clic: Selecciona un grupo consecutivo de elementos

· Shift + Clic en un botón de la barra de herramientas: Lanza una nueva instancia del programa en cuestión

· Shift + clic derecho en un botón de la barra de herramientas: Accede la menú contextual de ese elemento

· Ctrl + A: Selecciona todos los elementos

· Ctrl + C: Copiar

· Ctrl + X: Cortar

· Ctrl + V: Pegar

· Ctrl + D: Borrar elemento seleccionado

· Ctrl + Z: Deshacer

· Ctrl + Y: Volver a hacer (acción inversa a Ctrl+Z)

· Ctrl + N: Nueva ventana de Windows explorer

· Ctrl + W: Cierra la ventana de Windows Explorer

· Ctrl + E: Selecciona la caja de búsqueda de la ventana

· Ctrl + Shift + N: Crea un nuevo directorio

· Ctrl + Shift + Esc: Abre el Administrador de Tareas de Windows

· Ctrl + Alt + Tab: Usa las teclas de flecha para pasar entre las ventanas abiertas

· Ctrl + Alt + Supr: Accede a la pantalla Windows Security

· Ctrl + Clic: Selecciona múltiples elementos individuales

· Ctrl + Clic y arrastra un elemento: Copia ese elemento

· Ctrl + Shift + Clic y arrastra un elemento: Crea un acceso directo de ese elemento

· Ctrl + Tab:  Navega entre las pestañas

· Ctrl + Shift + Tab: Navega de manera inversa entre pestañas

· Ctrl + Shift + Clic en un botón de la barra de herramientas: Lanza una instancia como administrador

· Ctrl + Clic en un botón agrupado de la barra de herramientas: Navega entre las instancias del programa

· F1: Ayuda

· F2: Renombre un fichero

· F3: Abre la búsqueda

· F4: Muestra la lista de la barra de direcciones

· F5: Refresca la pantalla

· F6: Cambia entre los elementos de una ventana o diálogo

· F7: Muestra el historial de comandos en una línea de comandos

· F10: Muestra la barra de menú oculta

· F11: Cambia a pantalla completa

· Tab: Equivalente a F6, Cambia entre los elementos de una ventana o diálogo

· PrtScn: Captura toda la pantalla y la copia en el portapapeles

· Inicio: Mueve la ventana activa arriba

· Fin: Mueve la ventana activa abajo

· Suprimir: Borra el elemento seleccionado

· Tecla de borrar: Muestra el directorio anterior en Windows Explorer. Mueve a un nivel superior en los diálogos de Abrir o Salvar.

· Esc: Cierra una ventana de diálogo

· (+) del teclado numérico -activo-: muestra los contenidos del directorio seleccionado

· (-) del teclado numérico -activo-: cierra el directorio seleccionado

· (*) del teclado numérico -activo-: Expande todos los subdirectorios del directorio seleccionado

StickyKeys:

· Pulsa 5 veces Shift para activarlas o apagarlas

FilterKeys:

· Pulsa la flecha de la derecha durante 8 segundos para activarlas o desactivarlas

ToggleKeys:

· Pulsa Bloque numérico durante 5 segundos para activar o desactivar la función.